Design thinking: Cómo puede ayudar a tu negocio
Tal vez, en algún momento de tu vida te preguntaste cómo fue posible que los humanos logramos hacer que un avión volara por los cielos. Realmente se trata de una pregunta difícil de responder, sin embargo, fue posible hacerlo y al día de hoy aún continúan volando. A lo largo de la historia, los humanos encontramos las soluciones a los diversos tipos de problemas de formas que ni nos imaginamos. Cabe destacar que así también es como lograron conseguir el éxito las empresas más grandes del mercado y los distintos modelos de negocio como Netflix, Apple, etcétera. En este post, te explicaremos a detalle las distintas vías para adentrarte en la innovación; conoce al design thinking a continuación.
¿Qué es el design thinking?
El pensamiento de diseño o design thinking, es un término muy utilizado para englobar todas las estrategias, prácticas y técnicas que utilizan los diseñadores. Se trata de un proceso muy cercano y relacionado con lo que se conoce como la resolución creativa de problemas. O también llamado: problema creative. Podemos decir que el propósito del design thinking es resolver todas aquellas dificultades vinculadas a una necesidad cotidiana. Básicamente exige dejar a un lado el rol técnico y entablar un contacto sincero y honesto que nos ayude a encontrar las áreas de oportunidad.
El design thinking intenta buscar la satisfacción de las necesidades de cierto tipo de público en específico. Esto, mediante la comunicación y la innovación. Optimizando su experiencia mientras que los hace formar parte del proceso. Por otro lado, también propone evitar la tendencia de seleccionar la primera alternativa como solución viable y definitiva sin antes proceder a comprobarla. Es decir, se enfoca en investigar todas las opciones que están puesta sobre la mesa. Esto lo hace incluso antes de tomar una decisión definitiva, lo que también permite plantear nuevas situaciones de problemas e interrogantes. Cabe destacar que la implementación de esta técnica en cuestión, deriva en equipos con altos niveles de motivación.
¿Para qué sirve este método?
Una habilidad que puede ser útil en muchos ámbitos, es la idea de partir de la empatía, cuestionar todas las posibilidades y no apresurarse a las soluciones. Puede ayudarnos incluso fuera del mundo de los negocios. Lo mejor del design thinking, es que se trata de una práctica que cualquiera es capaz de desarrollar. En teoría, puede hacerlo cualquier persona sin importar su profesión o las experiencias previas que haya tenido. Resulta una disciplina muy útil para cualquiera que se encuentre en la búsqueda de tener una estructura de pensamiento específica y clara. De esta forma, muchos desean comenzar a pensar fuera del molde.
Este método suele aplicarse de la siguiente manera:
- Para establecer y determinar los modelos de negocio y en el desarrollo de productos o servicios. Sus técnicas resultan idóneas al momento de pensar y fundar empresas, emprendimientos o startups.
- En la mejora de la experiencia de los usuarios y la mejora de procesos. Gracias a que se basa primordialmente en la empatía y el testeo constante.
¿Cómo puede ayudar a tu negocio?
Una enorme parte del éxito de una empresa depende de la capacidad de sus equipos para comprender las necesidades de sus usuarios. Y, a partir de estas, desarrollar algunas soluciones innovadoras. El design thinking se trata de un método que se implementa para encontrar dichas soluciones, sin embargo, por otro lado, también nos ayuda a:
- Encaminar el sentido en las peticiones de los usuarios. En pocas palaras, reconocer lo que sustenta cada petición en particular es necesario para crear un plan.
- Observar detenidamente al público objetivo, así como también empatizar con sus necesidades y preferencias. Una de las llaves para alcanzar el éxito de cualquier proyecto está en comprender a los usuarios hacia los que se enfoca dicho proyecto.
- Tener un enfoque de alto involucramiento al hacer pruebas y prototipos. Permite hacer que los equipos estén completamente inmersos y comprometidos en aplicar los hallazgos en cualquier proceso.
- Rediseñar los problemas implementando una visión más humana. Constantemente, solemos pensar en los problemas viéndolos desde una perspectiva técnica. El design thinking te permite colocar el foco directamente en las personas.
- Reinventar los modelos de negocio. Cuando el mercado se ha transformado o un modelo de negocio está agotado, podrás direccionar las soluciones hacia un camino completamente nuevo.
- Simplificar los procesos. Un pensamiento de diseño nos ayuda a encontrar el hilo en situaciones difíciles y así poder disminuir los pasos para llegar a un objetivo.
- Optimizar la experiencia de los distintos usuarios. Al fijar el enfoque hacia el usuario final, el design thinking puede ayudar a mejorar cada una de sus interacciones con el producto.
- Mediar la visión de diversas partes interesadas. Es muy habitual que en un mismo proyecto existan distintas visiones. El design thinking nos permite encontrar el equilibrio y buscar un compromiso mayor entre los puntos de vista existentes.
Características del design thinking
Anteriormente, mencionamos que la empatía y la creación de prototipos son las características primordiales del design thinking. Y que estas mismas son las que las diferencian de cualquier otra metodología. No obstante, la idea del prototipo rápido está vinculado con el producto mínimo viable. Dicha idea es de la metodología Lean Start Up, la cual es muy utilizada en todo tipo de proyectos tecnológicos.
La similitud entre estas metodologías que fomentar a grandes empresas gira en torno a su enfoque en la experimentación. Aún cuando este otro método de trabajo no se orienta hacia el usuario sino hacia el producto. Se puede decir que su núcleo central es su circuito de feedback; crear, medir, aprender. Sin embargo, el design thinking posee otras peculiaridades importantes. Por un lado, su carácter lúdico, con el cual se intenta hacer que todo el equipo permanezca motivado y disfrute del proceso mientras buscan encontrar soluciones alternativas. Por otro lado, sus técnicas visuales nos permiten relacionar ambos hemisferios. Ayudándonos a lograr un modo de trabajo analítico-creativo, el cual genera soluciones modernas e innovadoras, al mismo tiempo que factibles.
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