«Crear una tienda online es fácil, mantenerla a lo largo del tiempo es un arte”, señalan desde Sugerendo, empresa especializada en ecommerce, desde donde indican tres errores que se suelen cometer cuando se pone en funcionamiento un comercio en internet:
- No hacer un estudio de mercado antes de lanzarse al mundo digital para comprobar si el producto o servicio que se va a ofrecer en internet va a tener interés para los usuarios, si existe una elevada competencia o, por el contrario, si es único en la red.
- Destinar todo el presupuesto disponible al proyecto de comercio electrónico y “olvidarse” de las acciones de marketing, que son necesarias para que el portal sea visible o de los gastos de mantenimiento y evolución que lleva consigo la infraestructura tecnológica.
- Muchas empresas creen que por abrir una página en Internet, ya van a llegar a todos los lugares del mundo, lo cual es un pensamiento erróneo, dado que “traducir una web no es internacionalizarla”.
Para planificar una estrategia de internacionalización, es necesario asumir que todo lo que se hace en el idioma de origen, habrá que hacerlo en los idiomas adicionales. Traducir el contenido de una tienda online, insisten, sólo es la base de todo. “A nivel técnico y operativo, habrá que llevar a cabo una serie de cuestiones para fomentar la visibilidad de la web en los terceros países a los que se pretende llegar”.
Por su parte, desde Mad Media, especialistas en comunicación y marketing online, muestran tres errores comunes más que hay que evitar cuando se decide abrir un canal de venta en la red:
- No contar con una agencia de marketing de confianza, que proporcione al empresario ayuda y asesoramiento. Existen programas como Woocommerce o Shopify que, sin necesidad de informáticos, permiten crear una tienda online. El problema de estas plataformas es que sólo aporta la parte técnica.
-
No tener claros los objetivos estratégicos. El primer paso a dar, antes de ponerse a crear un ecommerce, es tener claros los objetivos a alcanzar, que deben plantearse a largo plazo.
En segundo, lugar, hay que medir las acciones que se lleven a cabo para conseguir esas metas, como el tráfico obtenido, la inversión realizada frente a las conversiones conseguidas, el número de personas que han hecho click o comprobar cuál es el anuncio que mejor ha funcionado.
- No crear una app. Una aplicación permitirá a los consumidores acceder a la tienda online desde su móvil o tableta.