El president del Consell, Ximo Puig, eliminó ayer dos importantes debes a la relación de la Generalitat con el Ayuntamiento de Elche. Por un lado, asumió la deuda «moral y ética» con el Ayuntamiento por la inversión que realizó de 43 millones de euros para facilitar la implantación de la Universidad Miguel Hernández y, por otro, anunció un plan plurianual de inversiones para la ciudad. La primera actuación será de ocho millones de euros para transformar el actual edificio de Correos en un Centro internacional del Calzado y la Moda.

Tras un discurso plagado de grandes voluntades y objetivos, Ximo Puig cerró su intervención concretando su apuesta por Elche. Ante las peticiones que le había lanzado el alcalde Carlos González, el titular autonómico recogió el guante de hacer suyo, también, el proyecto para la lograr la capitalidad europea verde en 2030. El primer edil socialista enumeró los agravios inversores que ha sufrido la ciudad tras 20 años de gobierno autonómico «centralizado» y reivindicó la importancia de la localidad por su importancia empresarial, pero sobre todo, por su apuesta para cambiar el modelo productivo.

«Elche es la primera en formar un proyecto potente de ciudad. Lo ha demostrado en estos 40 años. No se puede entender la Comunidad Valenciana sin las sinergias que vienen de Elche», empezó diciendo el presidente de la Generalitat. Puig pronunció un discurso alrededor dela estrategia del Consell y de los nuevos modelos económicos y productivos que entroncó perfectamente con el objetivo que persigue el gobierno local. «La vía ilicitana y la valenciana es la misma. Good bye a la vieja economía basada en la especulación y la precariedad«.

La hoja de ruta ilicitana

La obtención de la capitalidad Europea Verde requiere una exigencia y unos compromisos en los que el Ayuntamiento ya se ha puesto a trabajar. El alcalde explicó los tres ejes en los que trabaja el gobierno ilicitano. En primer lugar, está el programa europeo EDUSI que cuenta con un presupuesto de 30 millones de euros. El objetivo es corregir «desequilibrios que padece la ciudad». El segundo, es el Plan Elx 2030, donde se ha fijado los criterios para la transformación del municipio basado en un modelo de territorio «más verde, más digital». Dentro están propuestas ya iniciadas como Elche Campus Tecnológico y los nuevos pliegos de gestión integral del agua y los residuos.

Por último, está el de la capitalidad verde, también para 2030. «Va a exigir implicación ciudadana y empresarial. Supondrá un giro significativo», aseguró el alcalde.