Fotogalería: Las claves del tejido empresarial para la recuperación tras la DANA
Más de dos meses después de la tragedia provocada por la DANA, la sociedad civil y el tejido empresarial se enfrentan a un largo camino hacia la recuperación tras esta catástrofe, que dejó más de 220 fallecidos en la provincia de Valencia.
Con el objetivo de analizar las medidas necesarias para la reconstrucción, Economía 3 ha organizado este lunes una nueva mesa de debate con expertos de distintos sectores del tejido empresarial. Los participantes han discutido acerca del impacto de esta catástrofe sobre las empresas, sus posibles repercusiones a largo plazo y las ayudas e iniciativas que se requieren para superar esta situación.
La mesa, celebrada en la Barraca del Tío Aranda, espacio del Club Deportivo Empresarial Alcatí, ha estado moderada por el responsable de Economía 3 Digital, Borja Ramírez. En la misma, han participado el director general de Afín SGR, José María Badía; el Global Sales Manager de Bombas Ideal, Fernando Serrano; el General Manager de TPF Consulting, Jesús Fajardo; el CEO de Vareser, Alejandro Almenar; el vicedecano del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de la Comunitat Valenciana (COIICV), Juan Vicente Bono; el Managing Director de Implica Corporate Finance, Guillermo Ramón; y el fundador y CEO de Veganic, Carlos Ledó.
La elección de celebrar la mesa en esta barraca de El Palmar no es casual, ya que tiene como objetivo visibilizar y revitalizar esta pedanía de Valencia, que ha sufrido gravemente los efectos de la DANA. Tras las inundaciones, muchos de los restaurantes emblemáticos de El Palmar, reconocidos por su tradición en arroces, permanecieron cerrados. Cabe destacar que esta pedanía, con apenas 700 habitantes, cuenta con alrededor de 35 restaurantes, lo que hace que su economía dependa en gran medida del turismo.
Las consecuencias de la DANA sobre las empresas
Durante la mesa de debate, los expertos han relatado cómo les ha afectado la DANA y las actuaciones que han realizado para ayudar ante esta catástrofe. Todos los participantes han coincidido en que se trata de una situación excepcional, pero que se podría haber gestionado mejor a todos los niveles.
Vareser es una de las empresas que ha estado sobre el terreno afectado desde el primer día, concretamente trabajando en las instalaciones de FGV. El CEO de Vareser, Alejandro Almenar, ha destacado la importancia de recuperar las infraestructuras públicas después de las inundaciones. «Se habla mucho de reconstrucción, que evidentemente es importante, pero hay infraestructuras que aún están ubicadas en zonas inundables. Es necesario protegerlas para evitar que esto vuelva a suceder», ha afirmado.
Según Almenar, gran parte del tejido empresarial de la Comunitat Valenciana está formado por personas mayores de 55 años, quienes, debido al impacto emocional de lo ocurrido, no están dispuestas a comenzar de nuevo. Esto plantea un problema importante, ya que muchas empresas podrían verse obligadas a cerrar como consecuencia de la DANA.
En la misma línea, el fundador de Veganic, Carlos Ledó, ha evaluado el impacto de la DANA en el sector agrícola: «Va a ser doloroso y va a haber mucho abandono en la Comunitat Valenciana». De acuerdo con Ledó, a muchos agricultores «no les va a compensar» recuperar sus campos tras la catástrofe.
El empresario ha recordado que la edad media de los agricultores es de 63 años y que el sector valenciano se basa en el minifundismo, lo que provoca que haya «despoblación». «Hay muchas fincas abandonadas por lo que, al no haber barreras naturales, se favorece la circulación del agua. Es decir, el abandono agrícola, que se produce por falta de rentabilidad, agrava el problema de las inundaciones que históricamente hemos tenido en el Mediterráneo», ha resaltado.
La prevención, la clave
Para el Managing Director de Implica, Guillermo Ramón, es urgente que los recursos económicos lleguen a las empresas cuanto antes. «O empezamos a poner el dinero encima de la mesa o en cinco o seis meses esto va a ser desolador y dramático», ha aseverado.
Ramón ha reclamado ayudas directas para las empresas, ya que «sin ellas no hay puestos de trabajo y hay que salvaguardar el empleo». Además, ha apuntado que «estamos en una comunidad históricamente infrafinanciada, por lo que la Administración central y Europa se deben comprometer» con la reconstrucción de la provincia de Valencia.
«Este evento ha sido doblemente doloroso. Además de dañar al tejido empresarial, es un tema muy localizado. Las empresas que no se reconstruyan a tiempo van a tener un problema, porque el mundo no se para. Si no te recuperas, los clientes no te esperan. En la COVID-19 todos estábamos en las mismas condiciones a nivel global, ahora no», ha señalado.
Desde Bombas Ideal, empresa que estuvo en primera línea actuando en el centro comercial Bonaire, han censurado la «falta de coordinación» en la DANA. El Global Sales Manager de la empresa, Fernando Serrano, ha asegurado que muchas de las personas que estuvieron sobre el terreno en los días posteriores no tenían formación para la utilización de los equipos, como pueden ser las bombas de agua. «Tenemos que aprender de lo que se hace en otros sitios. No hay nada como la prevención, porque esto va a ir más. Habrá nuevas DANA y más sequía», ha declarado.
Serrano ha apostado por gestionar este tipo de catástrofes «bajo un mando único»: «Debe haber una mesa de expertos de DANA, donde haya gente de prevención de catástrofes y equipos de bombeo. La pena es que había planes de prevención, pero nadie los acomete. Esperemos haber aprendido la lección».
Repensar y replanificar
Desde la parte de consultoría, el director general de TPF Consulting, Jesús Fajardo, ha distinguido el nivel de afectación de las zonas golpeadas por la DANA. Por ejemplo, ha explicado que en lugares como la pista de Silla «va a haber muchas más dificultades» para la recuperación, mientras que en otras zonas, como Riba-roja, «el impacto ha sido muchísimo menor».
«Hay que repensar y poner en marcha nuevas infraestructuras. Se ha aprobado un decreto ley que frena los desarrollos urbanísticos en las zonas afectadas. Estas medidas no deben ser únicamente para esta área, porque en un tiempo esto puede suceder en otras zonas», ha subrayado Fajardo.
Según el director general de TFP, hay que evitar «el inmovilismo» y hacer una replanificación a nivel inmobiliario. «Debemos ver cómo mitigamos los riesgos. Teníamos riesgos, más allá de cuando se hizo el Plan Sur, sobre los cuales no se estaba poniendo el foco», ha añadido.
Por su parte, el vicedecano del COIICV, Juan Vicente Bono, ha subrayado la importancia de mantener el ánimo y ha insistido en que las Administraciones deben transmitir un mensaje de optimismo. Según Bono, «el dinero debe llegar» y es fundamental brindar a la industria la certeza de que las ayudas estarán disponibles. «Es cierto que los préstamos pueden llegar de forma rápida, pero las ayudas a fondo perdido tardarán más», ha explicado.
En este sentido, el vicedecano ha enfatizado la necesidad de actuar sin demora y ha instado a todas las partes implicadas a «ponerse manos a la obra» para garantizar que los procesos se ejecuten dentro de un plazo razonable. Asimismo, ha señalado que generar confianza en la llegada de los recursos es clave para que las empresas retomen su actividad y se recuperen lo antes posible.
Las fórmulas para ayudar a las empresas
En cuanto a las fórmulas más efectivas para apoyar a las empresas, el director general de Afín SGR, José María Badía, ha señalado que «una parte importante de las ayudas debería ser directa». Como posible medida, ha sugerido destinar parte de los fondos europeos a ayudas específicas para paliar los daños causados por la DANA.
Badía ha destacado las diferencias con la crisis generada por la COVID-19, explicando que en aquella ocasión se financiaron periodos de inactividad empresarial, pero las infraestructuras permanecieron intactas. «La diferencia ahora es que esta situación afecta únicamente a una zona determinada y muchas empresas han perdido los espacios donde se encontraban», ha afirmado.
El director general ha insistido en que la prioridad debe ser la recuperación de las infraestructuras lo antes posible y la implementación de medidas que prevengan futuras catástrofes similares. «Lo más urgente es preservar el tejido empresarial», ha subrayado, enfatizando la necesidad de actuar con rapidez para garantizar la continuidad de las empresas afectadas.
¿Debe cambiar la forma de actuar en las empresas?
Esta tragedia también ha abierto un debate sobre la responsabilidad de las empresas a la hora de enviar a sus empleados a casa ante la alerta roja o sobre los protocolos que hay establecidos frente una catástrofe natural de esta magnitud. Los representantes del tejido empresarial coinciden en que la seguridad de los empleados debe ser la prioridad, pero también ven necesario establecer mecanismos de compensación por las pérdidas que este tipo de situaciones pueden generar en las compañías.
«La seguridad debe ser lo primero, pero a las empresas se nos debería de indemnizar cada día que estemos cerrados. Las Administraciones deberían contribuir también, porque siempre somos los empresarios los que estamos asumiendo las consecuencias», ha lamentado Carlos Ledó.
TPF Consulting mandó a sus empleados a trabajar a casa antes de que comenzaran las inundaciones, aunque Jesús Farjado ha opinado que este tipo de indicaciones «deben venir de un ente superior». «En nuestro caso particular, ese día decidimos mandar a los trabajadores a casa porque tenemos posibilidad de teletrabajar, pero una empresa que tiene una fábrica en producción no tiene tantas posibilidades de implantar una medida así», ha señalado.
Juan Vicente Bono ha apostado por reflexionar sobre la información que se debe dar a las empresas y a la ciudadanía ante situaciones como estas. En la misma línea, Fernando Serrano ha apuntado que «una cosa es lo que dice la Ley y otra cosa es el sentido común». «Nosotros invitamos a la gente a irse a su casa, otras empresas no. Falta protocolo, falta unión y ponerle a todo una coherencia», ha añadido.
Mantener la actitud reivindicativa
Más de dos meses después de la catástrofe, los representantes empresariales insisten en la necesidad de mantener la atención sobre las empresas afectadas y evitar que lo sucedido caiga en el olvido. El director general de Afín SGR ha expresado su preocupación por cómo el impacto de la DANA «empieza a desaparecer de las noticias». «Poco a poco, este tema se diluye y el discurso reivindicativo pierde fuerza», ha lamentado.
En este sentido, el Global Sales Manager de Bombas Ideal ha criticado la lentitud en la llegada de las ayudas y ha señalado que Valencia «se ha quedado como un pueblo olvidado». «Las ayudas no están llegando con la velocidad que se espera. Falta voluntad política, porque dinero hay: Europa tiene dinero, el Gobierno de España tiene dinero y la Generalitat Valenciana tiene dinero», ha afirmado.
El vicedecano del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de la Comunidad Valenciana (COIICV) ha incidido en la necesidad de invertir en la reconstrucción, destacando que esto no solo acelerará la recuperación, sino que también tendrá un impacto positivo en la economía valenciana: «Todo el dinero que se invierta aquí se quedará aquí, creando empleo y riqueza».
Asimismo, el Managing Director de Implica ha hecho un llamamiento a la sociedad civil y al sector empresarial para que mantengan una actitud reivindicativa. «Si no hacemos el esfuerzo de exigir a las Administraciones, ¿quién nos va a proporcionar los 11 millones de euros que necesitamos para esta situación?», se ha preguntado.
Peticiones a la Administración
En cuanto a las principales demandas del sector empresarial hacia la Administración, hay dos que se repiten con mayor frecuencia: mayor agilidad en los procesos y más recursos económicos para hacer frente a esta situación.
José María Badía ha solicitado una mayor «simplicidad» en los procesos administrativos y que las normativas estén «adaptadas a la realidad». Además, ha destacado que las medidas de recuperación deben enfocarse en todas las empresas, tanto las que se han visto afectadas de manera directa como indirecta, por la DANA.
Guillermo Ramón ha pedido a las Administraciones que «empaticen más con los empresarios». «El nivel de exigencia que intentan a aplicar a las empresas se lo deberían aplicar los políticos. En Valencia hará falta dinero y empatizar con los empresarios, no podemos ser tan hostiles con ellos. El empresario crea riqueza, por lo que hay que cuidarlos y arrimar el hombro», ha destacado.
Por su parte, Carlos Ledó ha solicitado mayor coordinación por parte de las Administraciones, menos cargas burocráticas y que una declaración responsable sea suficiente para recibir ayudas. También ha puesto el foco en la formación a la población para que sepa cómo actuar ante catástrofes como la DANA.
De nuevo, Fernando Serrano ha exigido una mayor agilización de los procesos, más ayudas administrativas y que las obras hidráulicas que se han de acometer «no se queden en el cajón». Además, ha solicitado la creación de un comité o panel de expertos de DANA para hacer frente y prevenir tragedias como la vivida recientemente.
Finalmente, Alejandro Almenar ha reclamado «seriedad» para afrontar esta situación y evitar «el cortoplacismo» que, a su juicio, hay instalado la política española y que perjudica ante actuaciones que requieren de una mirada a largo plazo.
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