Desde Economía 3 continuamos recorriendo zonas afectadas y recogiendo la opinión de las empresas que están sufriendo los estragos de la dana, que ya cumple una semana desde que el agua arrasó con todo y en estos siete días la situación no ha variado mucho. Algunas de ellas incluso no han podido todavía ni acceder a sus propias instalaciones después de la tragedia, como es el caso de Juan Manuel Baixauli, CCO y fundador de Consultia Business Travel que tiene su sede en la localidad de Sedaví, concretamente en un bajo de la calle Sant Antoni.
El 20% de su plantilla ha sufrido pérdidas materiales y el 80% restante está teletrabajando.
En cuanto a la empresa, Baixauli reconoce que, a día de hoy, «no sabemos qué se ha dañado, no sabemos cuánta agua ha entrado y tampoco lo que ha pasado dentro de nuestras instalaciones”. «Las puertas siguen cerradas porque contamos con una doble puerta y, gracias a esta decisión, no hemos sufrido vandalismos pero necesitamos que venga un cerrajero a abrirla pero están desbordados”.
A pesar de todo, expresa “podemos seguir trabajando ya que invertimos en servidores Azure de Microsoft, una gran decisión”.
Otra buena decisión que se tomó el día de la dana, 29 de octubre, fue salir antes de la empresa debido al mal tiempo. Efectivamente, fue una buena decisión.
En Alfafar
Ahora nos desplazamos hasta Alfafar para hablar con José Guaita, CEO de Heura Gestión Ambiental, una consultoría medioambiental que tiene su sede en la Albufera Center.
José Guaita explica que «desde que sucedió la tragedia estamos en casa. Tenemos la suerte de que podemos teletrabajar y coordinarnos las diez personas que integramos el equipo, que no ha sufrido daños personales y materiales muy pocos».
El CEO de Heura Gestión Ambiental nos informa que ya se ha restablecido la electricidad en el edificio pero continúan las labores de achique de agua del parking. «Hemos perdido un coche de la compañía», confiesa.
En cuanto a sus clientes, Guaita confirma que se están aplazando visitas y reuniones programadas tanto para esta semana como para la que viene. “Estamos aplazando los trabajos que llevamos en marcha porque algunos de nuestros clientes han sufrido daños y otros tienen maquinaria y están intentando ayudar».
Sobre el día de la tragedia, Guaita recuerda que estaban en la oficina. “Sobre las 16.00 h decidimos irnos a casa y eso que no llovía pero hacía mucho viento y estaba muy negro. A las 19.00 h llegó la riada. Si hubiéramos seguido nuestra jornada laboral como habitualmente, el impacto hubiera sido mayor”.
La plantilla y sus familias lo han dado todo
En la comarca de la Hoya de Buñol se encuentra la bodega, oficinas y embotelladora de Bodegas Vicente Gandía, con casi 140 años de historia. Hablamos con su director general, Javier Gandía que, a pesar de las pérdidas, está contento porque no hay que lamentar ninguna baja en la plantilla. “Aunque es verdad que hay compañeros que han sufrido daños materiales estamos todos sanos y eso ya es mucho, teniendo en cuenta lo que hemos vivido”.
En cuanto a daños, Bodegas Gandía tiene instalaciones en Chiva y Utiel pero donde más han sufrido la situación ha sido en Chiva. “La bodega, las calles, el embotellado, los almacenes… se inundaron”. Con lo que han registrado daños en producto acabado que estaba en los almacenes, en materiales auxiliares de producto (cajas de cartón, etiquetas…), en palés, en una depuradora… Pero, “llevamos desde el primer día que ocurrió todo hasta hoy limpiando con gente voluntaria que se ha acercado de diferentes puntos de la comarca y de la provincia, el equipo y sus propias familias que lo han dado todo”.
Gandía ha manifestado que está feliz porque “mi gente está respondiendo y han dado lo mejor de sí mismos”.
De hecho, desde el lunes “ya estamos sirviendo pedidos a pesar de que la logística no está siendo fácil por las infraestructuras dañadas y la falta de camiones” y el miércoles echará a andar la embotelladora. “Con lo cual, -relata-, volvemos en tiempo récord a la normalidad, vamos a cumplir con nuestros pedidos y a nuestros consumidores no les va a faltar vino», confirma Javier Gandía.
A pesar de los daños sufridos, también han colaborado con sus vecinos de Chiva llevando cisternas de agua potable al pueblo y prestando sus instalaciones a todos aquellos que necesitaban ducharse. “Esto es una guerra y nos tenemos que ayudar”.
En cuanto al coste de los daños todavía no tienen ninguna estimación porque todavía no lo han valorado. De todas formas, Javier Gandía se considera afortunado. “Somos una empresa que ha sufrido daños importantes pero ninguno ha sido tan grande para que nos deje inactivos. Mientras que otras empresas están arrasadas y no pueden ni abrir”.
Ratifica también que están recuperando la normalidad “gracias a la entrega de todo el equipo”.
Por último, Javier Gandía quiere hacer un llamamiento a todas las autoridades para reconstruir la zona en todos los sentidos. “Todos queremos retomar la normalidad lo antes posible porque esto ha sido tsunami que nos ha arrasado a todos y las autoridades, Generalitat y Estado, tienen que estar a la altura y conceder las ayudas rápido y obviando el exceso de burocracia”.
Lo he perdido todo pero soy un privilegiado
El empresario Manuel Palma, presidente del Grupo Palma, confiesa que en sus instalaciones de Sedaví, en la pista de Silla, lo han perdido todo. “Calculamos que hemos perdido unos 200 coches que están en siniestro total”. En el sótano de sus instalaciones tenían entre 130 y 140 coches que se han inundado totalmente, más dos metros más de agua prácticamente. “Los de la exposición también están destrozados ya que las cristaleras reventaron…”.
Expresa que la maquinaria de los talleres de reparación, chapa y pintura también se ha perdido todo, ordenadores, despachos, servidores… “A pesar de todo, me siento privilegiado y muy agradecido porque no nos ha pasado nada. Ninguno de los empleados ha tenido daños personales, el resto de empresas del grupo están intactas”.
“Si llega a ocurrir en horas de trabajo, -explica-, lo normal es que hubiéramos ido al sótano a sacar coches y hubiéramos perdido vidas humanas”.
La empresa cuenta con 7.000 m2 y se construyó en 2002. En esta sede tienen centralizada la venta de vehículos de segunda mano y los talleres de mecánica, chapa y pintura. El equipo humano que lleva la administración y gestión de todas las actividades del grupo también se encontraba en estas instalaciones. “La suerte es que tenemos todo en la nube y hemos comprado ordenadores nuevos para el departamento de administración y los hemos trasladado a nuestro colegio de Paterna”, destaca.
El espíritu emprendedor de Manual Palma sigue intacto a pesar de la debacle sufrida y ya está pensando en abrir los talleres “en un par de meses como mucho” y el área de ventas “lo reanudaremos en cinco o seis meses”.
Desde el Grupo Palma han calculado unas pérdidas cercanas a los cuatro millones de euros. En cuanto a los empleados, «aquellos que puedan seguir trabajando lo harán en nuestras instalaciones de Paterna o teletrabajarán». Sin embargo, aquellos que no pueden trabajar «tendremos que poner en marcha un ERTE de fuerza mayor para los profesionales de los talleres y para ventas«.
“A base de Kärcher nos puede costar muchos días la limpieza”
Otra de la empresas que se encuentra en el Polígono Industrial de La Reva en Riba-Roja de Turia, explica que ya han logrado extraer el lodo y el fango de su planta industrial, de más de 14.000 m2 , pero, que para ponerla operativa necesitan una limpieza industrial a fondo de la nave: “a base de Kärcher, tanta superficie, nos puede costar muchos días”, nos comenta el empresario.
Por eso, solicita este empresario que pongan a disposición de los afectados empresas especializadas que, con camiones cisterna de agua a presión, puedan ayudarles a realizar una limpieza completa para empezar de nuevo con la actividad.
“No se trata de recursos humanos, sino de la maquinaria adecuada para estar operativos cuanto antes”, insiste.