La incertidumbre geopolítica obliga a empresas valencianas a reforzar su resiliencia

«Incertidumbre» se ha convertido en la palabra más repetida en los últimos años al hablar de geopolítica. Desde 2016, con el primer mandato de Donald Trump en la Casa Blanca y el inicio de la guerra comercial con China, la sensación de inseguridad ha impregnado el comercio internacional. Una inestabilidad que también ha percibido el tejido empresarial valenciano dedicado a la exportación.

Frente a esta incertidumbre, no todo está perdido. En este contexto cobran relevancia dos conceptos como la resiliencia y la eficiencia, los cuales deben reforzar las empresas valencianas exportadoras para adaptarse al nuevo paradigma internacional. Así lo recoge el informe ‘Geopolítica y nueva geometría del comercio exterior valenciano’, elaborado por CaixaBank y la Cámara de Comercio de Valencia, presentado este jueves en la sede de la entidad financiera.

La era Trump y la incertidumbre internacional

«Llegó Trump y puso patas arriba el sistema global de aranceles y de comercio internacional», ha destacado Gracia Cicuéndez, de la Unidad de Análisis del Departamento Internacional de Cámara Valencia, al inicio de la presentación del informe. Y es que el presidente estadounidense ha vuelto a situar la geopolítica en el centro de la atención mediática, después de varios años en los que ya venía acaparando protagonismo.

Entre 2016 y 2019, durante el primer mandato de Donald Trump, comenzó la guerra comercial con China y se intensificaron las tensiones entre Estados Unidos y la Unión Europea. En 2020 llegó el cierre de fronteras y una recesión global provocada por la pandemia, además de ser el año en que el Brexit se materializó de forma efectiva.

Los años 2021 y 2022 tampoco dieron tregua: fuertes tensiones en los puertos, encarecimiento de los fletes, ruptura de cadenas de suministro y, posteriormente, el estallido de la guerra en Ucrania y la crisis energética derivada.

En 2023 comenzó la guerra en Gaza y 2024 estuvo marcado por la polarización, el cierre de fronteras de Argelia a España y un clima de elevada incertidumbre. Finalmente, este año ha regresado Trump a la Casa Blanca, reavivando de nuevo la inestabilidad internacional.

La reordenación del comercio mundial

Estos acontecimientos han reconfigurado el comercio internacional. El conflicto entre China y Estados Unidos, junto con los aranceles impuestos por este último, ha llevado a que muchas empresas chinas canalicen sus productos hacia EE. UU. a través de terceros países como Vietnam o Tailandia. Entre 2018 y 2024, las importaciones estadounidenses desde China cayeron un 17%, mientras que las procedentes de Vietnam y Tailandia crecieron más del 100%. En paralelo, las exportaciones e inversiones chinas hacia estos países se duplicaron.

La guerra en Ucrania también ha alterado los flujos comerciales. Las sanciones de la UE llevaron a que Rusia redirigiera sus exportaciones hacia Asia, principalmente China e India, y aumentara sus importaciones desde Kazajistán, Turquía y Armenia. Ucrania, por su parte, orientó sus exportaciones hacia la UE, mientras que las importaciones desde Rusia y Bielorrusia prácticamente desaparecieron, concentrándose ahora en China, EE. UU. y la UE.

En el Mar Rojo, el conflicto obligó a las navieras a cambiar rutas y estrategias. Lo que parecía temporal se ha convertido en la nueva normalidad: viajes 20 días más largos y costes mayores, asumidos por el comercio internacional. El puerto de TangerMed en Marruecos se benefició del cambio, con más de 10 millones de contenedores en 2024 (+19% respecto al año anterior), mientras que el griego El Pireo sufrió pérdidas importantes (-7,8%), convirtiendo al Mediterráneo oriental en un callejón sin salida para el Canal de Suez.

¿Y qué depara el futuro para el comercio internacional? «No hay mucha tranquilidad», ha reconocido Gracia Cicuéndez. A los conflictos ya mencionados se suman ahora las crecientes tensiones entre Estados Unidos y Venezuela, así como la situación entre China y Taiwán.

Más empresas valencianas exportadoras regulares

Respecto al comercio exterior valenciano, durante los últimos 15 años ha ido creciendo de forma sostenida hasta 2022. Sin embargo, en 2023, 2024 y la primera mitad de 2025, las exportaciones valencianas han cambiado de rumbo y, desde ese momento, han registrado un retroceso.

Entre 2022 y 2025, las exportaciones retrocedieron un 10% en términos nominales y un 14% en volumen (toneladas). El número de empresas exportadoras también disminuyó, acumulando un descenso del 10% en el mismo período.

Aun así, hay una nota positiva: las empresas exportadoras regulares —aquellas que exportan cuatro años o más de forma continuada— han seguido creciendo en la última década, salvo en 2020 por la pandemia. Entre 2022 y 2024, 200 empresas valencianas se sumaron a este grupo, con un total de 8.360 en 2024.

¿Qué pueden hacer las empresas valencianas?

El objetivo final de CaixaBank y la Cámara de Valencia con este estudio es identificar cómo las empresas valencianas exportadoras pueden adaptarse y prosperar en este contexto de creciente volatilidad.

El director gerente de Cámara Valencia, Jorge Linares. Imagen: Cámara de Comercio de Valencia.

La clave para afrontar este contexto comienza por reforzar las cadenas de suministro. Según los expertos, esto requiere identificar los puntos débiles, diversificar proveedores, supervisar de cerca los componentes de riesgo y estrechar la colaboración con socios estratégicos.

Otro desafío es la mejora de la toma de decisiones. La analista de la Cámara de Valencia ha subrayado la necesidad de que las empresas sean más ágiles, integren los escenarios geopolíticos en su planificación y anticipen posibles contingencias para poder reaccionar con rapidez.

«No se trata de abandonar los mercados internacionales, sino de adaptarse y aprovechar nuevas oportunidades», apunta Cicuéndez. En este sentido, India se perfila como un mercado con gran potencial, mientras que la regionalización del sudeste asiático y China, junto al impulso de las relaciones de la UE con Mercosur y África, abren nuevas vías de crecimiento para las empresas valencianas.

Conocer las tendencias para anticiparse

En la presentación del informe, la directora territorial de CaixaBank en la Comunidad Valenciana y Región de Murcia, Olga García, ha destacado el compromiso de la entidad financiera y de la Cámara de Valencia con la internacionalización de las empresas valencianas. Ha subrayado, además, que la Comunitat Valenciana «tiene mucho que decir en los distintos mercados» y ha defendido la capacidad de las empresas valencianas: «Somos gente resiliente, valiente y cercana».

Por su parte, el director gerente de la Cámara de Valencia, Jorge Linares, ha advertido que «estamos ante un cambio de paradigma en el que las tensiones geopolíticas impulsan un proteccionismo creciente». En su opinión, este nuevo escenario condicionará la actividad de las empresas valencianas, de ahí la importancia de «identificar claves y estrategias que permitan anticiparse y adaptarse».

Linares ha incidido en que las empresas que se internacionalizan suelen ser más innovadoras y contar con un capital humano más cualificado. De ahí, la importancia de que el tejido empresarial conozca las tendencias del comercio internacional para aprovechar oportunidades y desenvolverse con éxito en un entorno tan complejo.