Advierten del retraso de las pymes en adaptarse a la normativa SEPA
Fuentes del organismo supervisor han indicado que la principal adaptación consiste en disponer del nuevo número de cuenta bancaria (denominado IBAN, por sus siglas en inglés) que tendrán que conocer todos los usuarios que hagan operaciones electrónicas, tanto de cobro como de pago, para que puedan ser efectuadas.
Especialmente serán los emisores de recibos que pretendan cobrar a través de una entidad financiera quienes deberán aportar el «IBAN» de su cliente y de su empresa, asociación o institución para poder ejecutar la orden.
Las fuentes del Banco de España ha hecho hincapié en el retraso que llevan la pymes, administraciones públicas, asociaciones, fundaciones y otras entidades obligadas a adaptarse antes de esa fecha a las normas de la Zona Única de Pagos en Euros (SEPA, por sus siglas en inglés) para evitar problemas en la gestión de su tesorería y que se bloqueen sus pagos y cobros electrónicos.
Entre las operaciones habituales que podrían quedar interrumpidas si no se adaptan las órdenes de pago y cobro resultarían afectadas muchas operaciones domiciliadas, como las transferencias de nóminas, facturas, pago de cuotas de colegios, comunidades, asociaciones, recibos de suministros, seguros, etc.
Las fuentes del emisor han indicado que muchas empresas de servicios -eléctricas, gas, telecomunicaciones- culminarán en los dos próximos meses su adaptación a las exigencias de la SEPA y no habrá problemas para los usuarios ni las entidades financieras en la emisión y cobro de recibos.
También han indicado que a pesar del escaso e insuficiente conocimiento de esas entidades respecto a las nuevas exigencias de la SEPA, las entidades bancarias llevan tiempo trabajando en estas adaptaciones y pueden facilitar la ayuda técnica que necesiten a sus clientes para afrontar su transición.
Las fuentes del Banco de España también han aconsejado a la ciudadanía en general que se ocupen de averiguar los nuevos números de sus cuentas bancarias y de las empresas, particulares o instituciones a las que dirijan sus pagos, para que puedan hacerse efectivos.