Hacer que la innovación suceda

Hay alguien a quien admiro mucho, Kevin Roberts (exCEO de la agencia de comunicación Saatchi & Saatchi), que dice que el secreto para conseguir hacer las cosas se basa en tres pilares: foco, compromiso y disciplina.

Foco, mantenerse centrado. Compromiso, cumplir lo que has dicho que vas a hacer. Disciplina, seguir adelante, perseverar, especialmente, cuando menos ganas tienes.

No puedo estar más de acuerdo. Vale para cualquier actividad de nuestra vida laboral o personal.

Llevado este mantra a la actividad de la innovación, y totalmente alineado con nuestro método de trabajo en Sastre & Asociados, se concretaría de la siguiente manera.

Making Innovation Happen…

1) Foco: mantén a tu empresa centrada. No en cualquier cosa, sino en sus principales necesidades: en aquello que más te preocupa desde un punto de vista estratégico. E innova desde ahí.

Al menos, dedícales a esos ejes estratégicos el 80% de tu esfuerzo de innovación, el restante 20% de la fuerza innovadora se puede dedicar a otros focos.

De esta manera, siempre tendrás en marcha los proyectos más adecuados para tu empresa (los más estratégicos), y a ellos podrás dedicar tus recursos limitados, evitando desperdiciarlos en proyectos absurdos o rocambolescos (cuando no hay foco, suele haber unos cuantos de estos). 

Y esto no es nuevo, ya lo decía Lucio Annea Seneca en la Roma del siglo I d.c: «Si no sabes hacia dónde se dirige tu barco, ningún viento te será favorable». Si no tienes claro el rumbo de tu empresa -su foco- esta va a acabar en cualquier parte, probablemente estrellada contra un arrecife.

2) Compromiso: mantén al equipo atento a completar los proyectos en los que se ha embarcado -en nuestra metodología el equipo básico lo forman el Comité de Innovación y los respectivos equipos de proyecto-.

Que esté hambriento por finalizar las tareas y los compromisos adquiridos. Esto es una parte esencial de las reuniones de seguimiento que hacemos con los clientes.

Los problemas surgen muchísimas veces porque alguien dijo que iba a hacer algo y no lo hizo… sin una justificación válida. Y no suele ser tanto un problema de falta de tiempo, como se suele argumentar, como de falta de compromiso, de no poner los compromisos adquiridos por delante de otras cosas que resultan, probablemente, más cómodas de hacer.

«La mayor parte de nuestros problemas aparecen porque hay que gente que NO cumple con su parte, con aquello que dijo que iba a hacer»

3) Disciplina: seguir en la carrera, perseverar sin desfallecer. Haciendo, una detrás de otra, todas las cosas que sabemos que tenemos que hacer.

En innovación: seguir haciendo, de forma reiterada, las distintas fases del proceso y extendiendo la cultura de innovación de forma infatigable por toda la empresa. Puede que tarde en arrancar, pero cuando coge velocidad no hay quien lo pare…

Como decía con algún desparpajo el mítico asesor de Google Bill Campbell (empresario y exjugador de fútbol americano) a Larry Page y Sergey Brin: «Tenemos que hacer que los putos trenes lleguen a su hora».

O como me contaron una vez que sucedía en la Inditex de Amancio Ortega: «En Zara había una democracia total en las decisiones, pero una dictadura terrible en la ejecución». No valían las excusas. Y es muy posible que sea una de las razones por las que llegó hasta donde llegó…

«La innovación casi nunca fracasa por falta de creatividad; casi siempre es por falta de disciplina» (Larry Keeley – Autor del influyente libro Ten Types of Innovation)

En nuestro caso, hemos sido muy afortunados de tener algunos casos de éxito reseñables ayudando a innovar a nuestros clientes. Y aquellos en los que la innovación ha proporcionado grandes resultados, incluso más allá de lo esperado, han seguido siempre esta fórmula:

Un Comité de Innovación (equipo multidisciplinar que lidera toda la innovación de la empresa)

+ Estrategia/Foco (claridad en los ejes estratégicos que necesitamos resolver mediante innovación).

+ Elevado compromiso de las personas.

+ Alta disciplina en la ejecución.

En realidad, no hay mucho más. Y tampoco mucho menos.