Pese a la adversidad global, los grandes inversores escogen el sector TIC
La tecnología se ha integrado en todos y cada uno de los aspectos de nuestra sociedad. Nuestra forma de comunicarnos y relacionarnos con los demás, de acceder a la información, incluso nuestra manera de trabajar está permanentemente relacionada con la constante evolución del sector tecnológico. Como no podía ser de otra manera, esta progresiva relevancia de la innovación se extiende, al ámbito financiero. Sin más lejos, en el fascinante y apasionante mundo de la inversión, hay un sector que lleva desatando el entusiasmo entre los grandes fondos de inversión: la tecnología. En los últimos años, el auge de la innovación y la revolución tecnológica ha llevado a las empresas del sector a ocupar un lugar privilegiado en las carteras de los inversores más audaces. ¿Pero, qué es lo que hace que las compañías tecnológicas sean tan irresistibles para los inversores? La respuesta radica en su poder revolucionario y su capacidad para cambiar el juego por completo. Estas empresas están en constante búsqueda de la próxima gran idea, el producto o servicio que revolucione industrias enteras y domine los mercados. Un potencial sin precedentes Pero no se trata sólo de innovación por innovación, sin ningún tipo de orden ni criterio. Las empresas tecnológicas también ofrecen un potencial de crecimiento sin precedentes. Con modelos de negocio flexibles y capaces de llegar a audiencias globales en un abrir y cerrar de ojos, estas empresas pueden crecer a una velocidad inimaginable, generando ganancias económicas realmente asombrosas. La inversión en el sector tecnológico también se ve respaldada por las suculentas expectativas de dirigirse a compañías que puedan llegar a mantener ventajas competitivas duraderas. Aquellas empresas que lideren el mercado en términos de innovación tienen una posición privilegiada para superar a sus competidores y mantenerse en la cima. Esto brinda un fuerte atractivo para los inversores, seducidos por la posibilidad de obtener retornos sostenibles a largo plazo. Pero hay algo más en juego: la capacidad de adaptación y la mentalidad de cambio constante que caracterizan a las empresas tecnológicas. En un mundo en constante evolución, donde las tecnologías emergentes y las tendencias cambian rápidamente, estas compañías tienen la habilidad de anticiparse y aprovechar las oportunidades antes que nadie. Esto genera entusiasmo, debido a la opción de generar, también, beneficios significativos en un corto período de tiempo –lo que conocemos comúnmente como “pelotazos”–. En definitiva, la inversión en el sector tecnológico es como adentrarse en un emocionante viaje lleno de posibilidades y recompensas. Las empresas tecnológicas, con su poder innovador, su potencial de crecimiento exponencial y su capacidad de adaptación constante, han conquistado el interés de los grandes fondos de inversión. Estos inversores, anhelosos de obtener rendimientos sólidos y atrevidos en sus decisiones, no pueden resistirse a la llamada de un sector en constante evolución y en el que las oportunidades parecen hoy en día infinitas. COVID- 19, punto de inflexión para el sector El sector tecnológico, un verdadero imán para los inversores, ha experimentado un punto de inflexión sin precedentes gracias a la pandemia de la covid-19. Según varios informes recientes, este sector ha sido uno de los más resilientes y prometedores durante estos tiempos de incertidumbre global. La crisis sanitaria mundial aceleró la adopción masiva de tecnologías digitales en todas las esferas de la vida. Empresas de todos los tamaños y sectores se vieron obligadas a adaptarse rápidamente, lo que generó una enorme demanda de soluciones tecnológicas innovadoras. Un claro ejemplo de esta tendencia es el auge del comercio electrónico. Con las restricciones de movimiento y el distanciamiento social, las compras en línea se dispararon, lo que impulsó la demanda de plataformas de comercio electrónico, logística y servicios de entrega. Gigantes como Amazon y Alibaba han visto un crecimiento exponencial en sus operaciones y han establecido nuevos récords de ventas. Además del comercio electrónico, otros subsectores tecnológicos han experimentado un crecimiento significativo. Las videoconferencias se convirtieron en la nueva norma y plataformas como Zoom experimentaron un auge sin precedentes, con millones de usuarios que buscaban mantenerse conectados en un mundo cada vez más virtual. La telemedicina también se ha convertido en un campo de crecimiento destacado. Las consultas médicas en línea, la monitorización remota de pacientes y la entrega de medicamentos han cobrado protagonismo para garantizar la atención médica continua y segura durante la pandemia. El sector fintech también ha experimentado una evolución notable. Con el distanciamiento social y el cierre de sucursales bancarias, los servicios financieros digitales, como las aplicaciones de pago y las plataformas de préstamos en línea, han ganado popularidad y se han convertido en una parte integral de la vida cotidiana. En definitiva, la pandemia de la covid-19 ha actuado como un catalizador para el sector tecnológico, desencadenando una explosión de demanda en subsectores clave como el comercio electrónico, las videoconferencias, la telemedicina y los servicios financieros digitales. Estas tendencias han impulsado el interés de los inversores, ya que han demostrado ser sectores resilientes y en crecimiento en medio de la adversidad. Como resultado, el sector tecnológico se ha consolidado como una opción atractiva y prometedora para aquellos que buscan rendimientos sólidos y oportunidades de inversión en un mundo en constante transformación digital. ¿Y los riesgos? En el vertiginoso mundo de la inversión tecnológica, se vislumbran promesas de lucro, pero también se encuentran riesgos que exigen una mirada atenta. La volatilidad intrínseca al mercado tecnológico, con sus repentinas oscilaciones, plantea desafíos considerables. La competencia feroz entre empresas por la innovación constante añade una dimensión adicional de incertidumbre. Además, cambios regulatorios y políticos pueden sacudir el valor de las acciones tecnológicas. Para navegar exitosamente en este terreno de oportunidades y trampas, se requiere cautela, análisis exhaustivo y una estrategia sólida de gestión de riesgos. La inversión tecnológica ofrece el potencial de grandes recompensas, pero sólo aquellos que aborden estos retos con inteligencia podrán asegurar su éxito financiero en este emocionante y competitivo panorama. El sector tecnológico y su atractivo irresistible En medio de la creciente importancia de la tecnología en nuestras vidas, el sector se ha convertido en una atracción irresistible para los inversores. Con su poder innovador, potencial de crecimiento exponencial y capacidad de adaptación constante, las empresas tecnológicas han conquistado el interés de los grandes fondos de inversión. La pandemia de la covid-19 actuó como un catalizador para el sector, impulsando el crecimiento en subsectores clave como el comercio electrónico, las videoconferencias, la telemedicina y los servicios financieros digitales. Sin embargo, no se puede ignorar los riesgos asociados, como la volatilidad del mercado y la competencia feroz. La inversión en tecnología requiere cautela, análisis y una estrategia sólida de gestión de riesgos para aprovechar las oportunidades y garantizar el éxito financiero en un mundo en constante transformación digital.
¿Por qué crece el apetito inversor hacia el sector de la enseñanza?
Invertir en educación superior es una opción idónea que tienen los fondos de inversión para obtener altas rentabilidades (rendimientos elevados y constantes en el tiempo), al mismo tiempo que contribuyen al desarrollo económico y social, impactando positivamente según los criterios ESG. Según datos facilitados por el Ministerio de Universidades, el número de alumnos que cursan un Máster en España se ha duplicado en la última década y, a día de hoy, sólo los matriculados en los másteres oficiales rondan los 250.000 alumnos en España. La creciente demanda de este tipo de formación no ha pasado inadvertida para los fondos de inversión, que han incrementado sustancialmente su apetito inversor hacia el sector de la enseñanza superior. La ven como una actividad estable, rentable y con un enorme potencial de crecimiento. Un activo extraordinario en lo relativo al tan importante binomio rentabilidad riesgo, ideal para incluir en sus carteras diversificadas. Por estas razones, los grandes grupos inversores internacionales han intensificado sus adquisiciones de compañías educativas en nuestro país. Además, la educación es un sector defensivo. Una actividad con extraordinaria resiliencia a los ciclos económicos y cuyos márgenes operativos resultan realmente atractivos. Asimismo, al tratarse de un sector muy estable, la previsión de sus flujos de caja (saldo neto del negocio que permite estimar la capacidad para atender la deuda) es ostensiblemente más predecible, respecto a otras actividades más volátiles. Asimismo, la educación es un servicio imprescindible para el desarrollo social y económico de la sociedad. Por esta razón, la actividad educativa encaja a la perfección con los criterios corporativos, sociales y medioambientales de impacto positivo que buscan cada vez más los inversores. Casos de éxito en España A pesar del creciente interés por la formación, el apetito inversor hacia la educación privada española no es una novedad. Ni mucho menos. Sin ir más lejos, el fondo de inversión suizo Partners Group ha venido adquiriendo desde 2014, un total de 11 centros en nuestro país para incorporarlos a su red International Schools Partnership (ISP, un gigante de la educación privada internacional que cuenta con más de 50 centros repartidos en 13 países). Otro ejemplo, en este caso relacionado con las universidades privadas, es el de Permira. El grupo británico de capital de inversión adquirió en 2018 los derechos de los centros de la Universidad Europea de Madrid, Valencia, Canarias y Portugal por un total de 770 millones de euros. La también británica, firma de capital riesgo CVC Partners –que no ha dejado de acaparar titulares en de la prensa económica de nuestro país por su vinculación con la Liga de Fútbol Profesional– es otro de los ejemplos más notorios del interés inversor por la educación en España. Así, en 2019, CVC adquirió la Universidad Alfonso X el Sabio por cerca de 1.000 M€.
Líderes en Capex: Las mil empresas con mayor inversión en bienes de capital
En un entorno económico que resulta cada vez más dinámico y competitivo, la inversión es uno de los indicadores clave para determinar el crecimiento y la fortaleza del tejido empresarial. En este sentido, la inversión necesaria para mantener o expandir los bienes de capital (instalaciones, maquinaria, etc.) de una empresa, en el ámbito financiero conocido como Capex (Capital Expenditure, por sus siglas en inglés), desempeña un papel fundamental. La inversión en Capex contribuye notablemente a la innovación y la competitividad de las compañías. En un ecosistema empresarial globalizado, en el que los avances tecnológicos son prácticamente constantes, las empresas deben saber adaptarse de manera ágil para poder sobrevivir y evolucionar. Asimismo, la inversión en inmovilizado juega un rol esencial en la sostenibilidad a largo plazo de las compañías. Aquellas que destinan fondos a la realización de mejoras en sus infraestructuras consiguen disminuir ostensiblemente sus costes operativos (lo que repercute favorablemente en su rentabilidad) y mejorar, además, su eficiencia energética (disminuyendo, así, su impacto medioambiental). Por ello, en Economía 3 analizamos las 1.000 empresas con mayor inversión en bienes de capital. Un selecto elenco de compañías que destaca por su enfoque estratégico en la inversión de activos a largo plazo que les permite fortalecer su capacidad productiva, impulsar su innovación y mejorar su competitividad en el mercado. Para la elaboración de este informe se han empleado los estados financieros, tanto individuales como consolidados, correspondientes al ejercicio 2021. A continuación, detallamos la evolución de las mil empresas que más invierten en Capex en España. Consulta aquí el listado de las 1.000 empresas líderes españolas en Capex El indicador Capex El Capex es la inversión o gasto en capital que realiza una empresa para adquirir, mantener o mejorar su inmovilizado fijo. Se trata de un indicador muy relevante, ya que el crecimiento y los flujos de caja de una compañía dependen, en gran medida, de las inversiones que esta realice. Para calcular esta magnitud, de manera concisa y sencilla, hemos recurrido a los Balances y las Cuentas de Pérdidas y Ganancias de las compañías. La fórmula que hemos utilizado es la siguiente: CAPEX = INMOVILIZADO MATERIAL (AÑO T) – INMOVILIZADO MATERIAL AÑO T-1) +AMORTIZACIÓN (AÑO T) Distribución geográfica De las 1.000 empresas que más aportan la sociedad de nuestro país, prácticamente la mitad (448) tienen su ubicación en la Comunidad de Madrid. Le sigue, a una distancia considerable, Cataluña, con un total de 138 integrantes dentro de nuestro particular ranking. La Comunitat Valenciana, con un 7% del total (70 empresas) completa el podio. País Vasco y Galicia con 67 y 51 empresas, respectivamente, ocupan el cuarto y el quinto lugar. Estas cinco regiones aglutinan el 77,40% (774 compañías) del total de nuestro estudio. En situación opuesta se encontrarían las comunidades autónomas de Cantabria (nueve empresas), La Rioja (ocho empresas) y Extremadura (tres empresas). Todas ellas por debajo de la decena de representantes. Una inversión de más de 142.050 M€ Las 1.000 líderes de inversión en Capex destinaron, teniendo en cuenta sus estados financieros de 2021, más de 142.050 millones de euros a la adquisición, mantenimiento y mejora de sus bienes de capital. Una espectacular movilización de fondos que merece la pena contextualizar para entender mejor su dimensión. Sin ir más lejos, la cifra supera en importe el Producto Interior Bruto de países como Argelia, Marruecos y Eslovaquia. Asimismo, la inversión en bienes de capital de este elenco de empresas se incrementó un 46,43%, respecto a los casi 97.009 millones de euros que destinaron en 2020. En efecto, la progresión intermedia de esta magnitud (mediana) en el conjunto de empresas superó claramente el doble dígito (26,47%) Tras un aciago 2020, lastrado por el impacto de la pandemia, las empresas experimentaron una notoria recuperación en 2021. Prueba de ello es que de las 1.000 compañías que integran nuestro ranking, 620 (62%) incrementaron su inversión en Capex. Como no podía ser de otra manera, esta considerable mejora en la inversión de bienes de capital sólo se puede explicar con la evolución favorable de los ingresos que tuvieron estas empresas durante el ejercicio 2021. Así, el crecimiento intermedio de los ingresos de este elenco de empresas (mediana) se estableció en el 15,99%. De hecho, el 74,60% de las 1.000 compañías incrementaron sus ventas. La inversión como una de las claves del éxito empresarial Como hemos visto a lo largo de todo el informe, la inversión en bienes de capital es imprescindible para el óptimo crecimiento y desarrollo del tejido empresarial y, por tanto, de la economía en general. Asimismo, cuando las compañías invierten en sus activos a largo plazo para expandirse y modernizarse se crea una demanda de puestos de trabajo adicionales que contribuye a estimular el empleo y el crecimiento económico. Por tanto, desde la mejora de la productividad, la rentabilidad y la competitividad, hasta la promoción de la innovación y la sostenibilidad, el Capex es un factor determinante para que las empresas puedan ser sostenibles a largo plazo y, de este modo, contribuir al progreso económico y social. Consulta en la imagen inferior el listado de las 1.000 empresas líderes españolas en Capex:
Las 1.000 empresas con mayor impacto social: Líderes en aportación a la sociedad
Además de producir los bienes y servicios demandados por los consumidores y satisfacer sus necesidades, el rol que desempeñan las empresas en la sociedad va mucho más allá. El tejido empresarial tiene un papel vital en el desarrollo económico y social. Como creadoras de empleo y riqueza, las empresas contribuyen inconmensurablemente al desarrollo económico y social. Los ingresos fiscales que generan las empresas con su pago periódico de impuestos permiten la financiación de los servicios públicos. Algunos tan vitales para el progreso de la sociedad como la sanidad, la educación y la inversión en infraestructuras. Asimismo, las empresas son fuente constante de innovación y de adaptabilidad a un entorno cada vez más dinámico y competitivo. En definitiva, las corporaciones contribuyen al bienestar y a la evolución de la sociedad, mejorando su calidad de vida. Por ello, en Economía 3 analizamos las 1.000 líderes en Aportación a la Sociedad. Un selecto elenco de compañías que, con su esfuerzo y contribución, representan un auténtico pilar para el mantenimiento y el fortalecimiento del estado del bienestar en nuestro país. Consulta aquí el listado de las 1.000 empresas que más aportan a la sociedad A partir de los estados financieros –tanto individuales como consolidados– correspondientes al ejercicio 2021 detallamos la evolución de las mil empresas que más aportan a la sociedad en España. Ratio de Aportación a la Sociedad de Economía 3 El valor que aporta el tejido empresarial a nuestra sociedad es realmente incalculable. No obstante, en Economía 3 hemos desarrollado una métrica propia para cuantificarlo: Ratio de Aportación a la Sociedad de Economía 3. A partir de la suma de las partidas financieras del gasto en salarios y el pago del tributo sobre beneficios (Impuesto de Sociedades) hemos obtenido esta particular magnitud con el objetivo de calcular, de una manera concisa y sencilla, el impacto de las empresas en la sociedad. Distribución geográfica De las 1.000 empresas que más aportan la sociedad de nuestro país, prácticamente la mitad (495) tienen su ubicación en la Comunidad de Madrid. Le sigue, a una distancia considerable, Cataluña, con un total de 162 integrantes dentro de nuestro particular ranking. País Vasco, con un 6,60% del total (66 empresas) completa el podio. La Comunitat Valenciana y Galicia con 56 y 47 empresas, respectivamente, ocupan el cuarto y el quinto lugar. Estas cinco regiones aglutinan el 82,60% (826 compañías) del total de nuestro estudio. En situación opuesta se encontrarían las comunidades autónomas de Canarias (nueve empresas), Castilla-La Mancha (ocho empresas), Extremadura (cinco empresas) y La Rioja (cuatro empresas). Todas ellas por debajo de la decena de representantes. Una aportación a la sociedad de 256.515 millones de euros Las 1.000 líderes de aportación a la sociedad reportaron, teniendo en cuenta sus estados financieros de 2021, más de 256.515 millones de euros. Una cifra estratosférica que merece la pena contextualizar para entender mejor su dimensión. Sin ir más lejos, esta contribución supera en importe el Producto Interior Bruto de países como Portugal, Nueva Zelanda y Grecia. Asimismo, la contribución a la sociedad de este elenco de empresas se incrementó un 13,09%, respecto a los casi 226.832 millones que aportaron en 2020. En efecto, la progresión intermedia de esta magnitud (mediana) en el conjunto de empresas se situó muy próximo al doble dígito (8,71%) Tras un aciago 2020, lastrado por el impacto de la pandemia, las empresas experimentaron una notoria recuperación en 2021. Prueba de ello es que de las 1.000 compañías que integran nuestro ranking, 761 (76,10%) incrementaron su repercusión en la sociedad. Como no podía ser de otra manera, esta considerable mejora en el Ratio de Aportación a la Sociedad de Economía 3 solo se puede explicar con la evolución favorable de los ingresos que tuvieron estas empresas durante el ejercicio 2021. Así, el crecimiento intermedio de los ingresos de este elenco de compañías (mediana) se estableció en el 10,48%. De hecho, el 76,10% de ellas incrementaron sus ventas. RSC, la clave para prolongar el éxito Como hemos visto a lo largo de todo el informe, el impacto del tejido empresarial en la sociedad es enorme. Las empresas cada vez son más conscientes de esta situación, por ello dedican recursos y realizan importantes esfuerzos para que su impacto positivo en la sociedad sea mayor. En este sentido, el progreso y la concienciación de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) resulta esencial. Los múltiples desafíos económicos y sociales que tenemos por delante exigen que las empresas dirijan su actividad de manera sostenible y ética. Esto implica una mayor preocupación por sus diferentes grupos de interés (clientes, proveedores, trabajadores, etc.), el medioambiente y la sociedad en general. Los avances que se han producido en este aspecto han sido y son importantes. No obstante, queda todavía un largo camino por recorrer. Solamente así la mejora de la competitividad y la aportación de valor añadido –su crecimiento, en definitiva– de las empresas contribuirá a la mejora económica y social de la sociedad. Consulta en la imagen inferior el listado de las 1.000 empresas que más aportan a la sociedad:
Ranking: Las mil empresas líderes más longevas del tejido empresarial español
En torno al 20% de las empresas que se constituyen en nuestro país tiene una esperanza de vida inferior a un año. Esta es la realidad del tejido empresarial español según los datos recogidos en la Estadística de Demografía Empresarial elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Si prolongamos el ciclo de vida hasta los cinco años, tan solo el 45% sobrevive. Por tanto, la longevidad se convierte en una anhelada cualidad para cualquier compañía que comienza su andadura. Todo un factor determinante muy ligado al tan deseado éxito empresarial. Por ello, en Economía 3 analizamos las 1.000 líderes de Larga Trayectoria. Un privilegiado elenco de compañías que simbolizan todo un ejercicio de resiliencia. Empresas que a lo largo de los años –en algunos casos siglos– han sido capaces de adaptarse a todos los cambios (sociales, económicos, etc.) de un entorno dinámico para poder, así, perdurar en el tiempo. Consulta aquí el listado de las 1.000 empresas líderes de Larga Trayectoria. Para la elaboración de este informe hemos contado, de nuevo, con la colaboración de nuestro proveedor habitual de información económico-financiera, Infocif. A partir de los estados financieros (tanto individuales como consolidados) correspondientes al ejercicio 2021, detallamos la evolución de las mil empresas más longevas de España que facturan más de dos millones de euros. Las fechas de constitución atienden, también, a las registradas en las memorias depositadas en el Registro Mercantil, con la excepción de aquellas que nos han facilitado el dato (señaladas con un asterisco). Las 5 líderes más longevas Recorremos ahora el listado de las cinco empresas más longevas de España. En primer lugar se sitúa Casa Ganaderos de Zaragoza. Una cooperativa integrada, hoy en día, por 270 socios, todos ellos ganaderos de ganado ovino que dan continuidad a una historia que se inició en 1218. Es decir, una entidad con un recorrido de más de ocho siglos que fue fundada por un histórico personaje de la talla de Jaime I de Aragón ‘El Conquistador’. En la actualidad, esta cooperativa ubicada en la capital aragonesa se dedica a la comercialización de carne de cordero proveniente de sus granjas asociadas, encargadas, también de preservar una historia que se inició en el siglo XIII. En segundo lugar, se encuentra la fabricante de papel Pere Vals. Una empresa barcelonesa cuyos orígenes se remontan a los molinos de Cal –construidos a mediados del siglo XVI–. «Donde el pasado y el futuro se abrazan» reza su lema que después de nueve generaciones familiares perdura, todavía, en el tiempo. Con casi cinco siglos de vida esta compañía, fundada en 1533, ha sabido adaptarse a los tiempos actuales primando la responsabilidad medioambiental como uno de sus grandes valores. Permanecemos en la provincia de Barcelona para avistar la tercera posición del ranking. La medalla de bronce sería para Codorníu, la empresa vitivinícola más antigua de nuestro país. Una empresa de carácter familiar cuya ilustre marca –especialmente conocida por sus cavas– cuenta con más de 450 años de historia. Codorníu, creada en 1551, cuenta en la actualidad con 15 bodegas, más de 3.000 hectáreas en propiedad y presencia internacional en más de 50 países, siendo, así, uno de los grandes buques insignia español en lo relativo a la exportación de vinos y cavas. Almendra y Miel S.A. se eleva hasta la cuarta posición de esta particular clasificación. La compañía que aglutina algunas de las marcas de turrones más arraigadas dentro de la sociedad española (1880 ‘el turrón más caro del mundo’, Doña Jimena, El Lobo, etc.) fue fundada en 1725 por la familia Sirvent, siendo una de las empresas familiares más antiguas de nuestro tejido empresarial. Esta compañía alicantina, especializada en la elaboración de dulces y turrones, cuenta con el aval de casi 300 años de tradición y por ella han pasado ya 11 generaciones. Finalmente, nos trasladamos de nuevo a una bodega para alcanzar el quinto puesto del ranking: Bodegas Alvear. La compañía vitivinícola cordobesa, de carácter familiar, fue fundada en 1729. Es decir, 294 años de historia para un bodega que cuenta con extensos viñedos situados en los más famosos pagos de la Sierra de Montilla y Moriles. Alvear en la actualidad distribuye sus marcas por todo el territorio nacional, siendo su principal mercado el área mediterránea desde Cataluña hasta Algeciras. La bodega vende, también, fuera de España el 40% de su producción en más de 25 países, dando evidencia de la importante internacionalización de su bodega. La cepa protagonista de esta compañía es la Pedro Ximénez, uva que se convierte en la base única de sus vinos dulces, finos, olorosos y amontillados. Distribución geográfica De las mil empresas más antiguas de España, la mitad tienen su origen en Cataluña (267 compañías) y en la Comunidad de Madrid (233 compañías). Les siguen, a una distancia considerable, la Comunitat Valenciana y el País Vasco con 142 y 110 empresas, respectivamente, entre las mil de este ranking de larga trayectoria. En situación opuesta se encontraría Extremadura (una empresa) y las ciudades autónomas de Ceuta (tres empresas) y Melilla (una empresa). Antigüedad de las líderes más longevas De las mil integrantes objeto de análisis tan sólo 11 (1,10 %) se fundaron hace más de 200 años. Menos aún, 10 (1 %), presentan una longevidad entre 150 y 200 años. Entre 125 y 150 años de vida la cifra se eleva hasta las 34 empresas (3,40 %). Esta cota se triplica hasta el 9,70 % del total (97 empresas) en el caso de las empresas con una trayectoria entre 100 y 125 años de antigüedad. Las empresas con una trayectoria entre 75 y 100 años se elevan hasta las 291 compañías (29,10 % del total). Finalmente, las empresas con una longevidad inferior a los 75 años son las más prolíferas de nuestro ranking, representando más de la mitad de este (55,70 %). Tras un nefasto 2020 para el conjunto global de la economía –en que las empresas más longevas volvieron a exhibir una vez más su asombrosa capacidad de resiliencia–, 2021 fue el ejercicio de la recuperación. Las compañías más antiguas de nuestro país no se mantuvieron, ni mucho menos, al margen de esta coyuntura. De esto modo, casi 8 de cada 10 (77,70 %) de las mil empresas lideres de larga trayectoria incrementó su facturación. Además, el crecimiento intermedio de los ingresos de este elenco de empresas (mediana) se sitúo en el 11,95 %. Un dato realmente bueno, por encima del doble dígito. Desde el punto de vista de la rentabilidad, la evolución fue igual de positiva. De este modo, el 66,70 % de las integrantes del ranking incrementaron sus ganancias. Asimismo, el crecimiento intermedio de los beneficios de este listado de compañías (mediana) se estableció en el 34,63 %. Un rendimiento espectacular que manifiesta el excelente ejercicio que resultó ser el 2021 para estas sociedades. Cómo prolongar el éxito Alcanzar el éxito es uno de los objetivos más difíciles que motiva la actividad de cualquier empresa. No obstante, prolongar ese mismo éxito en el tiempo es una aspiración más ardua, todavía. De hecho, la reducción de la mortalidad empresarial es uno de los grandes retos que nuestro tejido empresarial tiene por delante. Resulta realmente asombrosos el ejercicio de resiliencia llevado a cabo por estas mil líderes de larga trayectoria, capaces de mantenerse perennes al paso del tiempo (siglos en los casos más destacados). No obstante, y como hemos visto en el informe, las empresas más antiguas de nuestro país se encuentran en perfectas condiciones para afrontar un futuro, al menos tan longevo, como su exitoso pasado. Puedes acceder al listado haciendo clic sobre la imagen:
La lucha contra la inflación dispara la carga financiera de miembros de la OCDE
Los esfuerzos por parte de los bancos centrales para doblegar definitivamente la inflación están comenzando a penalizar a las arcas públicas de los gobiernos. Así lo indica el último informe publicado por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico). De este modo, el endurecimiento de las condiciones de financiación ha más que duplicado los costes financieros de estos países en apenas dos años. Asimismo, y a pesar de que el endeudamiento público se ha ralentizado desde que este alcanzara su cénit en 2020 para paliar los efectos devastadores de la pandemia, el gasto de los Estados se volverá a incrementar hasta un 6% en 2023. Malas noticias para las ya sobreendeudadas finanzas de los 38 integrantes de esta organización internacional de carácter intergubernamental. Incrementos desde el 0,8% al 5,3% en los tipos de interés Desde que la inflación comenzara a descontrolarse, en el último tercio de 2021 y durante todo el año 2022, los bancos centrales del considerado ‘mundo desarrollado’ se han visto forzados a restringir su política monetaria para poder moderar la meteórica progresión de los precios. Además, estas subidas en los tipos de interés se han agudizado a raíz de las de la irrupción de múltiples incertidumbres sobre la economía global y las tensiones geopolíticas. Especialmente la guerra de Ucrania, la cual se inició hace ya quince meses y cuya fecha de resolución es, todavía, completamente incierta. No obstante, el giro de 180 grados que se ha producido en la política monetaria no ha tenido la misma intensidad en la totalidad los países OCDE. De esta forma, los considerados ‘emergentes’ y los europeos fuera del paraguas de la Unión Europea ha sido los más agresivos en lo relativo al incremento del precio del dinero. Así, en Hungría los tipos de interés se dispararon hasta el 13% durante el último mes del año pasado. Una autentica barbaridad, teniendo en cuenta que las condiciones de financiación en el país magiar tuvieron un mínimo del 0,6% durante el periodo 2021-2020). También, fueron reseñables los casos Colombia (12%), Chile (11,2%) y México (10,5%), en los que los mínimos para el mismo periodo se situaron en el 1,8%, 0,5% y 4%, respectivamente. En nuestro caso, el endurecimiento financiero fue ostensiblemente menos intenso. No obstante, el Banco Central Europeo subió los tipos de interés desde el 0% hasta el 2,5% en menos de 6 meses. Sin embargo, la institución presidida por Christine Lagarde mantiene actualmente el precio del dinero en la eurozona en el 3,75% y es muy probable que este siga subiendo a lo largo del ejercicio. Un preocupante encarecimiento de la deuda de más del 135% Como consecuencia de la notable subida de los tipos de interés, el coste de la deuda emitida por los estados de la OCDE pasó del 1,4% en 2021 al 3,3% en 2022. Es decir, más de un 135% de sobrecoste en la emisión conjunta de deuda de este particular elenco de países en tan solo doce meses. Este encarecimiento en las condiciones de financiación resulta muy perjudicial para las economías de estos países, lo cuales tuvieron que realizar un esfuerzo adicional debido a la pandemia. En la mayoría de los casos, los estados OCDE cuentan con un elevado endeudamiento -a menudo, considerablemente superior al 100% del PIB-, por lo que un incremento del coste asociado a esa deuda puede mermar notablemente la capacidad de estos gobiernos para cumplir con sus compromisos financieros. Por otro lado, habrá que estar muy pendientes de que la subida de los tipos de interés no acentué su actual tendencia alcista, ya que podría acabar afectando gravemente al empleo y al crecimiento económico. De momento, la política monetaria actual ya le ha empezado a pasar factura a las arcas públicas de los considerados países desarrollados.
Estados Unidos flirtea con el default: ¿Desastre financiero global a la vista?
Durante las últimas sesiones, el techo de la deuda estadounidense está monopolizando la atención de los mercados financieros. El actual límite de endeudamiento de la primera potencia económica del mundo es de 31,4 billones dólares. No obstante, este tope se alcanzó el pasado 19 de enero. Desde esa fecha, la Administración norteamericana ha recurrido a soluciones temporales para poder salir al paso. Sin embargo, estos parches de carácter extraordinario tienen una fecha límite: el próximo 1 de junio. Si vencido ese deathline el Ejecutivo no ha llegado a un acuerdo para extender su tope de deuda, Estados Unidos se vería irremediablemente avocada al primer default de su historia. Un desastre económico sin precedentes para la gran dominadora de las finanzas internacionales que desataría una crisis financiera a nivel global. ¿En qué consiste el techo de gasto? El techo de gasto es una norma, introducida por primera vez en Estados Unidos en 1917, que establece el límite máximo de fondos que puede tomar prestados el Gobierno para financiar sus gastos. El gigante norteamericano no es una excepción y, como en la inmensa mayoría de las economías occidentales, su nivel de gasto es superior al de los ingresos que genera mediante la recaudación de impuestos. El déficit resultante, es financiado por otras instituciones (países, inversores, etc.) mediante la compra de títulos emitidos por el Estado. La cantidad de títulos que puede emitir el Gobierno es finita y la determina el techo de gasto, el cual es fijando consensuadamente por el poder ejecutivo. Si en su origen esta norma tenía como objetivo facilitar la financiación, en la practica se ha convertido en un mecanismo que restringe el endeudamiento, siendo, además, fuente permanente de intensas disputas políticas durante las últimas décadas. Una cuestión más política que económica La cuestión del techo de gasto se ha convertido, por tanto, en una disputa eterna entre demócratas y republicanos que tiene lugar en el Congresos de los Estados Unidos. A un año y medio de las próximas elecciones presidenciales, esta lucha parece que se ha agudizado como hacía tiempo no ocurría. En la actualidad, los republicanos tienen el control de la Cámara Baja, el cual están utilizando para dificultar la aprobación del incremento del techo de endeudamiento y exigir importantes reducciones presupuestarias. Una estrategia política con la que pretender transmitir a su electorado su firme oposición a los planes de Gobierno de la Administración Biden. Cada vez que el techo de la deuda se ha aproximado a su límite el Congreso ha incrementado el tope. No obstante, en esta ocasión, y con la próxima carrera presidencial hacia la Casa Blanca en el horizonte, la situación se está tensando más de lo normal y necesario. Por consiguiente, no encontramos ante un problema político y no económico. La economía estadounidense continúa siendo la más robusta del mundo, por lo que su capacidad par atender todas sus deudas está fuera de toda duda. Sin embargo, y a raíz de la controversia derivada de la norma del techo de deuda, la cuerda podría tensarse más de lo deseado y desembocar en una catástrofe financiera sin precedentes que desemboque en una desestabilización global de los mercados financieros. ¿Qué ocurría si Estados Unidos entra default? Si, finalmente, demócratas y republicanos no alcanzaran un acuerdo antes del 1 de junio Estados Unidos entraría en default. Es decir, sería incapaz de atender la deuda soberana que venciera en ese momento. Un auténtico desastre para la primera potencia económica del mundo y, por tanto, para las finanzas internacionales. El impago estadounidense crearía una crisis de confianza sin precedentes en un sistema financiero actual muy vinculado al país norteamericano. El consiguiente desplome de la calificación crediticia de EE. UU. derivaría en una volatilidad e incertidumbre de los mercados que amenazaría con un nuevo colapso de los mercados financieros a nivel global. Asimismo, la hegemonía del dólar estaría en serio peligro. En definitiva, una falta de acuerdo final entre ambos partidos sería uno de los mayores atentados contra la coherencia y la responsabilidad que se han producido en la historia. No obstante, la capacidad de autodestrucción del ser humano es en ocasiones asombrosa. Veremos.
Estas son las 10 empresas tecnológicas más valiosas del mundo
En los últimos años, la tecnología se ha integrado en todos y cada uno de los aspectos de nuestra sociedad. Nuestra forma de comunicarnos y relacionarnos con los demás, de acceder a la información, incluso nuestra manera de trabajar, está permanentemente relacionada con la constante evolución del sector tecnológico. Esta progresiva relevancia de la innovación se extiende, como no podía ser de otra manera, al ámbito financiero. De este modo, las compañías tecnológicas se encuentran, a menudo, a la vanguardia de los mercados. Por ello, y a pesar de los altibajos propios de la bolsa y las múltiples incertidumbres globales, las empresas pertenecientes al sector son una de las opciones más atractivas para los inversores. Debido a su capacidad de generar rendimientos económicos ingentes y su potencial de crecimiento esta clase de compañías tienen una presencia cada vez mayor en las carteras de inversión más selectas. Así pues, en Economía 3 repasamos las 10 compañías tecnológicas más valiosas de la economía mundial. Un elenco de entidades que representan la élite del sector y cuyo valor conjunto en el mercado roza los 10 billones de euros. Dominio absoluto del Nasdaq norteamericano Estados Unidos siempre se ha caracterizado por disfrutar de un ecosistema empresarial muy desarrollado y favorable para las startups y las empresas tecnológicas. De hecho, este aspecto sigue siendo un factor esencial para el mantenimiento de su condición de primera potencia económica mundial (veremos por cuánto tiempo). En este contexto, no es de extrañar que las siete compañías tecnológicas con más valor en el parqué bursátil estén ubicadas en el país norteamericano. Este hecho refleja el dominio que Estados Unidos sigue manteniendo, todavía, en el ámbito de la innovación y evidencia el estatus de liderazgo que continúa ejerciendo el Nasdaq -siendo la referencia absoluta de las compañías cotizadas- pertenecientes al sector tecnológico-. Apple, Microsoft y Alphabet (Google) lideran el ranking Con un valor de mercado que casi alcanza los dos billones y medio de euros, la compañía de la manzana más célebre del mundo disfruta de la condición de ser la empresa tecnológica más valiosa del mundo. Asimismo, los títulos de Apple registran, en lo que llevamos de ejercicio, una extraordinaria evolución del 32,76%. La medalla de plata sería para Microsoft. De este modo, la compañía fundada por Bill Gates y Paul Allen se eleva hasta la segunda posición, superado los 2,1 billones de euros en el parqué bursátil. Además, los títulos de Microsoft se anotan en 2023 una subida del 35,10%, impulsados por el éxito de su inversión en inteligencia artificial (ChatGPT). En el tercer y último lugar del podio se situaría Alphabet, con un market cap de 1,4 billones de euros. A pesar de padecer un ejercicio complicado en 2022, las acciones del buscador de internet más importante y utilizado del mundo se encuentran en pleno proceso de recuperación. Así, las acciones de Alphabet experimentan en 2023 una revalorización que supera el 35%
¿Se preparan para una nueva crisis? Los bancos disparan sus provisiones un 46%
En su Informe de Estabilidad Financiera de Otoño, publicado por el Banco de España el pasado 11 de noviembre, el supervisor bancario instó a las entidades a incrementar su volumen de provisiones. Por aquel entonces, el máximo regulador monetario de nuestra economía solicitó formalmente a los bancos un incremento de la prudencia, respecto al capital, ante el creciente riesgo de recesión (inflación, guerra en Ucrania, etc.). Asimismo, el colapso de Silicon Valley Bank, a mediados de marzo, desató el temor a un efecto contagio que derivara en una crisis global del sector bancario. Finalmente, y tras unas intensas turbulencias dentro de industria -las cuales supusieron, también, la quiebra de otras entidades debido a una retirada masiva de depósitos que las arrastró a una situación de insolvencia-, las aguas parecen haberse calmado. Sin embargo, las principales entidades españolas han optado por seguir los consejos del regulador, incrementado sustancialmente su partida de provisiones. Casi un 50% más de provisiones de los bancos en el primer trimestre Según el informe trimestral recientemente publicado por la consultora Neovantas, la élite del sector bancario español incrementó, de manera conjunta, su reserva de provisiones hasta los 726 millones de euros durante el primer trimestre del ejercicio. La cifra recoge un crecimiento de las provisiones del 46%, respecto al mismo periodo del año pasado. La incertidumbre global motivada por el colapso de hasta cuatro bancos de tamaño mediano en Estados Unidos y la crisis de la entidad helvética Credit Suisse -la cual salvó la quiebra tras la actuación de las autoridades suizas- han sido determinantes para justificar este incremento de capital llevado a cabo por la gran banca española. En base al contenido del informe, Santander, BBVA, Caixabank, Unicaja y Bankinter han optado por engrosar la cuantía de los beneficios destinados a provisiones por si la coyuntura actual del del mercado -marcada por la elevada incertidumbre- repercutía negativamente en su actividad en España. De este modo, este elenco de entidades ha atendido las recomendaciones realizadas por el Banco de España. Banco Santander y Unicaja fueron las más activas, aumentando su dotación de provisiones un 173,7% y un 83,2%, respectivamente, en relación con el primer trimestre del año pasado. Incremento de las provisiones: ¿estamos en la antesala de una nueva crisis? Las provisiones son reservas o fondos destinados a la cobertura de posibles pérdidas. Estos colchones adicionales son ingresos y beneficios que las entidades generan y actúan como amortiguador en caso de recesión. Las provisiones son una práctica contable y financiera habitual dentro del sector bancario, esencial para garantizar la estabilidad y solidez de este. Al destinar fondos para cubrir posibles pérdidas los bancos se aseguran de contar con el capital suficiente para afrontar posibles complicaciones. De este modo, se protege, además, a los accionistas y a los depositantes de las entidades, lo cual es fundamental para reforzar la confianza hacia el sector. Pero entonces, si las provisiones están destinadas a la cobertura de pérdidas potenciales, ¿estamos en la antesala de una nueva crisis bancaria? No se pueden descartar quiebras adicionales. No obstante, una crisis financiera comparable a la padecida en 2008 es hoy en día una quimera. Lo que sí resulta una certeza es que los principales bancos españoles se encuentran en una mejor disposición para afrontar con mayor solvencia la irrupción de nuevas turbulencias dentro del sistema financiero.
La inflación vuelve a moderarse en Estados Unidos: ¿Qué consecuencias implica?
Al inicio de la jornada de ayer, toda la atención de los mercados financieros se encontraba focalizada y expectante por conocer el último dato de inflación en Estados Unidos. Finalmente, a las 14:30, la Oficina de Estadísticas Laborales del país norteamericano publicaba la tan esperada cifra. De este modo, el IPC de la primera economía mundial, correspondiente al mes de abril, se situó en el 4,9%. Una décima por debajo del 5% previsto. A pesar de que el dato final apenas mejoró las estimaciones previas, se trata de la décima caída consecutiva en el encarecimiento generalizado de los precios en Estados Unidos. Una noticia muy positiva, aunque insuficiente debido a que la evolución de los precios se encuentra muy alejada, todavía, del 2% objetivo al que aspira el principal banco central de la primera economía mundial. ¿Pero qué efectos a corto plazo podemos esperar en los mercados, a raíz de esta nueva suavización de la inflación en Estados Unidos? La moderación de la inflación es esencial para el final del endurecimiento en las condiciones de financiación Desde que en el primer trimestre del año paso los tipos de interés se situaran en el 0% -debido a los estímulos monetario para facilitar la recuperación pospandemia-, la institución, presida por Jerome Powell, ha acometido hasta diez subidas de tipos de interés. Un hecho sin precedentes. En apenas 14 meses, los tipos de financiación han pasado del 0% a situarse en la horquilla comprendida entre el 5% y el 5,25%. Una auténtica barbaridad, que amenaza el crecimiento económico del gigante norteamericano, y, por tanto, la evolución de la economía mundial. Una inflación controlada es síntoma de que la actividad económica goza de estabilidad y no existen presiones excesivas sobre los precios que sobrecalienten la economía. Ante esta situación, se produce un entorno propicio para que los bancos centrales puedan comenzar a reducir los tipos de interés y virar hacia una política monetaria más expansiva. Esto es exactamente lo que espera el mercado. Al menos, a lo largo de este ejercicio. Un acceso a la financiación más asequible que favorezca el crecimiento económico, que cada vez ofrece más síntomas de debilidad y agotamiento. Cuando los tipos de interés se suavizan, los agentes económicos (consumidores y empresas, principalmente) fomentan su nivel de gasto y de inversión, lo cual contribuye a estimular el crecimiento económico. Por el contrario, cuando los tipos de interés se encuentran demasiado elevados -como ocurre actualmente- estos mismos agentes económicos tienden a aplazar sus decisiones de gasto, pudiendo derivar, si la situación se generaliza, en una recesión económica. Expectativas de tipos, factor clave para las bolsas y el mercado de renta fija No es casualidad que el dato de inflación de Estados Unidos acaparara la atención de los inversores. Una evolución de los precios más favorable de lo esperado -como así ha sucedido- deja la puerta abierta a una política monetaria más laxa y los tipos tipo de interés son un factor clave en el desarrollo de los mercados. Una bajada de tipos de interés suele repercutir positivamente en el desarrollo de la renta variable. Al menos, a corto plazo. Las tasas de interés asequibles incrementan el atractivo de la bolsa ya que otros activos como la renta fija pierden atractivo. Además, cuando las condiciones de financiación se ablandan los beneficios de las empresas se incrementan -al tener que asumir costes de financiación más reducidos-, lo cual favorece la cotización de las compañías. Por su parte, una disminución de los tipos de interés incrementa el precio de los activos de renta fija -bonos, principalmente-. Debido a que los inversores no pueden obtener nuevos bonos emitidos con tasas de retorno más altas, las que hay en circulación incrementan su valor.
Estas son las 10 entidades bancarias con mayor valor de mercado del mundo
Desde la caída del Silicon Valley Bank, el sector bancario no ha dejado de acaparar los titulares de la prensa económica mundial. En las últimas semanas hemos asistido a una crisis bancaria sin precedentes en Estados Unidos que llegó a desatar el pánico de los inversores. El miedo a un posible efecto contagio que derivara en un colapso del sistema financiero global, como ocurrió en 2008, inundó de pesimismo los mercados financieros. Si bien los ánimos parecen haberse calmado -tras la actuación de la Reserva Federal-, la incertidumbre todavía perdura. Así, el banco norteamericano First Republic se hundía el pasado martes un 50% en el parqué bursátil tras presentar sus resultados. Merece la pena destacar que las acciones de la entidad californiana, una de las más penalizadas por la masiva fuga de depósitos, han perdido ya más del 95% de su valor desde que se iniciaron las turbulencias. En este contexto de volatilidad dentro de la industria bancaria, resulta interesante conocer cuáles son los bancos más valiosos del mundo. Entidades gigantes, cuyo valor conjunto supera los 1,7 billones de euros, que cuentan con la confianza y el respaldo de los inversores y que destacan por su fortaleza y solvencia. Por ello, en Economía 3 hemos elaborado el ranking con los 10 bancos de mayor capitalización bursátil de la economía global. Diez instituciones bancarias que representan la élite más exclusiva de un sector tan crucial para la economía como lo es el bancario, encargado de facilitar los flujos financieros entre los distintos agentes económicos. JPMorgan Chase, líder absoluto El banco norteamericano, destacado por ser uno de los principales asesores financieros en fusiones y adquisiciones (M&A), es el claro dominador del ranking, con un valor que supera los 359.614 millones de euros en el mercado de renta variable. Asimismo, JPMorgan Chase suma activos en su balance cuyo valor se sitúa por encima de los 2,7 billones de euros. En segundo lugar, nos encontramos con la entidad china ICBC. El mayor banco comercial del gigante asiático -en términos de activos totales y depósitos- con una capitalización bursátil de más de 210.392 millones se eleva hasta la segunda posición. ICBC cuenta, además, con presencia en más de 40 países y una cartera integrada por más de 600 millones de clientes (entre particulares y corporativos). Finalmente, la entidad estadounidense Bank of America ocupa el tercer y último lugar de este particular podio. Las acciones del banco cuya sede central se ubica en Charlotte (Carolina del Norte) tiene un valor en el mercado que supera los 206.324 millones de euros. China y Estados Unidos monopolizan el dominio de la gran banca mundial Las ocho primeras entidades del ranking pertenecen a Estados Unidos y China. Un hecho que pone de manifiesto la vigente disputa entre estas dos superpotencias por ver quién se alza finalmente con la hegemonía mundial. El ámbito bancario es tan solo una batalla más en esta partida sin tregua por adquirir el codiciado rango de primera potencia mundial. Por un lado, los bancos estadounidenses soportan su fortaleza en la enorme internacionalización de sus bancos y la relevancia del dólar como divisa de referencia de la economía mundial. Asimismo, sus principales entidades destacan por el reconocido prestigio internacional y una diversificación en el ofrecimiento de servicios financieros sin igual. En el caso de China, la robustez de su tejido empresarial bancario reside en el enorme tamaño y el potencial de su mercado interno. Además, los bancos chinos cuentan con el respaldo de un Estado que posee la mayoría de las acciones de las entidades, lo que las dota de una solvencia y estabilidad envidiable. En resumen, los bancos estadounidenses y chinos son los más valiosos del mundo porque reflejan el poder económico y político de sus respectivos países, así como su capacidad de adaptación e innovación en un entorno financiero globalizado cada vez más competitivo. Europa, en segundo plano Los bancos europeos quedan relegados a posiciones inferiores, siendo el primero el HSBC del Reino Unido (novena posición) y el segundo el BNP Paribas de Francia (puesto número 22). Este hecho refleja la decadencia del Viejo Continente en la esfera económica internacional. El banco español más grande por capitalización bursátil es el Banco Santander. La entidad presidida por Ana Botín, con un valor de mercado de 53.944 millones de euros, ocupa el puesto número 30.
Estas son las 10 empresas más valiosas de la Unión Europea
Este lunes se producía un hito histórico en el parqué bursátil del Viejo Continente. Por primera vez en la historia, una empresa europea superaba la simbólica cifra del medio billón de dólares de capitalización. De este modo, el imperio francés del lujo Louis Vuitton Moët Hennessy (LVMH), controlado por la familia Arnault, lograba todo un récord para la renta variable europea después de llegar a superar los 904 euros por acción. Con motivo de este acontecimiento, en Economía 3 hemos elaborado un ranking con las 10 empresas más valiosas de la Unión Europea. Un privilegiado elenco de empresas cuya valoración conjunta supera los 2,17 billones de euros y en el que, desafortunadamente, no hay representación española. La reapertura de la economía china ‘dispara’ al sector francés del lujo Como no podía ser de otra manera, LVHM (cuyas acciones acumulan una revalorización superior al 31% en lo que va de año) es la líder indiscutible del ranking. No obstante, el grupo Louis Vuitton Moët Hennessy no es el único representante de la tradicional industria francesa del lujo en esta particular clasificación. Así, la también francesa -y principal competidora de LVHM- Hermès -con una capitalización bursátil de más de 208.557 millones de euros- se eleva hasta la quinta posición. Dior, cuya totalidad de acciones pasó, también, en 2017 a manos de la familia Arnault para simplificar la estructura del grupo LVHM, completa el dominio del sector francés del lujo en el ranking. Así, la ilustre insignia de moda -con un market cap que supera los 153.810 millones de euros- ocupa la séptima posición. Tras un 2022 nefasto para la economía china -debido, principalmente, a su estricta política de COVID cero que acarreó severos confinamientos-, la reapertura del gigante asiático parece que le está sentando de maravilla a estas firmas. No podemos obviar que el mercado asiático, dado su enorme potencial, resulta cada vez más estratégico para las compañías dedicas a producción de bienes y servicios de lujo. Por tanto, la evolución de estas empresas resulta cada vez más sensible a la trayectoria macro de estos países. De este modo, LVHM (+31,14%), Hermès (+38,41%) y Dior (25,62%) acumulan en 2023 extraordinarias revalorización en el parqué bursátil. Novo Nordisk y L’Oreal completan el podio de la Unión Europea La multinacional danesa Novo Nordisk, dedicada a los cuidados sanitarios, se alza con el segundo lugar, tras rebasar los 344.970 millones de euros de capitalización bursátil. Asimismo, las acciones de la entidad fundada en 1923 -y cuya sede se ubica en las afueras Copenhague– han experimentado una subida del 24,47% en apenas cuatro meses. Finalmente, la referente mundial de la cosmética y la belleza L’Oreal obtendría la medalla de bronce. Con un valor de mercado que supera los 232.857 millones de euros, la empresa parisina se sitúa en tercera posición. Ninguna española entre las 10 primeras Si analizamos las principales corporaciones cotizadas ubicadas en la Europa de los 27 resulta reseñable la ausencia de, al menos, una empresa española dentro de las diez primeras. Un síntoma que evidencia el problema de tamaño que afecta al tejido empresarial de nuestro país. Para encontrar la primera empresa española habría que descender hasta la decimoctava posición, donde se situaría Inditex. Con una capitalización bursátil próxima a los 100.000 millones de euros, el gigante textil fundado por Amancio Ortega sería el primer representante español dentro de la élite empresarial de la Unión Europea. La energética Iberdrola sería -junto a Inditex- la segunda firma española perteneciente al Top 25. De este modo, la empresa presidida por Ignacio Galán ocuparía el vigesimocuarto lugar del ranking, con un valor de más de 76.260 millones en el mercado de renta variable.
¿Por qué las criptomonedas se están disparando en 2023? Repasamos las claves
Tras un año 2022 funesto para el mercado de las criptomonedas, no fueron precisamente pocos los analistas que auguraron el ocaso definitivo de las divisas digitales. Sin embargo, en 2023 la situación ha dado un giro de 180 grados. De este modo, las criptodivisas están siendo el activo estrella de lo que llevamos de ejercicio. Así, si analizamos el rendimiento anual de las 50 monedas digitales de mayor capitalización de mercado observamos que su precio de cotización se ha disparado, de media, más de un 60%. Si hacemos referencia al mayor representante de estos controvertidos activos, el Bitcoin, la revalorización se eleva hasta casi el 80%. ¿Pero qué es lo que ha ocurrido para que nos encontremos en un escenario antagónico en apenas unos meses? En Economía 3 detallamos los factores clave que han contribuido a que las criptomonedas hayan vuelto al radar de los inversores. Relación inversa entre los tipos de interés y el sector tecnológico Si existe un sector especialmente sensible al endurecimiento de las condiciones monetarias ese es el sector tecnológico. La valoración de las empresas tecnológicas (startups en muchos casos) está extremadamente ligada a las expectativas de sus flujos de caja futuros. Es decir, al potencial de sus ganancias a (muy) largo plazo. Cuando los tipos de interés permanecen bajos, el coste de oportunidad (alternativa a la que renunciamos al tomar una decisión) de invertir en esta clase de negocios -caracterizados por su alta incertidumbre y el largo periodo de tiempo que necesitan para consolidarse- es reducido. Sin embargo, si los tipos de interés se incrementan el mismo coste de oportunidad se dispara. Cuando los tipos de interés son elevados el atractivo rendimiento ofrecido por otros activos mucho menos volátiles y ostensiblemente más seguros (Letras del Tesoro, bonos públicos y privados, etc.) hacen que muchos inversores no estén dispuestos a asumir los riesgos inherentes al sector tecnológico. Expectativas de que las subidas de interés hayan alcanzado ya su cénit Esto es lo que ocurrió durante el año pasado. A raíz de la irrupción de la inflación, los principales Bancos Centrales (Fed y BCE) se vieron obligados a realizar subidas de tipos muy agresivas en un periodo de tiempo muy reducido. Como prueba irrefutable de la relación inversa que acabamos de ver, el Nasdaq -índice bursátil tecnológico estadounidense que aglutina las compañías tecnológicas más importantes- se desplomó un 33,47% en 2022. Por su parte, las criptomonedas -muy vinculadas a la industria por el empleo de la tecnología blockchain– se hundieron más de un 50% durante el mismo periodo. No obstante, en este primer tercio de 2023 el encarecimiento generalizado de los precios se ha suavizado notablemente. Por ello, gran parte del mercado descuenta ya una relajación del endurecimiento monetario y en Estados Unidos -en Europa todavía no se contempla- se espera que los tipos de interés comiencen a bajar a finales del ejercicio. Estas expectativas bajitas sobre los tipos de interés han beneficiado considerablemente a los denominados activos especulativos a largo plazo. Y si hablamos de esta clase de inversiones -dada su nivel extremo de volatilidad e incertidumbre-, las criptomonedas son el máximo exponente de esta definición. Por tanto, la perspectiva sobre una moderación de la inflación que conlleve a una política monetaria menos restrictiva es la principal razón para que las criptomonedas estén despegando en 2023. No obstante, cualquier desviación que se produzca en el escenario que actualmente se contempla (control de la inflación que derive en una política monetaria más laxa) será determinante en el devenir inmediato de las monedas digitales. Por el contrario, lo que sí que es evidente es la relación inversa entre los tipos de interés y el comportamiento de estos polémicos activos.
Ni Bitcoin, ni Ethereum, ni Cardano: estas son las ‘criptos’ que arrasan en 2023
El año 2022 fue un ejercicio completamente nefasto para el mercado de las divisas digitales. Sin ir más lejos, su buque insignia, el Bitcoin, se desplomó más de un 64%. No obstante, el punto crítico para el universo ‘cripto’ se produjo con la quiebra de una de las plataformas de intermediación para comprar y vender monedas digitales más grande del mundo por aquel entonces. Con la caída de FTX no fueron pocos los gurús financieros que vaticinaron la muerte definitiva de estos peculiares activos que acumulan fanáticos y detractores casi a partes iguales. Sin embargo, la coyuntura que acontece actualmente al entorno de las monedas encriptadas es completamente antagónica a la que se produjo el año pasado. Así, las criptomonedas están siendo el activo estrella indiscutible de lo que llevamos de 2023. En Economía 3 analizamos la meteórica evolución de las 50 criptodivisas con mayor capitalización de mercado. Stacks, un ‘desconocido’ que ya se ha disparado casi un 300% Ni Bitcoin, ni Ethereum, ni Cardano, ni ningún otro de los grandes baluartes dentro del ‘criptouniverso’. La no tan popular Stacks es la divisa digital que más se ha revalorizado en estos cuatro meses y medio que llevamos de 2023. Así, la criptomoneda utilizada para alimentar la red de blockchain Stacks -la cual busca profundizar la funcionalidad de la red Bitcoin con contratos inteligentes y aplicaciones descentralizadas- ha experimentado un espectacular crecimiento del 298,56%. Aptos -la cadena de bloques fundada por dos antiguos empleados de meta-, con una fulgurante revalorización del 256,54%, ocupa la segunda posición del ranking. Finalmente, The Graph ocupa el tercer y último escalón de este particular podio. Al igual que en los dos casos anteriores, la ‘cripto’, cuyo objetivo es la conexión de varias blockchains mediante la creación de APIs de código abierto, se ha disparado ya más de un 200% (201,86%) Un crecimiento promedio de más del 60% Si examinamos la evolución de las 50 criptomonedas de mayor market cap observamos que ninguna de ellas ha perdido valor en 2023. Es más, la inmensa mayoría han experimentado una formidable apreciación. De hecho, la revalorización media es del 62,77%. Un crecimiento espectacular para un elenco de monedas digitales cuyo valor de mercado supera el billón de euros. Para encontrar en el ranking al representante más ilustre de la divisas digitales tenemos que bajar hasta la decimotercera posición. Aún así, el Bitcoin se ha disparado ya un 78,84% en 2023, situándose su valor en el entorno de los 30.000 dólares (a principios de año apenas superaba los 15.000 dólares). Finalmente, en los puestos decimoquinto y decimosexto se sitúan Cardano y Ethereum. A pesar de encontrarse, también, fuera del top 10, ambas criptomonedas se han revalorizado un 76,50% y un 74,71%, respectivamente.
¿Por qué el euro está en máximos anuales frente al dólar? ¿Cómo nos afecta?
En el año 2022 el valor del dólar superó al del euro en varias ocasiones. Durante casi cincuenta sesiones, repartidas entre los meses de agosto y noviembre, la divisa más relevante de la economía mundial se impuso a la moneda única. Un hecho inédito desde 2002, derivado del giro restrictivo en la política monetaria de la Reserva Federal -la cual siempre actúa con mayor celeridad que su análogo europeo, el BCE– en su lucha contra la inflación. Sin embargo, los tiempos del sorpasso de la divisa norteamericana frente a la europea parecen haber pasado a la historia. De este modo, el tipo de cambio EUR/USD (cuántas unidades de dólar se obtienen por cada euro) se encuentra actualmente por encima de 1,10. Niveles que no se veían desde abril del año pasado. ¿Pero a qué se debe está remontada del euro? ¿Cómo impacta en nuestra economía? Expectativas de los tipos de interés Cuando un banco central decide subir los tipos de interés para moderar el encarecimiento generalizado de los precios, uno de los efectos que se produce es un fortalecimiento de la moneda. Si suben los tipos, los bonos públicos y corporativos de una economía se vuelven más atractivos para los inversores, por lo que la moneda tiende a apreciarse. Pues bien, el máximo organismo monetario de Estados Unidos, la Fed, ha realizado ya nueve subidas de tipos en apenas un año. Desde marzo del año pasado hasta marzo de 2023 los tipos de interés han pasado del 0% al 4,75% en el país norteamericano. Un acontecimiento histórico justificado por la irrupción de una inflación desatada. No obstante, la agresiva política monetaria restrictiva de la Fed parece que ya está dando sus frutos. Así, el dato de IPC correspondiente al mes de marzo en Estados Unidos se redujo hasta el 5%. Una cifra todavía muy elevada, pero que ratifica la suavización de los precios. Es por ello por lo que cada vez más inversores anticipan que el endurecimiento de las condiciones de financiación en la primera potencia del mundo ha alcanzado ya su cénit. Esta perspectiva de una política monetaria más laxa ya está repercutiendo en el valor del dólar, que está inmerso en un proceso progresivo de depreciación. Por el contrario, parece que al Banco Central Europeo le queda todavía un largo camino por recorrer. El BCE, como ya es tradición, comenzó su actuación contra la inflación más tarde y de forma menos intensa que la Fed. El último dato de inflación en la eurozona es del 6,9%. Por ello, parece que a la institución presidida por Christine Lagarde le queda por acometer subidas de tipos de interés adicionales. Ese es, al menos, el sentimiento de unos mercados que contemplan como el euro continúa revalorizándose frente al dólar por momentos. Un euro fuerte facilitaría la disminución de la inflación El fortalecimiento de la moneda única frente al dólar abarataría notablemente las importaciones. Cuestión nada baladí en el caso de la economía de la eurozona, tan dependiente del exterior en cuestión de materias primas energéticas (petróleo, gas, etc.). Por tanto, un euro fuerte resultaría un alivio para el BCE en su cruzada contra la inflación. Por el contrario, la apreciación de la moneda única perjudicaría a las empresas exportadores de la zona euro, las cuales perderían competitividad en el exterior frente a otros competidores.
Ranking de las 1.000 empresas líderes del sector Transporte y Logística
Cuando se evalúa la actividad económica desde un punto de vista global existen pocos sectores tan relevantes como el del transporte y la logística. Al tratarse de una industria responsable de que a los consumidores (finales o no) nos lleguen las mercancías y/o productos que demandamos en tiempo y forma, su importancia resulta esencial. De hecho, gran parte del éxito o fracaso de múltiples empresas depende, en gran medida, de la eficiencia de su cadena de suministros. Por ello, en Economía 3, a través de nuestro ranking de las 1.000 empresas líderes en el sector del transporte y la logística queremos analizar la situación de una actividad tan relevante para el conjunto de nuestra economía. Para la elaboración de este informe hemos contado, de nuevo, con la colaboración de nuestro proveedor habitual de información económico-financiera, Infocif. A partir de los estados financieros (tanto individuales como consolidados) correspondientes al ejercicio 2021 detallamos la evolución de un sector tan sustancial como este. Puedes consultar aquí el listado de las 1.000 empresas líderes nacionales en el sector del transporte y la logística. La recuperación pospandemia del sector transporte y logística Tras un nefasto 2020 para el conjunto global de la economía –en el que la logística se mostró como imprescindible–, el 2021 fue el ejercicio de la recuperación. Las empresas del sector transporte y logístico no se mantuvieron, ni mucho menos, al margen de esta coyuntura. De este modo, el conjunto de las mil empresas líderes del sector incrementó su facturación un 11,08%. Esta extraordinaria progresión, por encima del doble dígito, elevó la cifra de negocio de estas mil compañías hasta los 100.026 millones de euros. Como prueba irrefutable del excelente ejercicio, prácticamente (85,60%) 9 de cada 10 empresas incrementaron su volumen de ventas en 2021. Además, el crecimiento intermedio de los ingresos de este elenco de empresas (mediana) se situó en el 15,26%. Un dato realmente bueno. Las mil líderes por territorio Madrid (227 compañías), Cataluña (202) y la Comunitat Valenciana (142) concentran más de la mitad (57,10 %) del ranking, aglutinando un total de 571 empresas. Estas tres comunidades autónomas son, también, las únicas que superan el centenar de sociedades dentro del estudio. A su vez, estas regiones representan el 75,75 % del total de ingresos, con una facturación conjunta que se eleva hasta los 75.775 millones de euros. Les siguen a una distancia considerable de las tres integrantes de este particular podio, Andalucía (75 empresas), País Vasco (68) y Galicia (67). En su caso, las ventas totales que aportan al análisis ascienden a más de 12.240 millones, lo cual supone un 12,24% del total. Las máximas referentes del sector Una vez desglosada la trayectoria, con relación a los ingresos, conjunta de las 1.000 empresas líderes hacemos hincapié en aquellas compañías que se sitúan al frente del sector. Con una facturación de mas de 10.816 millones, Compañía de Distribución Integral Logista Holdings encabeza el ranking. El Grupo Logista –distribuidor líder a comercios de proximidad en Europa y especializado en la distribución a canales de proximidad– incrementó su volumen de ventas un 2,44% en 2021. Además, la empresa que debutó el pasado 19 de diciembre en el Ibex 35, incrementó un 10,50% sus ganancias en 2021. De este modo, los beneficios de Logista se elevaron por encima de los 174 millones. IAG (International Consolidated Airlines Group) con un volumen de ingresos de 8.455 millones en 2021 ocupa la segunda posición. El grupo británico-español, tras un nefasto 2020, –con una actividad mínima a raíz del coronavirus– incrementó su cifra de ventas un 8,31%, respecto al ejercicio anterior. A su vez, el grupo que engloba –entre muchas otras– a Iberia y British Airways redujo sus pérdidas más de un 57%. Sin embargo, y a pesar de la notable mejoría, los números rojos de IAG se valoraron en 2.933 millones. Merece la pena destacar que detrás de esta progresión, la creciente recuperación de los desplazamientos de pasajeros a lo largo de 2021 desempeñó un papel fundamental. No obstante, la variante ómicron durante el mes de diciembre de hace dos años impactó negativamente en la recuperación de la compañía, limitando, así, su dimensión. El tercer lugar lo ocupa Renfe. Con unos ingresos de más de 2.834 millones, la entidad pública –dedicada a la prestación de servicios de transporte de pasajeros por ferrocarril– incrementó su facturación un 15,60 %. Sin embargo, Renfe no pudo evitar incurrir nuevamente en pérdidas (265 millones). A pesar de todo, la principal empresa de transporte ferroviario de pasajeros y mercancías de nuestro país mejoró notablemente su situación respecto al ejercicio 2020. Con el estallido de la pandemia y consiguiente paralización que se produjo en los desplazamientos de pasajeros sus pérdidas ascendieron a 414 millones. Finalmente, y con una cifra de ventas consolidada de 2.339 millones, Aena ocupa la cuarta posición. Asimismo, la empresa encargada de la gestión de los aeropuertos de interés general en España vio cómo su cifra de negocio se incrementaba un 6,83% en 2021. Al igual que en los dos casos anteriores, el gestor aeroportuario cerró el 2021 en negativo. Las pérdidas de Aena rozaron los 90 millones (nada que ver con los más de 160 millones que perdió la compañía en 2020). A pesar de que Aena no pudo dejar atrás las pérdidas por segundo año consecutivo, la recuperación del tráfico aéreo mejoró considerablemente su situación. La rentabilidad del sector transporte y logística se recupera El año 2020 implicó una paralización de la economía sin ningún tipo de precedentes. El tejido empresarial dedicado a los sectores del transporte y la logística tampoco pudieron mantenerse al margen. Así, los números rojos fueron la tónica habitual dentro de la industria. Sin embargo, 2021 fue un ejercicio clave para la recuperación del sector. De este modo, el 65,10% de las empresas que integran nuestro ranking incrementaron su rentabilidad, siendo el crecimiento intermedio de los beneficios (mediana) del 35,66%. Estos resultados dejan a las claras la importante recuperación que experimentó el sector en 2021. Autopistas Concesionaria Española (505 millones), Enagás Transporte (382 millones) y Abertis (357 millones) fueron las empresas con mayor volumen de ingresos. Rango de facturación Dentro de nuestro análisis merece la pena reseñar que el 61,20% de las empresas tuvieron una facturación en 2021 comprendida entre los 15 y los 50 millones. Por su parte, 160 compañías registraron en 2021 un volumen de ventas superior a los 100 millones. Si elevamos el criterio de facturación hasta la cifra psicológica de los 1.000 millones de ingresos tan solo diez privilegiadas (1% sobre el total) alcanzaron semejante cota. Conclusiones El 2021 fue un ejercicio crucial para la recuperación del sector –completamente determinante para el conjunto de la economía– del transporte y la logística. Tras un aciago 2020 –marcado por la covid-19–, las empresas han mejorado considerablemente su situación. Gracias a este progreso, el tejido empresarial de este sector se encuentra en condiciones de afrontar con éxito los principales retos (descarbonización, digitalización de procesos, etc.) que la industria tiene por delante. Puedes acceder al listado haciendo clic sobre la imagen inferior:
Caso Técnicas Reunidas: ¿Por qué las ampliaciones de capital penalizan en Bolsa?
El pasado lunes las acciones de Técnicas Reunidas se desplomaron en el parqué bursátil. De este modo, los títulos de la multinacional española -especializada en la construcción de infraestructuras para los sectores petrolero y gasístico- padecieron una severa corrección del 16,82% (en el mínimo de la jornada llego a marcar un-23,95%) en tan solo una sesión. La causa de esta debacle en el mercado de renta variable estuvo directamente relacionada con la aprobación, por parte de la CNMV, de una ampliación de capital (de hasta 150 millones de euros) que la firma de ingeniería materializará entre los días 13 y 26 de este mes. Juan Lladó, presidente de Técnicas Reunidas Si bien varios analistas avalan la operación -ya que contribuirá a la reducción de la abultada deuda de la compañía y fortalecerá su balance para afrontar sus próximas inversiones con más garantías-, la pérdida de valor para los accionistas es considerable. Una ampliación de capital es una de las mayores preocupaciones a las que se enfrenta cualquier inversor de una empresa cotizada. Al menos, a corto plazo. Técnicas Reunidas es el último ejemplo que sostiene esta teoría. Por lo general, un incremento del capital implica una inmediata caída en el precio de una acción. Pero, ¿por qué se produce esta relación inversa entre ambas variables? En Economía 3, revisamos el concepto del efecto dilución. ¿Qué es el efecto dilución de las acciones? La dilución es el concepto financiero que se utiliza para referirse a la pérdida de valor de las acciones debido a la emisión de nuevas (o a la conversión de deuda en acciones). Al incrementarse el número de acciones que tiene una compañía, y aunque esta mantenga su volumen de ganancias, el beneficio por acción (BPA) se reduce, por lo que el precio de la acción en cuestión también. Este término afecta también al dividendo, y por tanto, a la rentabilidad de los accionistas. Si la empresa tiene que repartir en más porciones sus beneficios destinados a remunerar a sus socios, el dividendo por acción disminuye. ¿Cómo se puede eludir? Cuando se produce una ampliación de capital los accionistas previos a la operación adquieren (salvo que la Junta general de accionistas acuerde excluirlo o la normativa así lo establezca) lo que se conoce como derechos de suscripción preferente (DSP). Estos socios tienen la potestad para adquirir el número de acciones necesario que les permita mantener el mismo porcentaje de participación después de que se emitan las nuevas acciones. No obstante, si los accionistas originales deciden no ejercer su derecho y no acudir a la ampliación de capital su participación se reducirá al existir más acciones disponibles. A esta disminución es lo que se conoce como dilución, ya que el capital de los antiguos socios se disuelve con la aparición de nuevos títulos. A largo plazo no tiene por qué afectar Como hemos visto, una ampliación de capital supone una corrección inmediata en el precio de cotización. Sin embargo, estas operaciones -en muchas ocasiones necesarias- no tienen por qué repercutir negativamente en la evolución bursátil de una empresa a medio y largo plazo. Las empresas acometen ampliaciones de capital para incrementar los recursos financieros con los que poder desempeñar su actividad (acometer inversiones, reducir deudas, etc.). La correcta (o no) utilización de estos adicionales recursos será lo que determine la confianza -y, por tanto, la evolución el los mercados- en la compañía, no el hecho en sí de realizar una ampliación de capital.
No invertir, el ‘lujo’ que no puede permitirse tu dinero en tiempos de inflación
La paralización del capital implica una auténtica amenaza a largo plazo para la sostenibilidad de las finanzas de todos los ahorradores. El mero paso del tiempo implica una devaluación del ahorro que conlleva al empobrecimiento si no se actúa adecuadamente. Por tanto, poner a trabajar nuestro dinero para sacarle un rendimiento que evite la tan temida pérdida de poder adquisitivo pasa a convertirse en una obligación. No hacerlo, en un lujo que no nos podemos permitir. La inflación, el enemigo a combatir La inflación es el incremento generalizado en los precios de los bienes y servicios de una economía durante un determinado periodo de tiempo. A este fenómeno económico siempre se le ha considerado como un impuesto silencioso que devora las rentas –amenazando con hacerlas desaparecer– y merma el poder adquisitivo. Sin embargo, la inflación no es mala en sí misma. Que el incremento de los precios se sitúe en el entorno del 2 % –estabilidad de precios– resulta saludable para el conjunto de la economía. Cuando la progresión es moderada y estable se incentiva el desarrollo económico. Además, favorece el desapalancamiento público y privado, ‘facilitando’ la devolución de las deudas. Como podemos observar en el gráfico, durante casi una década la amenaza de la inflación fue inexistente. De hecho, durante varios ejercicios el fantasma de la deflación (cuando los precios no solo no crecen, sino que bajan) fue una de las grandes preocupaciones que atemorizó nuestras finanzas. No obstante, a finales de 2021, la situación cambió drásticamente. La presión inflacionista se intensificó en el ámbito global, una vez superada la pandemia de la covid-19. Muchas empresas tuvieron serias dificultades para volver a los niveles de producción previos al coronavirus. El encarecimiento de las materias primas, unido al incremento en los tiempos de entrega, derivó en una serie de cuellos de botella que perjudicaron gravemente a la industria. Si a esta crisis en la cadena de suministros le añadimos un nuevo encarecimiento de las materias primas –especialmente las energéticas–, derivado del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, el resultado fue una inflación del 8,4% en 2022. Un dato negativamente histórico que supone el más alto desde 1986. Una auténtica locura. El devastador efecto de la inflación sobre el poder adquisitivo Cuando la inflación se descontrola –tal y como lleva ocurriendo en nuestro país desde el último año y medio– el pánico de los inversores se desata. La capacidad de erosión de la inflación sobre el ahorro es realmente aterradora, tal y como podemos observar con el siguiente ejemplo: Supongamos que una persona cuenta con un capital en su cuenta bancaria de 30.000 euros. Ahora imaginemos una tasa de inflación constante del 4 % (recordemos que en 2022 fue del 8,4 %) para los próximos 15 años. (ver gráfica 2). Si nos detenemos a analizar el gráfico, el empobrecimiento que se produce con el transcurso de los años resulta estremecedor. Así, pasados cinco años, con los 30.000 euros iniciales podrías comprar bienes y servicios por valor de 24.641 euros. Es decir, una devaluación del ahorro del 18,46% en tan solo un lustro. Si duplicamos el periodo transcurrido hasta los diez ejercicios, el empobrecimiento se incrementa hasta el 33,52% (los 30.000 euros iniciales se convertirían en poco más de 19.944 euros). Finalmente, cuando pasen 15 años tu poder de compra se habrá reducido prácticamente a la mitad. Esclarecedor el futuro apocalíptico que le esperan a tus ahorros si no haces nada para contrarrestar el efecto de la inflación. Opciones y alternativas para combatir la inflación Como hemos visto en el ejemplo anterior, invertir se convierte en una obligación si no queremos que nuestros ahorros se evaporen con el paso del tiempo. Pero antes de acometer cualquier tipo de inversión es imprescindible comprender los riesgos potenciales. De este modo, el conocimiento conceptual del binomio rentabilidad-riesgo resulta esencial. Para obtener una mayor rentabilidad tengo que asumir un mayor riesgo. Y viceversa. Renta Fija Cuando nos referimos a este a activo la primera palabra que se nos viene a la cabeza son bonos. Tanto públicos como privados. Este tipo de inversión es teóricamente más segura que la renta variable. No obstante, hay que tener claro que de fijo lo único que tiene es el nombre. Estos activos ofrecen generalmente una rentabilidad establecida en el momento de adquisición y devuelven el nominal cuando finaliza su vencimiento. Sin embargo, mientras que este no se produce su precio fluctúa (pudiendo incurrir, así, en importantes pérdidas o ganancias). Con la subida de los tipos de interés, el apetito inversor por la renta fija se ha disparado. Especialmente creciente ha sido el interés por la deuda pública a corto plazo: las Letras del Tesoro. El rendimiento de estos títulos –los menos arriesgados por antonomasia– se ha incrementado hasta prácticamente el 3% en sus últimas emisiones. Sin embargo, si queremos batir a la inflación esta inversión tendría que ser complementaria. Con un retorno del 3% y una inflación de casi el 6% (la media de 2023 se sitúa en el 5,9%) tendríamos unas pérdidas reales del 3%. Renta Variable. La Bolsa Esta opción es históricamente mucho más rentable que la anterior. Por lo tanto, cuando se invierte en los mercados de renta variable se asume, también, un riesgo mayor. El desarrollo de la Bolsa está ligado a los beneficios y empresariales y las expectativas de estos. No obstante, en el corto plazo esto no siempre ocurre. Por esta razón, el largo plazo es el mejor aliado de la renta variable. Como punto de referencia, en lo que llevamos de año, el Ibex 35 acumula una revalorización próxima al 15% (2,5 veces superior a la inflación). La renta fija y la variable serían las dos grandes opciones para tratar de sacar rendimiento a nuestros ahorros pero no son las únicas. Ni mucho menos. Si hablamos de un activo con tradición histórica en nuestro país ese sería, sin ninguna duda, la vivienda. El apetito inversor hacia el sector inmobiliario ha vuelto a crecer con fuerza en España, incentivado por el alza en las expectativas sobre el precio de la vivienda y el incremento en los precios del alquiler. Y del más clásico al más vanguardista de los últimos tiempos: las criptomonedas. Su irrupción en los últimos años ha sido realmente espectacular. Tan populares como polémicas, las monedas encriptadas son en la actualidad uno de los mayores acaparadores de titulares en la prensa económica. Sin embargo, estos activos no son para todos los perfiles de inversor. Su enorme volatilidad las convierte en una inversión con una impredecibilidad extrema, no apta para cardiacos. Conclusiones Invertir no es una opción. Menos, aún, cuando el fantasma de la inflación se desata. Existen múltiples riesgos asociados a la inversión, pero el más peligroso de todos es el de no acometer ninguna. La inacción implica un empobrecimiento gradual que puede acelerarse de forma trágica cuando el encarecimiento generalizado de los precios se dispara. Existen numerosas opciones, adaptadas a todos los perfiles de inversión, para combatir la inflación y evitar la tan temida pérdida de poder adquisitivo. Para poder evitarla, invertir pasa de ser recomendable a necesario.
La ‘cruda’ realidad: ¿Cómo nos afecta el recorte de producción de la OPEP?
El pasado fin de semana la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados anunciaron un recorte en la producción de crudo. Concretamente, una reducción en la oferta diaria de 1,66 millones de barriles del denominado ‘oro negro’. La inesperada decisión tomada por estas naciones productoras no tardó en hacerse notar en los mercados. Así, el barril de Brent (unidad de referencia para el petróleo en Europa) se llegó a disparar más de un 8% en la frenética sesión del lunes. Finalmente, el encarecimiento del combustible fósil por excelencia fue del 6,4%, cerrando la jornada en el entorno de los 85 dólares. Tras la euforia inicial, la estabilidad regresó a los mercados en el día de ayer. Sin embargo, no son pocos los analistas que consideran que cualquier modificación en la producción de petróleo de una magnitud superior a un millón de barriles diarios puede repercutir en la cotización del crudo en un intervalo entre los 20 y los 25 dólares por barril. Por tanto, ¿veremos nuevamente al petróleo por encima de los 100 dólares? Y, sobre todo, ¿cómo nos afecta el encarecimiento de una de las variables más determinantes de la economía mundial? Más gasolina al fuego de la inflación Hace apenas unos días, ‘celebrábamos’ el mayor descenso de la inflación interanual desde mayo de 1977. Así, el IPC del mes de marzo se sitúo, según el indicador adelantado del INE, en el 3,3% -en febrero el encarecimiento generalizado de los precios fue del 6%-. Detrás de este alivio de la tensión inflacionaria, se encontraba la importante caída en el precio de las materias primas energéticas y, por tanto, de los carburantes. Si la medida de la OPEP y sus socios deriva en una subida del precio del petróleo prolongada en el tiempo, la espiral inflacionaria -que se estaba moderando en los últimos meses- podría volver a acentuarse todavía más. Esta -no tan- hipotética situación sería especialmente dramática para los países importadores de petróleo, como es nuestro caso y el del resto de pertenecientes a la eurozona. Nuestra excesiva dependencia de un crudo al alza nos haría incurrir en una nefasta importación de inflación añadida que pondría en grave peligro nuestros intereses económicos. Un nuevo repunte de la inflación obligaría al BCE a seguir incrementando los tipos de interés, lo que avivaría aún más el riesgo de recesión. La amenaza de la estanflación (inflación desatada combinada con estancamiento económico) sería real. Un petróleo fuerte favorece a Rusia El pasado mes de diciembre Estados Unidos y la Unión Europea acordaron establecer un tope al precio del petróleo ruso de 60 dólares por barril. Esta medida atendía al conjunto de represalias contra Moscú por su invasión a Ucrania. Desde entonces, el Kremlin ha sido capaz de mantener su nivel de exportaciones pivotando hacia el mercado asiático (China, India, Turquía, etc.). La carga financiera de un conflicto armado es una verdadera losa para la economía de cualquier país. En el caso de Rusia, las exportaciones de petróleo son un factor absolutamente esencial para poder seguir manteniendo el esfuerzo bélico. Gran parte de los ingresos de Moscú dependen de sus ventas de crudo. El precio del petróleo había caído considerablemente en los últimos meses, lo cual ponía en jaque a las arcas públicas rusas. Ante esta nueva situación, motivada por el recorte productivo de la OPEP (la propia Rusia incluida), se abre un nuevo escenario completamente diferente. Un petróleo al alza favorecerá notablemente las finanzas rusas y, por consiguiente, su capacidad de mantener o incrementar sus recursos destinados a la guerra. En definitiva, esta restricción en la oferta del crudo supone un nuevo impedimento a una posible resolución de la guerra entre Ucrania y Rusia. Una nueva dosis de incertidumbre para unos mercados cada vez más nerviosos y a los que se les acumulan las dudas.
La crisis bancaria revoluciona el mercado: ¿Cuál es el mejor activo de 2023?
El presente curso arrancó con el sector bancario como claro dominador de los mercados de renta variable. Las políticas monetarias restrictivas (subidas de tipos de interés) por parte de los principales bancos centrales (BCE y Fed) incrementó notablemente las expectativas de beneficios futuros de las entidades bancarias. De este modo, durante los dos primeros meses de 2023 los principales bancos cotizados experimentaron una notable revalorización de sus títulos en el parqué bursátil. En muchos casos, el rendimiento se elevó por encima del doble dígito. Sin embargo, el pasado 10 de marzo -a raíz de la quiebra de Silicon Valley Bank– la situación dio un giro de 180 grados. Desde entonces, la confianza en el sistema financiero ha vuelto a estar bajo cuestionamiento y el fantasma de Lehman Brothers ha vuelto perturbar las mentes de los inversores y los sentimientos de los mercados. Las turbulencias bancarias -que hoy en día todavía perduran en el mercado- han disparado los precios de cotización de los considerados valores refugio. Así, activos como el oro, las principales divisas de reserva o la deuda pública han incrementado notablemente su demanda y, por tanto, su valor. No obstante, y pesar de su excelente rendimiento, la rentabilidad de todos ellos no se acerca, ni de lejos, a la del activo estrella de lo que llevamos de año: el bitcoin. El bitcoin se dispara más de un 70% en apenas 3 meses El 2022 fue un año completamente aciago para las criptomonedas. La quiebra de la plataforma de intercambio de monedas FTX fue el punto álgido del nefasto ejercicio para las divisas encriptadas. Así, el bitcoin perdió el 64,22% de su valor en 2022. Sin embargo, el buque insignia de las monedas digitales ha iniciado este 2023 en una situación completamente antagónica a la que padeció hace 12 meses. De este modo, el bitcoin acumula una rentabilidad anual del 70,07%. Una revalorización realmente extraordinaria, que eleva por encima de los 545.939 millones de dólares el valor de mercado de la más ilustre de las criptomonedas. Con este arrollador inicio de año, el precio de cotización del bitcoin se encuentra actualmente en el entorno de los 30.000 dólares (máximos desde junio del año pasado). Crisis bancaria de Estados Unidos como punto de inflexión La depresión del sector bancario en la primera potencia económica del mundo y su posterior efecto contagio hacia la misma industria del viejo continente (Credit Suisse, Deutsche Bank, etc.) han devuelto al bitcoin al punto de mira de los inversores como valor refugio. Así, desde la caída de SVB -y las consiguientes turbulencias generalizadas en la banca- el mercado de las monedas digitales ha experimentado todo un rally alcista. Si bien el bitcoin (+70,07%) está siendo la punta de lanza, la tendencia positiva se ha extendido por todo universo cripto. De esta manera, las 10 divisas encriptadas de mayor capitalización de mercado se han revalorizado, de media, un 42,14% . Un rendimiento espectacular que devuelve -muchos inversores las daban por muertas después de un catastrófico 2022- a las criptomonedas al primer plano de los mercados.
La inflación se modera, pero la pérdida de poder adquisitivo no
La inflación en España, correspondiente al mes de marzo, se situó en el 3,3%. Así lo señaló el indicador adelantado elaborado y facilitado por el INE durante la jornada de ayer. Si comparamos con el mes de febrero -en el que el encarecimiento generalizado de los precios se elevó hasta el 6%- nos encontramos ante el mayor descenso de la inflación interanual desde mayo de 1977. Este alivio del IPC implica que nos encontremos ante el mejor dato de inflación desde julio 2021 (2,9%). Para explicar esta notoria suavización de los precios tenemos que aludir al denominado ‘efecto escalón’. Marzo de 2022 fue un mes especialmente atípico. Después de que Rusia iniciara la invasión de Ucrania, la progresión meteórica en el precio de los carburantes disparó la inflación hasta el 9,8%. Un año después, la fuerte depreciación de las materias primas energéticas explica, en gran medida, la moderación en el IPC de marzo. No todo lo que brilla es oro A pesar del buen dato del mes de marzo, nos encontramos muy lejos de la tan ansiada estabilidad de precios. De este modo, la inflación de subyacente (no tiene en consideración los alimentos no elaborados) tan solo ha descendido una décima, situándose, así, en el 7,5%. Un dato muy preocupante. La inflación subyacente es el indicador que suelen utilizar los gobiernos para conocer la evolución real de los precios en una economía. Al descontar elementos tan volátiles como las materias primas energéticas y alimentarias (lección que hemos recordado con la guerra en Ucrania), este indicador nos permite determinar con mayor precisión el precio de la cesta de los consumidores y la pérdida de poder adquisitivo real de estos. Por tanto, no sería recomendable disparar el optimismo, a raíz del dato de IPC de marzo. La prudencia sería mucho más recomendable. Si bien cada vez resulta más factible que la espiral inflacionaria ha alcanzado ya su techo, parece que la estabilidad definitiva de esta variable será mucho más paulatina de lo previsto. El devastador efecto de la inflación sobre el poder adquisitivo Cuando la inflación se descontrola -tal y como lleva ocurriendo en nuestro país desde el último año y medio- el pánico de los inversores se desata. La capacidad de erosión de la inflación sobre el ahorro es realmente aterradora, tal y como podemos observar con el siguiente ejemplo: Supongamos que una persona cuenta con un capital en su cuenta bancaria de 30.000 euros. Ahora imaginemos una tasa de inflación constante del 4% (recordemos que en 2022 fue del 8,4%) para los próximos 15 años. Si nos detenemos a analizar el gráfico, el empobrecimiento que se produce con el transcurso de los años resulta estremecedor. Así, pasados 5 años, con los 30.000 euros iniciales podrías comprar bienes y servicios por valor de 24.641 euros. Es decir, una devaluación del ahorro del 18,46% en tan solo un lustro. Si duplicamos el periodo transcurrido hasta los 10 ejercicios, el empobrecimiento se incrementa hasta el 33,52% (los 30.000 euros iniciales se convertirían en poco más de 19.944 euros). Finalmente, cuando pasen 15 años tu poder de compra se habrá reducido prácticamente a la mitad. Esclarecedor el futuro apocalíptico que le esperan a tus ahorros si no haces nada para contrarrestar el efecto de la inflación.
¿Peligra el dólar como divisa indiscutible del comercio internacional?
El pasado martes tuvo lugar un acontecimiento histórico en lo relativo al ámbito de las transacciones de materias primas energéticas. Así, dos superpotencias de la talla de China y Francia comercializaron, por primera vez, gas natural licuado (GNL) recurriendo al yuan como única divisa de pago. El acuerdo, formalizado a través de la Bolsa de Petróleo y Gas Natural de Shanghái, implicó una venta de unas 65.000 toneladas de GNL importadas desde Emiratos Árabes Unidos. Además, este primer convenio ente la petrolera nacional china CNOOC y la compañía francesa TotalEnergies hizo hincapié en la relevancia de emplear divisas alternativas al dólar norteamericano. Hasta la fecha, todas las operaciones vinculadas a la energía se habían realizado en dólares. Por tanto, ¿nos encontramos en el preámbulo de una transformación del sistema monetario internacional? ¿Está la hegemonía del dólar llegando a su ocaso? Casi 90 años de absoluta supremacía del dólar Desde antes de que la Segunda Guerra Mundial finalizara, la hegemonía de la divisa norteamericana dentro del sistema monetario internacional se ha mantenido -y se mantiene- vigente. Entre el 1 y el 22 de junio de 1944, se firmaron los célebres acuerdos de Bretton Woods. En base a estos convenios, suscritos inicialmente por 44 países, se estableció que el dólar sería convertible en oro, que el valor del resto de divisas estaría referenciado al de la moneda norteamericana y, finalmente, que el dólar sería la nueva unidad monetaria de referencia mundial. Pues bien, casi 79 años después, desde el punto de partida de Bretton Woods, el dominio absoluto del dólar continúa imperando en los mercados. Así, y a pesar de que la economía mundial lleva ya mucho tiempo experimentando un paulatino proceso de desdolarización (en detrimento de otras divisas como el euro, el yuan, el yen, etc.), la ‘moneda del Tío Sam’ sigue siendo la dominadora categórica del mercado de divisas. De este modo, se estima que el dólar representa, todavía, aproximadamente el 60% de todas reservas de divisas oficiales de estados y bancos centrales. También, la moneda estadounidense participa, según la Reserva Federal, en el 88% de todas las operaciones con divisas. Asimismo, prácticamente la mitad de la financiación (préstamos y emisiones de bonos, especialmente) internacional está denominada en dólares norteamericanos. De este modo, se estima que el dólar encarna, todavía, aproximadamente el 60% de todas reservas de divisas oficiales de estados y bancos centrales. También, la moneda estadounidense participa, según la Reserva Federal, en el 88% de todas las operaciones con divisas. Asimismo, prácticamente la mitad de la financiación (préstamos y emisiones de bonos, especialmente) internacional está denominada en dólares norteamericanos. Un sinfín de ejemplos que, al final y al cabo, evidencian el estatus actual del dólar como referente indiscutible de las divisas internacionales. La creciente relevancia del yuan chino El ascenso del gigante asiático en la esfera internacional es un fenómeno imparable. Asimismo, la progresión de su divisa, el renmimbi, en los últimos años está siendo espectacular. De esta forma, el yuan es ya la quinta moneda de pago más extendida del mundo; además, de ocupar la misma posición en lo relativo a las reservas de divisas internacionales. No obstante, resulta muy poco factible (a corto y medio plazo) que el yuan amenace la hegemonía del dólar como moneda referente de la economía mundial. China no se plantea -ni se ha planteado jamás- liberalizar la conversión de su moneda. Este aspecto, que impide la libre circulación del yuan, choca frontalmente con la confianza de los inversores para establecer al renmimbi como la principal reserva de valor. En definitiva, el yuan es una divisa al alza que continuará ganando peso en la economía global. Esta progresión será especialmente notoria en lo relativo al comercio internacional. Sin embargo, existen evidencias suficientes para concluir que la supremacía de dólar tiene, todavía, un largo recorrido.
La Fed no cede en su política restrictiva: ¿Qué implica su decisión?
El pasado miércoles la atención de los mercados estuvo monopolizada por la reunión del FOMC (Comité de Operaciones de Mercado Abierto). En este encuentro, el órgano rector de la Reserva Federal (Fed) -responsable de tomar las decisiones relativas a la política monetaria- volvió a incrementar los tipos de interés. En esta ocasión, 25 puntos básicos (las subidas anteriores habían sido de 50). Con este nuevo endurecimiento en las condiciones de financiación, los tipos de interés de la todavía primera potencia económica del mundo se establecen en la horquilla entre el 4,75% y el 5%. Este nuevo rango supone el nivel más alto en más de tres lustros (desde septiembre de 2017). A pesar de que la Fed parece haber levantado, al menos de momento, el pie del acelerador, su actuación constata su firme y decidida lucha contra la inflación. Así, la institución presidida por Jerome Powell mantiene su política monetaria restrictiva, aún cuando las turbulencias financieras originadas a raíz de la quiebra del Silicon Valley Bank amenazaban con un giro de los acontecimientos. ¿Pero, qué implica la última actuación del banco central más importante de la economía mundial? ¿Está acertando la Reserva Federal con su última determinación? Controlar la inflación es indispensable Por más que la inflación se haya mitigado en Estados Unidos por octavo mes consecutivo, el último dato, correspondiente al mes de febrero, la sitúa en el 6%. Un registro desmedido que triplica todavía el objetivo del 2%. Bien hace la Reserva Federal en no flaquear en su cruzada contra el encarecimiento generalizado de los precios. Sin duda alguna, un nuevo endurecimiento en las condiciones de financiación supondrá una ralentización de la actividad económica. No obstante, una respuesta tibia o con ambages frente al fenómeno de la inflación implicaría en el medio y largo plazo consecuencias mucho más nefastas para el conjunto de la economía. Si bien es cierto que las subidas de los tipos de interés están encareciendo ostensiblemente el acceso a la financiación a familias y empresas, una inflación galopante prolongada en el tiempo derivaría en un fatal empobrecimiento generalizado de la población. Una inflación disparada puede llegar incluso a destruir la economía. La subida de precios desata la incertidumbre, mermando el poder adquisitivo de los consumidores y limitando la capacidad productiva del tejido empresarial. Es en esta situación cuando la política monetaria restrictiva no puede titubear, incluso cuando las dudas envuelven a los mercados (Silicon Valley Bank, Signature Bank, Credit Suisse, etc.) No podemos dar pasos en falso La decisión de Fed, unida a la del BCE de la semana pasada, de subir tipos de interés es esencial para evitar que la inflación desmorone la economía. Por tanto, eludir la tentación –a raíz de la crisis del sector bancario- de dar un pasó atrás en la política monetaria es un importante, pero necesario, peaje a pagar si queremos evitar un mal mayor.
El BCE no limitará dividendos: ¿Qué banco remunera mejor a sus accionistas?
A pesar de las turbulencias acontecidas en el sector bancario durante las últimas semanas, la máxima autoridad monetaria europea no restringirá el reparto de dividendos de las entidades bancarias. Asimismo, el regulador tampoco establecerá limites en la recompra de acciones a ningún banco del viejo continente. A diferencia de lo vivido en la pandemia, cuando el BCE aconsejó a la industria bancaria la cancelación de la remuneración al accionariado, en esta ocasión la situación es «completamente diferente». Así lo afirmó el presidente del Consejo de Supervisión Bancaria del BCE, Andrea Ernia, en su última comparecencia ante el Comité de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo el pasado lunes. Excelente noticia para los accionistas de los bancos de la eurozona que no ha tardado en reflejarse en el mercado de renta variable. No obstante, a pesar del terreno recuperado en las últimas sesiones, el agujero bursátil desde el colapso de Silicon Valley Bank es todavía importante. La política de dividendos es un factor esencial dentro del sector bancario. Un elemento clave para mantener la confianza de los inversores hacia una industria que se encuentra de forma permanente en el ojo del huracán tras el estallido de las crisis subprime en 2008. Pero, ¿qué bancos españoles son más rentables desde el punto de este elemento determinante? En Economía 3, analizamos la rentabilidad por dividendo de los seis representantes bancarios del Ibex 35. Una rentabilidad media del 6,28% La rentabilidad por dividendos es el resultado obtenido de la división entre el dividendo que estima repartir una entidad entre el precio de la acción de esta. Si analizamos esta ratio para el conjunto de los bancos pertenecientes al Ibex 35, la rentabilidad por dividendo media asciende al 6,28%. Un notable retorno que se explica con la excelente evolución en el margen sobre intereses que han experimentado las entidades en el último ejercicio. Las subidas de los tipos de interés han repercutido muy favorablemente en los balances bancarios, lo que a su vez ha derivado en beneficios al alza y, por tanto, una mejor remuneración a los accionistas. ¿Qué banco remunera mejor? Con un desembolso estimado de 0,50 euros por acción, la rentabilidad por dividendo de la entidad con sede en Bilbao se elevaría hasta el 7,67%. Le sigue, de cerca, Unicaja Banco. La rentabilidad por dividendo del banco que debutó en el Ibex 35 el pasado 26 de diciembre se establecería, teniendo en cuenta la cotización actual, en el 6,84%. Caixabank, con un 6,54%, ocuparía el tercer y último escalón del podio. Por debajo de la media, se situarían Bankinter y Banco Sabadell, con un rendimiento, en base a la remuneración a los accionistas, del 6,30% y del 5,63%, respectivamente. Finalmente, y sensiblemente descolgado frente al resto, se situaría el Banco Santander. La rentabilidad por dividendo de la entidad presidida por Ana Botín sería actualmente del 4,71%
¿Qué son los CoCos y por qué está en riesgo un mercado de 275.000 millones?
Nunca sabremos las potenciales secuelas que hubiera producido la quiebra de Credit Suisse en el conjunto del sistema financiero. Sin embargo, las consecuencias de su rescate ya se han comenzado a notar. A pesar de que la operación de venta -forzada- de Credit Suisse a UBS -con el aval de 9.000 millones del Gobierno suizo para reducir los riesgos de la transacción- parece haber calmado el pánico inversor hacia el sector bancario del viejo continente en los mercados de renta variable, los controvertidos términos de la resolución no terminan de desvanecer la amenaza de crisis de confianza que padecen los mercados desde la caída de Silicon Valley. Así, en esta ocasión las turbulencias están asociadas a la amortización de los bonos convertibles contingentes (más conocidos como CoCos) en el proceso de absorción de Credit Suisse por parte de UBS. De este modo, los tenedores de estos activos asumirán más pérdidas (16.000 millones) que los accionistas (los cuales recibirán más de 3.000 millones por la adquisición de sus títulos). Un hecho completamente inusual que altera el statu quo establecido generalmente en esta clase de situaciones. Un atípico cambio en el orden de prelación (prioridad) que implica que los bonistas de los CoCos lo pierdan todo y que amenaza gravemente al resto de inversores de estos activos híbridos. En definitiva, un giro extraordinario de los acontecimientos que pone en tela de juicio un mercado que mueve actualmente más de 275.000 millones. ¿Qué son los CoCos? Los bonos convertibles contingentes (CoCos) son títulos híbridos (entre deuda y capital) en los que el inversor percibe un interés y, además, el emisor tiene la opción de convertirlos en acciones. Estos instrumentos suelen tener un carácter perpetuo. Es decir, no tienen un vencimiento determinado. Sin embargo, el emisor se reserva el derecho de rescatar el bono, una vez haya transcurrido un tiempo determinado (normalmente cinco años) o en circunstancias específicas. Desde la crisis financiera de 2008, estos títulos han contado con la bendición del regulador, dada su capacidad para incrementar los colchones de capital de las entidades financieras. Si la entidad que los emite entra en proceso de deterioro por una determinada contingencia, la deuda se convierte en acciones (capital), por lo que los bonistas de estos instrumentos corren el peligro de asumir las potenciales pérdidas. A cambio del riesgo inherente asociado, estos bonos ofrecen una rentabilidad ostensiblemente superior a la ofrecida por las emisiones de deuda convencionales. La finalidad de este producto es que los bancos puedan rescatarse a sí mismos, sin la necesidad de que sean rescatados por organismos públicos. Cuando se deterioran los bonos convertibles contingentes la deuda del banco emisor se convierte en acciones. Esta conversión hace que la deuda de la entidad financiera pueda reducirse -incluso hasta cero-, lo cual automáticamente mejoraría su situación de solvencia. Contagio en el mercado Con su decisión de priorizar a los accionistas convencionales sobre los tenedores de CoCos, las autoridades helvéticas han desatado toda una tormenta bajista en el mercado de bonos convertibles contingentes. Así, las ventas se apoderaron de estas emisiones híbridas, haciendo incurrir en importantes pérdidas al sector bancario europeo. Que sean estos bonistas los primeros en absorber pérdidas, por delante de los accionistas, puede desencadenar en un efecto contagio de todo el sector bancario. Si los inversores de estos títulos híbridos perciben que no se trata de una excepción y que el riesgo asociado a su inversión es superior, o bien exigirán una mayor rentabilidad, o bien proseguirán con las ventas. En juego, un mercado que a nivel mundial mueve más de 275.000 millones. Casi nada.
¿Cuánto pierden nuestros bancos por el efecto contagio de SVB y Credit Suisse?
A pesar de las múltiples incertidumbres, el año 2023 comenzaba su andadura con una importante revalorización de los mercados. Este prometedor inicio fue especialmente fulgurante en el sector bancario. Así, las entidades financieras, favorecidas por unas subidas en los tipos de interés que mejoraban notablemente sus expectativas presentes y fueras de beneficios, experimentaron un fuerte despegue en el parqué bursátil. Sin embargo, carácter impredecible de los mercados mediante, la situación ha sufrido un giro dramático en los últimos días. La caída el pasado viernes de Silicon Valley Bank, entidad californiana de mediano tamaño muy vinculada al sector tecnológico, ha desatado toda una tormenta financiera. Además, y pese a que la Fed no escatimó en esfuerzos para evitar el efecto contagio, parece que la crisis se ha traslado también al otro lado del Atlántico. Así, la entidad, con sede en Zúrich, Credit Suisse solicitaba un rescate tras coquetear seriamente con la quiebra. La situación de tensión generalizada es máxima y aunque las autoridades no paran de insistir en la fortaleza del sistema financiero (¿les resulta familiar?) los bancos españoles ya están padeciendo las consecuencias de esta crisis. Más de 11.675 millones de pérdidas Esta es la cifra a la que asciende el descalabro bursátil de las seis entidades bancarias del Ibex 35 en apenas cinco sesiones. Un auténtico recorte a la capitalización de estos bancos que, en menos de una semana, han visto como su rally de inicio de año prácticamente ha desaparecido. Banco Sabadell con un desplome del 15,65% está siendo, por el momento, la gran damnificada. Así, la entidad fundada en 1881 y con sede social en Alicante, se deja ya más de 1.092 millones en el parqué bursátil. BBVA, con una merma en su market cap que supera los 3.385 millones (-9,16%), es otra de las más agraviadas por esta crisis. Unicaja, que debutó en el Ibex 35 el pasado 27 de diciembre, completa el podio con una caída del 9,11%. De esta forma, la entidad malagueña padece una descapitalización de más de 278 millones. En el caso de Santader, los números rojos se elevan hasta los 4.557. Así, la entidad presidida por Ana Botín retrocede un 7,71% en el mercado de renta variable. Finalmente, Bankinter y Caixabank ceden 512 millones (-8,80%) y 1.349 millones (-4,62%), respectivamente. En definitiva, una semana negra para el sector bancario que ha despertado viejos fantasmas y amenaza con un nuevo conato de crisis de confianza hacia la industria financiera. El BCE, de momento, prioriza la inflación En la jornada de ayer, la institución presidida por Christine Lagarde incrementó el precio del dinero en la eurozona hasta el 3,5% (máximos desde octubre de 2008). De este modo, y en concordancia con su mandato único, la máxima autoridad monetaria europea antepone su cruzada contra la (descontrolada) inflación a la incertidumbre que planea sobre el sector financiero. La evolución de los mercados en las próximas sesiones dictaminará sentencia.