Cuenta Manuel Peláez Robles, presidente de Ecisa, que durante las negociaciones que el pasado noviembre culminarían con la entrada de capital catarí en la empresa, expuso en una transparencia las “reglas de oro” que su padre, Manuel Peláez Castillo, instauró en la firma nacida en 1968.

Como deferencia hacia el jeque, cuya sociedad Al-Alfia estaba a punto de comprometerse a desembolsar 40 millones de euros por el 51% de la filial en Qatar y el 25% de la matriz Ecisa, le invitó a realizar sugerencias o matizaciones que recogieran sus propias inquietudes. “Así está perfecto”, fue la respuesta obtenida. De modo que la seriedad como norma, la profesionalización, la innovación, el constante respeto a la Ley y el compromiso social, seguirán constituyendo los valores esenciales de una empresa familiar devenida en multinacional.

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-La compañía acaba de culminar una importante alianza internacional. ¿Qué factores llevan a Ecisa a iniciar este proceso y qué supone para el futuro de la empresa?

– Lo primero es que nosotros no lo buscamos. Hace siete años que tenemos un socio en Qatar que trabajaba para el jeque, que fue quien mostró interés por la alianza. Ellos creyeron que nuestras empresas podían complementarse bien y, después de 18 meses de negociación, convinimos en un acuerdo gracias al cual a partir de ahora nuestro mercado es el mundo.

– ¿Qué mecanismos han establecido para garantizar en lo posible la convivencia de culturas y formas diferentes de actuación en la nueva sociedad?

– Hasta ahora no ha sido necesario. Tenga en cuenta que la operación se cerró el 27 de noviembre y aún (diciembre 2014) no hemos celebrado el primer consejo de administración. Pero, como le he explicado, ellos han asumido por completo nuestros valores y nuestra forma de gestionar.

– Poco antes de comenzar la crisis económica, Ecisa no se planteaba la salida al exterior. ¿A qué achaca el éxito de una expansión internacional que no estaba prevista? ¿Cuánto hubo de intuición y cuánto de planificación?

– Aunque es cierto que no estaba en nuestros planes, hay que aclarar que nuestra entrada en Qatar fue anterior al inicio de la crisis. Y he de decir que a mi padre no le convenció al principio, como estábamos bien no veía la necesidad, pero a mi me pesaba no aprovechar una oportunidad cuyos riesgos podíamos asumir, porque estábamos en un momento confortable. Era un tren que no debíamos dejar escapar.

Oportunidad única

– Y resultó ser una verdadera vía de escape de la crisis.

– Sí, al final aquel tren ha resultado ser virtuoso porque cuanto peor se han puesto las cosas aquí, más éxito hemos tenido allá.

Qatar es hoy nuestro principal mercado. Es el país que registra el mayor crecimiento del PIB del mundo. Y esa experiencia internacional ya ha entrado en nuestras venas.

– De hecho, Ecisa tiene hoy más del 70% de su negocio fuera de España. Además de Qatar están en Chile, Argelia o Portugal, lugares muy diferentes entre sí. Háblenos de ellos.

– Chile es el país que más me satisface después de Qatar. Una gente muy seria, con la facilidad que representa hablar el mismo idioma, a pesar de estar muy lejos.

Argelia encierra más dificultades, sobre todo de tipo legal, pero es un destino natural para nosotros por su proximidad y estamos encantados con nuestra inversión y con nuestro socio local.

El caso de Portugal es distinto. Ahí entramos porque adquirimos una empresa portuguesa especializada en trabajosferroviarios, lo que nos permitía acceder a contratos del AVE y, posteriormente, nos ha abierto la entrada como subcontratistas en proyectos ferroviarios de países como Mozambique o Taiwán.

– Y este despliegue internacional lo han hecho en gran medida con un equipo humano formado en Alicante.

– En efecto, y eso nos proporciona la tranquilidad de que la cultura de la empresa se mantiene. Aunque somos conscientes de que, para continuar nuestra expansión internacional, tendremos que incorporar personal directivo de Australia, Canadá, Chile…

– Ya en vida, su padre tuvo ocasión de disfrutar del reconocimiento social que se dispensó a su figura como modelo de empresario socialmente comprometido, ¿cómo lo valora desde su posición de hijo y sucesor?

– Estoy desbordado y emocionado. Ver lo que se le quería es una satisfacción que no se puede explicar, pero que todos podéis comprender.

Sinceramente, es emocionante.

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