José Luis Martínez Campuzano es economista especialista en Hacienda Pública. Además, es miembro del Observatorio del Banco Central Europeo y portavoz de la Asociación Española de Banca (AEB). Además, Campuzano ha trabajado como estratega en Citi, la mayor empresa de servicios financieros del mundo. En la actualidad, es profesor en el Instituto de Estudios Bursátiles (IEB) y de la Escuela de Organización Industrial (EOI).
Economía 3 ha hablado con Martínez Campuzano acerca de sus impresiones sobre la actual coyuntura socioeconómica y los retos a los que tendrá que hacer frente la banca en el futuro.
El reto de la inflación
– ¿Qué balance hace de la situación económica actual? ¿Nos espera un 2023 mejor, peor o nos quedaremos igual en cuanto a inflación y altos precios?
El año ha estado dominado por la guerra y la inflación, ambos condicionan nuestro futuro a corto plazo, sobre todo en el caso de la inflación. Es, sin duda, nuestro principal enemigo. Nos empobrece, genera incertidumbre, dificulta la inversión empresarial y condiciona de forma negativa las perspectivas de las familias. Si bien es difícil ser optimista en este escenario, hay que confiar en que las medidas que está adoptando el Banco Central Europeo (BCE) para bajar la inflación tengan éxito, pero el factor que cambiaría por completo esta situación sería el final de la guerra en Ucrania.
Cabe destacar que, según las previsiones económicas y de inflación del Banco Central Europeo para los tres próximos años, Europa evitaría una recesión en 2023, con la inflación a la baja, pero de forma demasiado lenta. El crecimiento se retomaría en 2024 y se aceleraría en 2025, con la inflación ya cerca del nivel objetivo del 2% este último año, por lo que 2023 seguirá marcado por una gran complejidad.
Las acciones del Gobierno
– ¿Qué opinión le merece el impuesto que el Gobierno ha implantado a la banca y a las energéticas?
Desde que el 12 de julio, el presidente del Gobierno anunció la creación de un nuevo impuesto a los bancos se han sucedido las declaraciones y los análisis del mundo académico, jurídico y regulatorio, y publicado diferentes estudios técnicos que demuestran lo erróneo de la decisión.
En concreto, ha sido muy clarificadora la opinión del Banco Central Europeo que centraba los principales riesgos del nuevo impuesto en los siguientes aspectos: la posibilidad de restar capacidad al sector para seguir apoyando a la economía y la propia estabilidad financiera y el papel transmisor de la política monetaria en un momento esencial para luchar contra la inflación.
También ha sido muy relevante el estudio realizado por el Instituto de Estudios Económicos (IEE) sobre la no adecuación a la Constitución y al Derecho Comunitario del nuevo gravamen. Si a todo lo anterior sumamos las estimaciones del impacto sobre el PIB y el empleo elaboradas desde el sector bancario, es posible llegar a la conclusión de que es una medida inadecuada que no beneficia a la economía.
«La creación de impuestos específicos a sectores concretos genera inseguridad en el resto de los sectores»
– ¿No considera que en el contexto económico actual esté justificado?
Proporcionar certidumbre a los bancos y a las demás empresas del país resulta esencial en un contexto en el que la guerra y la inflación no permiten ver con claridad el futuro. Por este motivo, la creación de impuestos específicos a sectores concretos genera una inseguridad que va más allá del sector afectado.
Especialmente, cuando se alejan de la norma internacional, en unas circunstancias en las que atraer inversión es imprescindible para seguir creando riqueza. La mejor forma de recaudar más impuestos es que la economía crezca.
Digitalización bancaria
– La digitalización de la banca en los últimos años ha sido espectacular. ¿Qué futuro les espera a las entidades financieras en España?
Somos líderes en Europa en la transformación digital de la oferta de servicios financieros. Sin que ello signifique no atender a aquellos clientes que prefieran una atención presencial.
La adaptación y la innovación son las principales características de los bancos. Por ejemplo, el desarrollo y aplicación de los modelos basados en la gestión de datos y la inteligencia artificial ya son, en la actualidad, elementos fundamentales para mejorar los servicios financieros, haciéndolos más eficientes y adaptados a las necesidades de los clientes. En este proceso también se está reforzando la seguridad de las operaciones y la privacidad de la información.
El ¿fin? del dinero físico
– ¿Llegará realmente a desaparecer el dinero físico alguna vez y será sustituido por el digital? ¿Cuál es su opinión acerca de las criptomonedas?
No esperamos que desaparezca el efectivo, aunque la última decisión la tiene la sociedad. La experiencia de usuario es clave. Lo hemos visto con el crecimiento exponencial en el uso de la aplicación de pagos instantáneos Bizum, por ejemplo.
En cuanto al mercado actual de criptoactivos, debe verse bajo la perspectiva de un amplio abanico de activos, de diferente tipología y con diferentes riesgos, y de proveedores de servicios conexos que, en su mayoría, no están sujetos a un marco regulatorio y de supervisión. Por lo tanto, hoy en día, los riesgos de operar en el mercado de criptoactivos son elevados porque además de los riesgos de inversión por la volatilidad de muchos de ellos, hay que sumar la existencia de fraudes o pérdidas producidas por una mala gestión de algunos de sus operadores.
El mercado tiene futuro en la medida en que algunos de sus riesgos sean paliados mediante una adecuada regulación y supervisión del mercado. El futuro reglamento europeo Mica (Market in Cryptoassets Act) ayudará a dotar de mayor seguridad a los inversores en estos activos al crear un marco específico y armonizado para toda la UE, que abarca desde las obligaciones de transparencia de los emisores de criptoactivos, hasta el régimen de autorización y supervisión para los proveedores de servicios relacionados con estos (custodia, plataformas de compraventa, asesoramiento, gestión de carteras, etc.) con requisitos uniformes de transparencia y divulgación, normas de protección del consumidor y medidas para evitar el blanqueo de capitales y el abuso del mercado.
Retos futuros
– En su opinión, ¿a qué retos se enfrenta la banca en la actualidad?
El principal reto al que se enfrenta la banca es la necesidad de certidumbre, tanto económica como regulatoria. Es imprescindible para un sector que financia a medio y largo plazo a familias y empresas y que compite en un entorno internacional frente a otros bancos y operadores tecnológicos.
La Junta Europea de Riesgo Sistémico pidió a las autoridades en su último informe preservar y reforzar la resiliencia del sector financiero para que, de esta forma, pueda seguir apoyando a la economía real en un entorno de crecientes riesgos para la estabilidad financiera. Entre estos, destacan la debilidad económica y la inestabilidad de los mercados financieros; en parte derivada de la vuelta a la normalidad de los tipos de interés, en un contexto en el que la deuda pública alcanza niveles máximos en términos históricos.
La principal virtud de los bancos es la experiencia en la gestión de los riesgos, sacando lo mejor de cada situación para al cliente. También los bancos han desarrollado altas capacidades para anticiparse al cambio de hábitos de los clientes, lo que lleva a una constante e intensa innovación.
«La inflación acabará cuando termine la guerra en Ucrania»
A vueltas con los tipos de interés
– ¿Cómo afecta la subida de tipos de interés anunciada por el Banco Central Europeo a personas y empresas? ¿Qué opinión le merece?
La subida continua de los precios se ha convertido en el principal problema mundial ante el riesgo de que entremos en un círculo vicioso de mayor inflación y menor crecimiento. Este es el escenario al que nos enfrentamos, mucho más complejo que el impacto de la propia subida de los tipos de interés.
La inflación tiene su origen en un problema de oferta y es difícil combatir un shock de oferta con medidas de demanda. Los bancos centrales están inmersos en un proceso de normalización monetaria ante unas condiciones que se han mantenido demasiado laxas durante demasiado tiempo y que ahora son contraproducentes en la situación inflacionaria actual. La política fiscal puede amortiguar a corto plazo el daño de la inflación, pero no evitarla. En política económica solo resta estudiar reformas y ajustes estructurales. Pero son medidas que requieren un amplio consenso político y social, y sus efectos se van a sentir a medio y largo plazo.
En ese sentido, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado con los fondos Next Generation, puede ayudarnos a combatirla. Un sector financiero robusto sin duda será imprescindible para financiar el crecimiento en momentos difíciles.
Concentración bancaria
– Solo tres grandes grupos bancarios en España ya concentran más del 60 % del mercado financiero. ¿Qué conlleva esta tendencia a la concentración bancaria? ¿Continuará?
La reestructuración del sector financiero en la última década ha sido un factor determinante en el cierre de sucursales y la reducción de plantillas en España. No obstante, el proceso de adelgazamiento de las estructuras comerciales es un fenómeno a escala global, impulsado por los cambios en los hábitos de los consumidores y el avance de la digitalización, que las dificultades provocadas por la pandemia han acelerado, así como por una política monetaria de tipos de interés negativos que ha tenido un impacto en los márgenes de las entidades.
– Las previsiones apuntan a un alza importante en el euríbor para 2023, lo que implica que las cuotas hipotecarias sean más caras y muchos hogares no puedan hacer frente a sus pagos. ¿Tienen previsión de en cuánto se situará la ratio de morosidad en los próximos meses?
Los bancos españoles están tratando de anticipar la evolución futura de la morosidad en un entorno como el actual de elevada incertidumbre económica. Nuestras entidades han llevado a cabo importantes provisiones y saneamientos en los últimos años, más que a nivel europeo, para anticiparse al previsible aumento de la morosidad.
Pero lo relevante es que los bancos están comprometiendo todos sus recursos financieros y humanos a la economía productiva y tratando de aminorar el impacto sobre los más vulnerables de la subida de los tipos de interés decidida por el Banco Central Europeo.
La relación banca-sociedad
– El último año también ha habido muchas quejas con relación a la cada vez más escueta oferta de cajeros, sobre todo en el ámbito rural.
En febrero, las asociaciones bancarias AEB y Ceca firmaron el protocolo estratégico para reforzar el compromiso social y sostenible de la banca. A partir de este, se creaba el Observatorio de Inclusión Financiera, con la vocación de recoger los compromisos adquiridos y las soluciones planteadas por el sector bancario para garantizar el acceso a los servicios financieros bancarios de toda la población española. Con especial atención al medio rural y a los colectivos vulnerables, en un país de extensa cobertura.
En España, el 98% de los adultos tiene una cuenta bancaria, según el Banco Mundial. Y el 98,6% reside en un municipio con acceso a servicios bancarios, según el Informe sobre la Inclusión Financiera en España del IVIE. El objetivo del sector es elevar la inclusión financiera al 100% de la población.
– ¿En qué punto cree que se encuentra la relación de la sociedad y las empresas con la banca?
Los bancos quieren ir más allá de que los ciudadanos los consideren imprescindibles para el crecimiento. Cuando se toma el pulso a la opinión de los clientes, estos resaltan su solidez y solvencia, su capacidad tecnológica para dar soluciones y la calidad de los servicios proporcionados.
Los bancos son una parte de la sociedad y como tal, priorizan el impacto social de sus decisiones. Obviamente, comparten con sus clientes todo tipo de situaciones: las favorables y las adversas. Esa voluntad de cooperación se ha podido ver de nuevo en las medidas tomadas para prevenir un futuro impacto negativo en las familias más vulnerables ante la subida de los tipos de interés.
También se hace evidente en la respuesta a la demanda de una parte de los mayores por atención presencial en las oficinas. Y cuando se encuentran las soluciones para facilitar un punto de acceso a aquellos que viven en la España rural.