La necesidad de centralizar las compras y conseguir el abaratamiento de los costes de la actividad del taxi, como la adquisición de vehículos y todo aquello que era necesario para el desarrollo de su actividad (taller mecánico, chapa y pintura, mutuas de previsión social y automovilistas) fueron algunas de las peculiaridades que llevaron a sus profesionales en 1951 a poner en marcha la Cooperativa Valenciana de Taxistas (Taxco)”, explica su presidente Pedro Pérez.

[mepr-rule id=»598″ ifallowed=»show»]Actualmente, la cooperativa tiene 935 socios que disponen de título con aportación de capital de 1.056 euros. Además, durante cada ejercicio se paga una cuota anual de 10 euros. Otro requisito para ser miembro de la cooperativa, según recogen sus estatutos, consiste en ser titular de la  tarjeta de transporte interurbano.

En esta misma línea, también cuentan con más 30.000 asociados (taxistas sin título de aportación de capital, familiares etc.,) que utilizan los servicios que presta la cooperativa.

Los asociados pueden disfrutar de una serie de servicios como son el suministro de combustible, lavado y mantenimiento de vehículos, reparación con diagnosis y trasformación y mantenimiento de vehículos a GLP y GNC (gas licuado de petróleo y gas natural comprimido), venta de repuestos de automoción, asesoramiento laboral, fiscal y jurídico, adecuación e instalación de toda la tecnología necesaria en el vehículo para llevar a cabo su actividad (taxímetro, modulo tarifario y gestión de flota), aula de formación y preparación profesional para ser taxista.

El más solicitado es el suministro de combustible. Aunque uno de sus objetivos prioritarios en todas las secciones es alcanzar la máxima calidad con un precio competitivo sin dejar de lado el servicio. “Indudablemente, –incide Pedro Pérez– el suministro de combustible es el más sencillo, vigilamos que la calidad sea la mejor, ajustamos los márgenes de beneficio, ampliamos el equipo humano que debe prestar el servicio y aumentamos los gastos en mantenimiento de las instalaciones. En líneas generales nuestro objetivo como cooperativa es avanzar creando empleo con el esfuerzo diario”.

Igualmente, Pedro Pérez es consciente de las carencias de prestaciones de servicios que tienen. “Por ello, para poder cubrirlas hemos establecido convenios de colaboración con empresas que se ajustan a las necesidades de nuestros usuarios como el servicio de chapa y pintura”.

En esta misma línea, los asociados pueden acceder a todos los servicios que presta la cooperativa en las mismas condiciones que los socios salvo unos pocos privilegios exclusivos de estos últimos como son descuentos especiales, crédito y algún servicio sin coste económico.

Nuevas tecnologías

A juicio de Pedro Pérez, “el taxi es uno de los servicios más cómodos y efectivos de la ciudad. De hecho, es el único que presta el servicio de puerta a puerta”.

Actualmente, el usuario puede pasar por distintas fases a la hora de solicitar un servicio de taxi: desde la llamada a una central de taxis, donde una persona la recibe y destina el taxi más próximo al cliente; o bien solicitarlo a través de móviles, tabletas, páginas web, correos electrónicos, etc. “Estas últimas opciones son más innovadoras y tienen menos coste tanto para el taxista como para el usuario, –subraya Pedro Pérez–. Sin embargo, no tienen la misma calidad ya que la reducción de recursos humanos debido a las nuevas tecnologías crea incertidumbre sobre la prestación del servicio para ambas partes, mientras que una central mantiene el contacto directo con el usuario y puede resolver cualquier contrariedad que pueda producirse”.

En la Feria del Taxi, que se celebró en Valencia en 2010, el estand de Taxco informó y realizó demostraciones sobre nuevos medios de pago con el móvil gracias a la tecnología NFC, “un proyecto al que denominamos Taxco Global System”, argumenta Pedro Pérez y que englobaba otros aspectos como la seguridad del propio taxista, la agilidad de información para el usuario, cámara de videovigilancia y medio de pago electrónico.

Este estaba además dotado con un car PC que disponía de toda la información cultural y de restauración de la ciudad de Valencia. También se podía programar para poder aportar dicha información según el recorrido geolocalizado del taxi e incluso el usuario podía realizar la reserva en el momento. “Pero, dado el alto coste que suponía, el proyecto está aparcado hasta que dispongamos de financiación”.

De todas formas, –incide Pedro Pérez– “estamos insistiendo para que todos los vehículos cuenten con datáfonos. Sin olvidarnos que las tecnologías avanzan rápidamente y que todo tipo de transacciones se harán a través del móvil y el sistema contactless”.

Medioambiente y formación

“Debido a nuestro papel de embajadores de la ciudad de Valencia, también nos preocupamos por preservar el medioambiente”, recalca Pedro Pérez. De ahí que la herramienta de trabajo del taxista reúna unas condiciones que favorezcan esta situación.

“El sector del taxi lleva trabajando con vehículos a GLP desde hace más de 40 años. En 2007, Taxco inauguró la primera estación de suministro de GNC, abierta al público las 24 horas de todo el territorio nacional, y con la llegada de la Copa América a Valencia apostamos por los vehículos híbridos, hasta el punto que actualmente representan un tercio del total de la flota de taxis”.

Si con vehículos a GLP o GNC el ahorro económico supera el 40%, con los híbridos rebasa el 50%. “La única desventaja es que falta infraestructura para recargar los  vehículos eléctricos además de la incertidumbre sobre cuál será el precio de la energía eléctrica en el futuro”, razona Pedro Pérez.

Tal y como explica el presidente de Taxco, existen dos tipos de formación: la que se imparte solo para socios que pueden especializarse en idiomas, cultura sobre la ciudad y atención al cliente y la formación para la obtención de la capacitación profesional. A esta última accede todo aquel que quiera incorporarse al sector.

Para ello, debe superar el examen que convoca la Conselleria de Transportes. “Nosotros nos encargamos de impartir las materias que necesitan para superar dicho examen”, especifica.

Para la impartición de los cursos destinados a los socios, Taxco recurre a centros especializados en las distintas materias elegidas y estos se abonan del fondo destinado formación.

A juicio de Pedro Pérez, “nuestro sector es el barómetro económico de la ciudad, ya que notamos antes cualquier crisis económica y somos de los últimos en percibir los efectos de la recuperación”. A pesar de todo, argumenta “debemos reconocer que, a pesar de la situación laboral, es admirable la abnegación, constancia y tenacidad con que los taxistas desarrollan su actividad”.

La llegada de Uber

En su opinión, cualquier profesión tiene que estar reglamentada y superar un control administrativo. “El taxista no solo pasa esos controles, sino que además tiene que demostrar su honorabilidad para el desarrollo de su labor, se le exigen pólizas suplementarias con importes elevados para cubrir cualquier riesgo que se pudiera producir y está sujeto al sistema fiscal que cualquier profesional de la actividad debe cumplir”.

“Por ello, desde el sector nos preguntamos: ¿quién regula la aplicación Uber?, ¿qué controles pasa para garantizar un servicio seguro?, los vehículos que prestan el servicio, ¿disponen de todo los requisitos que la Administración exige al  trasporte público?

Por otra parte, los ciudadanos tendemos a ‘aprovecharnos’ de ese ahorro que nos venden, sin darnos cuenta que hacemos más rico al oportunista y más pobre al que tiene la mala suerte de padecer un percance importante en el desarrollo de este tipo de servicio con la incertidumbre de la garantía necesaria”.    

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