El PIB español acumula ya tres trimestres consecutivos creciendo a un ritmo del 0,6 % gracias al tirón de la demanda interna y, en especial, al consumo familiar, que compensó la contracción del sector exterior, según el avance del PIB publicado hoy por el INE.

El crecimiento acumulado a lo largo del año alcanza el 2,5%. La demanda interna ha aportado tres puntos mientras que la externa ha restado medio punto.

La Comunitat Valenciana, sin embargo, crecerá este año un 2’9 por ciento, según la última previsión del avance regional del Centro de Predicción Económica (Ceprede), lo que supone una mejora de una décima respecto a la última revisión y la sitúa en el pelotón de cabeza de crecimiento, sólo por detrás de Aragón y Murcia.

Por el contrario, la reducción más importante del crecimiento, según Ceprede, se produce en Cataluña, con una bajada de la previsión de tres décimas, lo que la sitúa en la media nacional.

Advertencia de la Ceoe

La Ceoe alerta de que la caída de la productividad y el aumento de los costes laborales, que se observan en los datos del PIB adelantados hoy, pueden frenar el crecimiento de la economía y la creación de empleo en los próximos trimestres.

«El estancamiento, e incluso caída, de la productividad y el repunte de los costes laborales son factores que perjudican nuestra competitividad, lo que unido a la mayor incertidumbre y al aumento de los costes para las empresas, podrían frenar el crecimiento de la economía y la creación de empleo», dice la patronal en un comunicado.

En cualquier caso, la patronal reconoce que la economía española continua creciendo a ritmos «notables» dentro del contexto europeo (0,6 % frente al 0,2 % de la eurozona en el tercer trimestre), aunque con un crecimiento más «desequilibrado» que el año anterior, debido al debilitamiento de las exportaciones.

A las puertas de la estabilización

El crecimiento del 0,6% en el trimestre es interpretado por los analistas como una moderación previa a una ralentización. Diana Posada, de Analistas Financieros Internacionales, declaraba a Efe que «ante estos datos y según los indicadores de confianza que se van publicando, es de prever una estabilización para la recta final del año».

Posada advierte que es insostenible mantener el actual ritmo de consumo privado que ha provocado que el ahorro esté bajo mínimos históricos. Además de los signos de agotamiento interno, también observa una coyuntura internacional que «no acompaña«, lo que hace muy difícil mantener el ritmo de crecimiento.

Coincide con este diagnóstico la analista senior de Funcas Mª Jesús Fernández, incluso apunta que «existe una muy elevada probabilidad de que nuestra previsión del 2,6 % para el conjunto del año tenga que ser revisada a la baja».

Revisión a la baja

Ante esta situación, el Consejo General de Economistas ha revisado a la baja su previsión de crecimiento al 2,5% y para el próximo año al 2,2%, teniendo en cuenta el posible impacto de las medidas económicas anunciadas por el actual gobierno. El Consejo advierte que la subida fiscal tendrá una repercusión negativa en la creación de empleo y consumo.

Otros indicadores

La estadística del INE añade que el empleo aumentó el 0,7 % en el tercer trimestre, una décima menos que en los tres meses anteriores, aunque en el conjunto de los últimos doce meses se acumuló un avance del 2,5 %, equivalentes a 450.000 empleos asimilados a tiempo completo, gracias sobre todo a la construcción.

La remuneración avanzó el 4,4 % interanual, cinco décimas más que tres meses antes, por el aumento del 3,3% en el número de asalariados y un aumento de 1,1% de los salarios.

Respecto al paro, mantiene para 2019 una tasa de desempleo del 14% y para la inflación un 1,8% este año y el 1,9% para el próximo.

Otro factor que contribuye a la ralentización es el parón en la inversión, que pasó de crecer un 3,5% en el segundo trimestre a hacerlo en un 1% en el tercero. Dentro de la inversión, la destinada a viviendas y construcción se ralentizó del 4 % en el segundo trimestre al 1,2 % en el tercero, y la destinada a maquinaria y bienes de equipo del 6,5 al 2,2 %.

El avance del consumo privado también logró compensar la caída de las exportaciones, que retrocedieron el 1,8 % en el tercer trimestre respecto al anterior, mientras que entre abril y junio habían avanzado un 0,2 %, si bien cayeron igualmente las importaciones en un 1,2%, frente a subidas del 1% del trimestre anterior.

Por sectores, la ganadería sufrió una caída del 2,3 % frente al avance del 0,3 % de los tres meses anteriores, y la industria se contrajo un 0,5 %, frente a la subida previa del 0,7 %. La construcción y los servicios tiraron del resto de la economía, con avances en el tercer trimestre del 1,4 y el 0,9 %, respectivamente, frente a subidas del 1,8 y el 0,5 % entre abril y junio.

Así, mientras que la construcción también dio muestras de una ralentización (cuatro décimas con respecto al trimestre anterior), los servicios fue el único sector que aceleró su ritmo de crecimiento en el tercer trimestre, con un avance de cuatro décimas. EFECOM