El Consejo General de Economistas de España (CGE) ha presentado el informe del «Observatorio Financiero y Claves» económicas correspondiente al tercer cuatrimestre de 2023, que elabora la Comisión Financiera y el Servicio de Estudios del organismos.
El acto ha contado además con la participación de Carolina España, consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos de la Junta de Andalucía, quien ha puesto en valor la transformación que la comunidad autónoma está experimentando «de la mano del sector empresarial».
La presentación del estudio ha contado con la presencia del presidente del CGE, Valentín Pich, el presidente de la Comisión Financiera del CGE, Antonio Pedraza, los coordinadores del Observatorio Financiero, Montserrat Casanovas y Salustiano Velo, y el director del Servicio de Estudios del CGE, Salvador Marín.
La «vía andaluza»
En su intervención, Carolina España ha manifestado el esfuerzo que Andalucía está llevando a cabo para «ser una tierra que ofrece estabilidad a las empresas, así como seguridad jurídica, que es fundamental para la inversión, y confianza en las Instituciones. Todo ello es fundamental para la vía andaluza, junto al diálogo y la moderación».
La consejera ha resaltado la necesidad de que las comunidades autónomas infrafinanciadas -Andalucía, Murcia, Castilla la Mancha y la Comunidad Valenciana- puedan contar «cuanto antes» con un fondo complementario de 3.000 millones de euros anuales que nivele la financiación de estos territorios.
«Creemos en la colaboración público privada y las empresas son nuestras aliadas estratégicas. Hemos pasado a ser una tierra que ofrece estabilidad a las empresas, así como seguridad jurídica, que es fundamental para la inversión, y confianza. Todo ello es fundamental para la vía andaluza», ha afirmado España.
Un año positivo, el pasado y ¿el presente?
Durante la presentación del Observatorio Financiero, Salustiano Velo ha manifestado que «el ejercicio 2023 para España ha sido positivo, con un crecimiento del PIB del 2,5% –mientras la Eurozona se mantiene en el 0,5 anual, con países como Alemania en recesión–, las tasas de inflación descendiendo y con una tendencia positiva del empleo, que se incrementó en un 2,8 interanual, con una tasa de paro en el 11,7% en el 2023, excelente dato en comparación con los datos de los últimos 10 años anteriores».
Y ha añadido que «la economía española previsiblemente mantenga el diferencial de crecimiento frente a Europa en el 2024». En cuanto a la deuda pública ha manifestado que «se reduce en términos de PIB, así en el tercer trimestre se ha situado en el 109,9% sobre el PIB, frente al 114% de septiembre de 2022», y ha resaltado que «el comportamiento positivo de la tasa de dudosidad en las entidades financieras es uno de los aspectos más favorables de la coyuntura actual frente a otras crisis pasadas».
Por su parte, Montserrat Casanovas ha señalado que 2023 ha sido un año positivo para todos los mercados excepto el del petróleo. En relación con los tipos de interés, ha destacado que «el Euribor a 12 meses se sitúa en el 3,60% y el tipo de interés del bono español a 10 años en el 3,275%, con una ligera subida frente al 3,08% debido al frenazo en las expectativas de bajada de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE). La política monetaria para 2024 habrá de ser de ‘wait &see'».
Una «cierta ralentización» en el horizonte
El director del Servicio de Estudios del CGE, Salvador Marín, ha resaltado que «en este cuatrimestre los índices adelantados nos apuntan, claramente, una cierta ralentización en los próximos meses, por lo que parece sensato que pongamos el foco en intentar que estos pronósticos no se confirmen».
Así, Marín ha apuntado que tanto el coste laboral unitario real, como los datos de productividad por hora trabajada de este último cuatrimestre, son señales que nos podrían ir adelantando cierta tensión futura, por sus efectos en cadena.
«Esto, unido a los datos de contracción del PMI, así como cierta perspectivas de escaso dinamismo en el Índice de Confianza de los Consumidores, junto al repunte de TTF Holandés y el denominado Baltic Dry Index, parece aconsejar que desde las institucionees, el ámbito empresarial y sindicatos, se «debería trabajar en la consolidación de medidas que apuesten por una mejor y mayor productividad y seguir trabajando en la independencia financiera, a través de la muy necesaria reducción dé deuda pública y privada», ha concluido.
Un año con «inercia positiva»
Por su parte, el presidente de la Comisión Financiera, Antonio Pedraza, hizo un resumen del informe y explicó las previsiones para 2024. En ellas, manifestó, se mantienen la cifra de crecimiento del 1,6% para 2024. El fuerte crecimiento del 0,6% del último trimestre del año hace que 2024 arranque con una inercia y una tracción positivas.
«Sin embargo, aumentamos una décima la previsión del IPC medio, que puede quedarse corta dependiendo de que el conflicto del Mar Rojo que afecta al precio de los fletes de energía y materias primas persista o se agrave», aseguró el presidente.
Pedraza ha concluido que «en el caso del déficit, cuyo objetivo con Bruselas es del 3%, incrementamos una décima nuestra previsión hasta el 3,4% del PIB porque estimamos que no se van a mantener los ingresos producido en el anterior ejercicio, ello por un menor crecimiento económico, aunque se recuperen los IVA energéticos y siga sin producirse la necesaria deflactación de los impuestos».