Hervé Falciani, ingeniero de sistemas italo-francés conocido para proporcionar a la justicia la mayor lista de evasores fiscales de la historia, defendió ayer en la UJI  que “las criptomonedas son la evolución natural de los paraísos fiscales”. Lo hizo en una conferencia organizada por el Instituto Interuniversitario de Desarrollo Local y la Facultad de Ciencias Jurídicas y Económicas.
Falciani afirmó que todos “hemos oído hablar de las criptomedas”, pero por su novedad, tan sólo “el 0,1% entiende bien de lo que estamos hablando». Pero es un fenómeno que cobra fuerza y añadió que el ministro suizo de Economía «declaró en enero que quiere que a lo largo de los próximos años se conozca a Suiza como una criptonación».
En su exposición ante la comunidad universitaria, Falciani, aseguró que «el camino natural de la finanzas offshore, que no están localizadas, se despliega dentro de esta nueva tecnología» ya que «cada nueva innovación tecnológica se aprovecha por los institutos financieros y bancarios».

Por eso, ha abogado por un sistema que separe la gestión de la identidad privada del ámbito económico mediante un mecanismo de pseudoidentidad. «Separar y localizar los datos es importante para nuestro bienestar y economía, no pueden estar mezclados porque sacan provecho de nuestra información. Hay que aprovechar la tecnología pero no podemos dejar que se aproveche de nosotros», ha apuntado.

Asimismo, alertó Falciani sobre la necesidad de estar informados de lo que pasa en el ámbito tecnológico cuando se tiene un perfil financiero porque actualmente los factores disruptivos y de cambio están relacionados con este sector. En esta línea, ha destacado la importancia de una buena gestión tecnológica para «ser capaces de crear nuevas leyes que gestionen la nueva economía».

Falciani afirmo que lo que está pasando ahora con la criptomonedas, «va más allá de lo que conocemos por criptomoneda» que ha dicho, tendrá un papel «fundamental» en el ámbito de la transparencia, ya que este nuevo sistema «va a conllevar un nuevo modo de gestionar la privacidad y la responsabilidad de los agentes económicos». Es una tecnología que ofrece “ventajas económicas a los empresarios y a la economía local, pero si no entramos desde el principio en esto, correremos el riesgo de condenar esta tecnología por falta de conocimiento y dejar solo a unos pocos centros financieros que se beneficien».