En el encuentro organizado por Economia3 y en el que participaron Emilio Orta, presidente del Clúster de Automoción de la Comunitat Valenciana (AVIA); Carmelo Anaya, gerente de la planta de Tenneco en Valencia; José Vicente Aguilar, director general de Agfra; y Domingo Ochoa, director general de Industrias Ochoa, se abordó también cómo la flexibilidad exige a las empresas un determinado modelo de organización, concepción de empresa, cualificación de los gerentes y una voluntad por parte de los trabajadores. Ante una normalización del mercado laboral en los próximos años, el director de Economía 3, Salvador Martínez, puso sobre la mesa la posibilidad de que “los sindicatos vuelvan a reivindicar posiciones de antes de la crisis, lo que significaría la antítesis de la flexibilidad”.

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Carmelo Anaya calificó este hecho como un riesgo, pero “la realidad es que la nueva reforma laboral pone en igualdad de condiciones a la hora de negociar al empresario y al trabajador. Evidentemente, habrá más presión para conseguir mejores condiciones laborales cuando la situación económica sea mejor pero permitirá ‘entregar’ al trabajador parte de lo que ha perdido pero con un poco más de sentido común”.

En el caso concreto de Tenneco, –puntualizó Anaya– “con la flexibilidad que ahora mismo tenemos, gracias al convenio del metal, puedo gestionar la empresa sin que sea gravoso para los trabajadores. Si tuviéramos más facilidades, no sé hasta que punto sería ético”.

Por su parte, Domingo Ochoa coincidió con Salvador Martínez en la importancia de la polivalencia y la flexibilidad de los trabajadores. “Son conceptos que hemos incorporado a nuestra planta y ha sido absolutamente explosivo el hecho de que una persona pueda ocupar más de un puesto, ya que nos permite optimizar más al personal y obtener un mayor rendimiento y productividad”.

En cuanto a la calidad formativa que ofrece la FP, Ochoa tampoco realizó una buena valoración, al igual que José Vicente Aguilar y Carmelo Anaya. En su opinión, “tanto los estudiantes como los profesores deben estar en contacto con las empresas para conocer sus necesidades y ver qué especialistas hacen falta”.

Domingo Ochoa

Ochoa también calificó como un problema para el futuro a países emergentes como Chequia o Rumania, etc., porque, con el paso del tiempo, “todo el mundo aprende y se espabila, al igual que nosotros, que cuando empezamos no teníamos una experiencia previa y hoy somos una de las empresas más grandes de matricería de ámbito nacional”.

Otra cuestión que preocupaba a Ochoa es que el sector no puede invertir por falta de medios. “Ahora mismo nuestro ramo tiene una pequeña avalancha de trabajo pero esta se acabará dentro de cinco años. Todas aquellas empresas que, pasado este tiempo, no cuenten con la actividad suficiente no van a poder hacer frente a nuevas inversiones para innovar y mejorar la productividad. Industrias Ochoa comenzó a tener algo de oxígeno cuando se puso en marcha el segundo turno. Aún así, deberíamos conseguir nuevos proyectos para seguir trabajando a buen ritmo, algo que también es difícil de conseguir”.

El director general de Industrias Ochoa hizo referencia también a la falta de madurez de las compañías españolas para competir en un mercado global como el actual, y “no solo las pequeñas y medianas empresas”, recalcó.

Al hilo de lo anterior, Domingo Ochoa resaltó la importancia del archivo de las experiencias de las pymes que tienen las personas. “Se trata de un registro de todo aquello que se va haciendo a lo largo de la vida de la empresa y que, en un momento dado, puedes recuperar para dar una solución rápida a tus clientes. Con lo cual, si no se tienen esos conocimientos integrados, innovación, tecnología y un sistema organizativo y de gestión para desarrollar el trabajo como se lleva a cabo en una fábrica, no vamos a poder competir con aquellos países que sí que han sabido hacer fábrica”.

Otro aspecto importante que puso sobre la mesa Domingo Ochoa es la falta de diversificación de las empresas y el exceso de concentración en el sector de la automoción. “Con lo cual, en el momento en que esta situación cambie por cualquier circunstancia o la población no consuma más automóviles, los fabricantes se irán a aquellos países donde haya posibilidades de crecimiento, un aspecto que nos preocupa si tenemos en cuenta que las largas distancias son un factor negativo para nosotros”.