El sur de la eurozona avanza mientras persiste el panorama «sombrío» en Alemania
La historia del euro es breve, pero está llena de altibajos y giros de guion. Si Alemania acostumbraba a ser el alumno aventajado de la clase y los países del sur eran un quebradero de cabeza para la eurozona, ahora los roles se han invertido. Grecia, España y Portugal siguen liderado la recuperación económica en la Unión Europea tras la pandemia de la COVID-19 y, mientras, Alemania se ha quedado estancada.
De acuerdo con datos publicados este jueves del índice PMI de HCOB, elaborado por S&P Global, la actividad de la zona euro repuntó este mes de agosto hasta marcar máximo en tres meses gracias al impulso del sector servicios. Por países, el mayor aumento se registró Francia, probablemente relacionado con los Juegos Olímpicos de París. Por el contrario, el panorama en Alemania «siguió siendo sombrío», con un descenso de la actividad total por segundo mes consecutivo, y a un ritmo más agudo.
Por otro lado, las cifras publicadas hace unas semanas por Eurostat indicaban un crecimiento del 0,6% del Producto Interior Bruto (PIB) de la eurozona en el segundo trimestre, con España y Portugal registrando aumentos del 2,9% y 1,5%, respectivamente. Mientras tanto, el PIB de Alemania disminuyó un 0,1% entre abril y junio de este año.
¿Qué pasa con Alemania?
Mientras los países del sur de Europa crecen por encima de la media de la eurozona, Alemania, la locomotora del Viejo Continente, se ha quedado rezagada. La economía alemana, una de las principales del mundo, está estancada en una recesión desde hace más de un año, ya que la pandemia de la COVID-19 y la crisis energética han puesto de relieve algunos problemas estructurales de la economía del país.
Alemania fue uno de los países más afectados por la crisis energética derivada de la guerra en Ucrania, debido a su fuerte dependencia del gas, petróleo y carbón de Rusia. Esta crisis ha evidenciado la necesidad de transformar la industria alemana y avanzar hacia una transición energética. Además, la inflación ha provocado bajos niveles de consumo y una reticencia generalizada a realizar inversiones.
Desde la primera mitad de 2023, el país ha ido encadenando caídas interanuales en el PIB: -0,4% en el segundo trimestre de 2023; -0,8% en el tercer trimestre de 2023, y -0,3% en el cuarto trimestre de 2023. De hecho, el año pasado, Alemania fue la única gran economía de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que acabó en crecimiento negativo.
Este 2024, tanto en el primer como en el segundo trimestre, la economía alemana se ha contraído un 0,1% respecto al año anterior.
Pese a todo, el Bundesbank, el banco central de Alemania, espera que la economía experimente «ligera expansión» entre julio y septiembre, aunque continúen débiles el sector de la construcción y la industria.
Del rescate económico a crecer por encima de la eurozona
Mientras la economía alemana está estancada, los países del sur de Europa han dado algunas sorpresas en los últimos años y siguen en crecimiento.
Quizá el caso más llamativo sea el de Grecia. Esta misma semana se cumplen seis años del fin de la intervención de la economía helena. Concretamente, el 20 de agosto de 2018, Grecia salía de su tercer y último programa de ajuste, de forma que terminaba con ocho años de intervención en los que recibió casi 300.000 millones de euros para hacer frente a una grave crisis económica que tuvo no pocas consecuencias políticas y sociales.
Tras la crisis de la COVID-19, la economía griega se ha recuperado bien y no solo eso, sino que ha generado un fuerte crecimiento del empleo. La OCDE destaca del país el aumento de la inversión y las exportaciones, las medidas de apoyo del gobierno, la aplicación del Paquete de Recuperación y Resiliencia Grecia 2.0 y las reformas que se han llevado a cabo en la última década. Todo ello ha ayudado a que la economía del país heleno subiera un 5,9% en 2022 y un 2% en 2023.
El Banco Central de Grecia espera para este 2024 que la economía griega se acelere hasta el 2,3%.
El PIB español supera todas las previsiones
La otra gran sorpresa de Europa en los últimos años ha sido España, que ha crecido por encima de lo que preveían muchos expertos. Su solvencia a la hora de afrontar la crisis energética, las medidas para amortiguar el impacto de la crisis derivada de la pandemia, el buen comportamiento del turismo y las exportaciones son algunas de las razones detrás de las subidas del PIB que España ha ido encadenando.
Desde el año 2021, la economía española no ha parado de crecer. Después de un descenso histórico del PIB del 11,2% debido al coronavirus, en 2021 la economía avanzó un 6,4%; en 2022 creció un 5,8% y en 2023 se suavizó este crecimiento hasta el 2,5%.
Las previsiones del Gobierno para este año coinciden con las de los principales organismos, como la Cámara de Comercio de España o el Fondo Monetario Internacional (FMI), que anticipan una subida del PIB del 2,4% en España.
Portugal, un caso similar al de España y Grecia, también sigue creciendo por encima de la media de la eurozona. El país cerró 2023 con un crecimiento interanual del PIB del 2,3% y el segundo trimestre de este 2024 subió un 1,5%, según datos del Instituto Nacional de Estadística de Portugal.
La mejora de confianza del sector industrial, las perspectivas de producción y el buen comportamiento del consumo son algunos de los motivos detrás del impulso de la economía portuguesa.