El ERP (del inglés Entrepise Resource Planning), surgió de la necesidad de unir todos los datos referentes a la totalidad de la cadena de producción de una empresa, para poder obtener información fiable y en tiempo real. Por lo tanto, un ERP es un conjunto de sistemas de información que permite la integración de ciertas operaciones de una empresa, en especial, las de producción, logística, inventario, envíos y contabilidad.
La obtención de información fiable y en tiempo real, mediante los sistemas ERP, permite tomar decisiones empresariales de forma rápida y reducir el margen de error, de forma que se reduzcan los costes.
Los objetivos principales de los sistemas ERP son:
- Optimización de los procesos empresariales.
- Acceso a la información global de la empresa.
- Posibilidad de compartir información entre todos los componentes de la organización.
- Eliminación de datos y operaciones innecesarias.
Las características destacables de los sistemas ERP son:
- Base de datos centralizada.
- Los componentes del ERP interactúan entre sí.
- En un sistema ERP los datos se capturan y deben ser consistentes, completos y comunes.
- Las empresas que lo implanten suelen tener que modificar alguno de sus procesos para alinearlos con los del sistema ERP.
Algunos de los ERP más conocidos son: SAP, PeopleSoft, Oracle, Bann, J.D.Edwards, SAGE, y Navisión.
Beneficios de los ERP
El tener toda la información de la empresa centralizada y ordenada, va a suponer grandes ventajas para la empresa que implante un sistema ERP. Entre los beneficios de un ERP destacamos los siguientes:
Ahorro a largo plazo
La eficiencia que se logra con un ERP al disminuirse los errores y el número de tareas duplicadas, permiten disminuir los costes empresariales, lo que va a suponer el aumento del margen de beneficios y/o la reducción del coste de cada producto al reducirse su coste.
Facilidad en la toma de decisiones
Con un sistema ERP podemos tener una fotografía en tiempo real del estado de la empresa, lo que nos va a permitir tomar decisiones de forma mucho más sencilla y rápida, y además reduciremos el margen de error.
Calidad en el servicio
Con un sistema ERP por ejemplo, si un lote de productos está defectuoso será mucho más fácil de localizar y retirar del mercado, por lo que aumentará la calidad del servicio que preste nuestra empresa y la satisfacción del cliente.
Reducción de las duplicidades
En muchas empresas que no tienen implantado un ERP, podemos observar como los departamentos actúan de forma independiente y a veces se duplican los informes o la información porque no se comparten. Las duplicidades se reducirían drásticamente con la implantación de un sistema ERP.
Sistemas modulares
Los sistemas ERP están formados por módulos, por los que podrás implantar los módulos que tu empresa necesite en cada momento y si tu empresa evoluciona y crece tu sistema de ERP lo hará con ella si vas incorporando nuevos módulos.
Mejora de la comunicación interna en la empresa
Con un ERP los distintos departamentos de tu empresa compartirán información, por lo que mejorará la comunicación entre ellos y no habrá duplicidades.
Automatización de tareas
Un sistema ERP permite automatizar determinadas tareas que suelen ser repetitivas, por ejemplo, la generación de albaranes o la elaboración de facturas. De ese modo nuestros trabajadores podrán dedicarse a tareas más productivas para la empresa.
En definitiva, aunque implantar un ERP es un proceso complejo, tiene una gran recompensa ya que las ventajas de sistematizar procesos, reducir duplicidades etc. van a aumentar la eficacia de nuestra empresa y la satisfacción de nuestros clientes.