Bit2Me es la primera empresa española reconocida por el Banco de España como proveedor de servicios de moneda virtual. Su camino discurre paralelo al de la regulación de las criptodivisas; prueba de ello es su lanzamiento al mercado de Bit2Me Crypto API, un producto con el que otras empresas pueden usar la infraestructura y operativa de la compañía para implementar servicios de marca blanca de criptomonedas y Web3 de forma rápida, segura y con el adecuado cumplimiento normativo.
La empresa cuenta con clientes particulares, profesionales y corporativos en más de 100 países y, en 2021, tuvo un volumen transaccionado cercano a los 1.100 millones de euros, multiplicando unas 10 veces la suma de todos los años anteriores.
En Economía 3 hablamos con Javier Pastor, director de relaciones institucionales de Bit2Me, acerca de los desafíos a los que se enfrenta el mercado de los criptoactivos.
La llegada del euro digital
En realidad ya nos encontramos en una situación en la que el 97% del dinero que utilizamos es digital. Solamente el 3% del dinero que empleamos hoy en día es en efectivo. Es cierto que para lograr un objetivo como la inclusión financiera, tener dinero digital ayudaría mucho a llegar a sitios en los que no es rentable mantener entidades financieras. Creo que es una evolución natural del dinero ir hacia una herramienta digital.
Nosotros encantados de integrar ese futuro euro digital a las posibilidades que ofrece Bit2Me. Es un proceso normal que no sólo está ocurriendo en Europa, sino que lo estamos viendo en todo el mundo. No pasará mucho tiempo hasta que lo veamos aquí.
Quizá podamos tener problemas con algunos sectores de la población que no están familiarizados con las nuevas tecnologías y las mira con desconfianza. Eso puede generar cierta ficción. Aún así, creo que veremos un proceso de transición donde se irá introduciendo poco a poco. Una parte de la población hará el cambio y la gente un poquito más mayor se mantendrá en un modelo como el actual.
Aportar confianza
-Vuestro modelo busca combatir la desconfianza de la gente. ¿Qué aportáis en ese sentido?
En el fondo el Bit2Me es una solución 360º que combina el dinero «fiat» con este nuevo dinero que nace de internet, además de todas las tecnologías que hay alrededor. La ventaja que tiene utilizar una plataforma como la nuestra, desde el punto de vista del regulador, son clarísimas; ya que permite seguir trabajando y filtrando que no se utilice la tecnología con fines delictivos.
Nosotros siempre hemos sido muy escrupulosos con el cumplimiento de la regulación, la aplicación de la quinta directiva, la lucha contra la prevención de blanqueo de capitales o la financiación al terrorismo… Además llevamos toda la trazabilidad de las transacciones que vienen del mundo de los criptoactivos que son convertidos a «fiat».
Por todo ello somos un punto de apoyo para los reguladores y supervisores
Por todo ello somos un punto de apoyo para los reguladores y supervisores en todos los aspectos. Una ayuda para que la transición entre una tecnología y otra se haga de forma ordenada. Dentro del mundo de los criptoactivos han proliferado, por desgracia, muchas estafas. Lo que aportamos a los ciudadanos es poder dar una serie de garantías a los usuarios que deciden entrar en este mercado.
Tanto por el lado del regulador, como por el lado de las empresas y los particulares, tener una firma como Bit2Me es importantísimo para que la transición sea lo más segura posible.
El camino de la regulación
-En Bit2Me discurrís por el camino de la regulación y de las garantías. Sin embargo, esa no es la imagen generalizada que se tiene el mundo de las criptomonedas, el cual, quizá por la relativa novedad, parece un salvaje oeste. Da un poco la sensación de que vosotros apuntáis en un sentido totalmente opuesto.
Así es. Hace poco tuvimos un evento en la bolsa de Madrid en donde invitamos a muchas personalidades del mundo de la banca tradicional y del sector bancario. También en las últimas semanas hemos visto muchas noticias acerca del interés del ámbito de las telecomunicaciones y el interés que tienen en ahondar en estas tecnologías.
Gracias a que en su momento supimos pensar a medio y largo plazo, entendimos que la regulación y la supervisión resultan clave para escalar el negocio. Eso es lo que hemos puesto en marcha, tenemos el servicio de complains más potente del sector de los exchanges y no nos interesa tanto crecer, sino que queremos hacerlo bien e ir paso a paso. Por ello hay ahora tantos actores interesados en trabajar con nosotros.
También creo que, en el caso del Banco de España, el registro como proveedor de servicios de compraventa y custodia de criptoactivos va a ayudar a filtrar que todos los actores que no cumplan con la normativa, de forma que no estropeen la evolución de esta tecnología.
Por otro lado la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) lanzó una circular protegiendo a los usuarios de la publicidad en el ámbito de los criptoactivos. Nosotros hemos estado siempre en esta línea, trabajando codo con codo con estos actores.
Una pata del sistema
-¿Es por tanto ese el futuro de las criptomonedas? ¿Ser una pata más del sistema de transacciones?
Es difícil definir cómo va a ser el futuro de los criptoactivos, porque en el fondo es una tecnología global y cumplirá funciones diferentes en conforme a las características de cada país. Yo creo que en países donde el sistema financiero tradicional es bastante seguro, esta tecnología será una pata más que desarrolle y mejore la experiencia que tenemos con el sistema tradicional.
Las criptodivisas no compiten con la moneda fiat, sino que las complementa
Es cierto que en países como Latinoamérica, sitios donde la divisa del estado no es una solución, podría convertirse en una alternativa. Lo que hay que tener claro es que las criptodivisas no compiten con la moneda «fiat», sino que las complementa. Y en los territorios en los que la divisa no sirve, sí creo que las criptodivisas puedan ir más allá.
Una alternativa interesante
-¿Qué opinas de los que ven en las criptomonedas un refugio contra la banca tradicional?
Es verdad que, desde el punto de vista histórico, estamos en un momento muy especial a nivel monetario y financiero. Estamos viendo cosas que no habíamos visto antes. El tener durante diez años tipos de interés negativos en Europa, la subida de tipos que estamos viviendo debido a la alta inflación… Todo esto hace, a los que creemos en el Bitcoin, verlo como una potencial reserva de valor.
Aunque tiene una capitalización todavía pequeña y la volatilidad va a seguir existiendo, hay mercados que podrían empezar a considerarlo una reserva de valor a medio y largo plazo. Depende también cómo vaya la economía. Si tenemos una alternativa que muchos ciudadanos consideran interesante para atesorar riqueza en el tiempo, podemos ver cómo gana tracción. Veremos cómo evoluciona la crisis financiera que tenemos a las puertas…
Acabar con la volatilidad
-Comentabas el problema de la volatilidad del Bitcoin. Durante los últimos años hemos visto su valor muy depreciado…¿Qué podemos hacer para que decrezca dicha volatilidad?
A mí me gusta siempre explicarlo desde el punto de vista de los ciclos de halving en el Bitcoin. Son ciclos de cuatro años que coinciden más o menos con los 210.000 bloques minados y provoca que la recompensa que se entrega a los mineros se reduzca a la mitad cada cuatro años. Si uno aleja la gráfica y ve la cotización, se da cuenta que son ciclos de acumulación en donde el precio sufre volatilidad de un 1000% de subida y luego un 60% de bajada, pero los mínimos son crecientes y los máximos también.
Teniendo en cuenta que partimos de una capitalización de cero en 2009, la volatilidad es inevitable. A día de hoy estamos en el entorno de los 500.000 millones de dólares del total de capitalización del Bitcoin y eso, a nivel macro, es muy pequeño. Es normal que la entrada y salida de capitales haga que tengan esa volatilidad con respecto a las divisas estatales.
En el tiempo sí creo que habrá menos oferta, porque se va a ir reduciendo los bitcoins que se entregan a los mineros y cada vez habrá más conocimiento por parte de la población y más necesidad, debido a la devaluación de las divisas frente al dólar. Con una capitalización cercana al oro la volatilidad será más baja. Eso hace que cuantos más puentes se tiendan para acceder a esta tecnología de forma segura, menor será su volatilidad.
Es cuestión de tiempo. Si echamos en 13 años la vista atrás, el crecimiento que el Bitcoin es increíble y hay una serie de decisiones que se han tomado que lo respaldan.
Ganar confianza
-¿Crees que el camino hacia la regulación que estáis llevando, de la mano de las instituciones, puede hacer que la gente confíe más en los Bitcoin?
Creemos que es muy positivo para todos los actores interesados que haya una regulación. Eso dota de un marco común para todo el mundo al que nos podemos atener. Hay muchos actores del mercado financiero tradicional a la espera de ese marco que defina qué son y qué suponen los Bitcoin. Eso ayudará a que la volatilidad se reduzca porque subirá la capitalización.
Aunque vemos en los últimos cuatro meses que estamos en un rango bastante lateral y mucho más estable que otros mercados como las bolsas o los bonos del Estado. Este es un punto de vista interesante.
No poner puertas al campo
-¿Qué creéis que debe incorporar una regulación de las criptomonedas para que sea efectiva y, a la vez, no resulte demasiado restrictiva?
Justamente claridad. Claridad sobre qué es el activo, evitando ambigüedades y desde un punto de vista comunitario. Seguridad jurídica, al fin y al cabo.
Esto va más allá de los individuos, puede significar lo que en su día fue internet
Los reguladores deben tener muy claro el papel del Bitcoin y del resto de criptoactivos si hubiese que separarles. Esto es una oportunidad, es una tecnología que, aquellos que adopten su uso cuanto antes, van a tener una potencial ventaja competitiva frente al resto de actores. Esto va más allá de los individuos, puede significar lo que en su día fue internet.
La adopción de internet en una primera instancia fue positiva y no era bueno ponerle barreras. Luego todos tenemos que proteger a los ciudadanos, evidentemente, previniendo que se utilicen para fines delictivos. Más allá de eso tenemos que verlo como un activo más que ha venido para quedarse y que es positivo.
En definitiva, dar un marco común en el que esté claro el papel de los actores que intermediamos, con sus especificaciones y requerimientos. También para que el sector bancario normalice que existe un nuevo tipo de activo con muchas sinergias con ellos. Es importante no prohibir y no limitar, evitando siempre el uso potencialmente negativo.