La naturaleza ha sido desde el principio de los tiempos una fuente de recursos insustituible para los seres humanos. Minerales, alimentos… y, también, energía. Además de las ya conocidas energías renovables como la solar, la eólica o la hidráulica, entre otras, una empresa de Barcelona apuesta por extraer energía directamente de la tierra, del suelo.
Cargar parcialmente el móvil enchufándolo a una maceta, crear jardines urbanos que actúen como grandes baterías o que una planta sea nuestra lamparita de noche son solo algunas de sus propuestas. Hablamos con Pablo Vidarte, CEO y fundador de Bioo.
Cómo fabricar baterías biológicas
– ¿Cómo surgió la idea de poner en marcha la empresa?
En principio empezó de la forma más estereotípica del mundo: soñé que se podía crear una batería biológica que aprovechara entornos naturales sin dañarlos para producir energía y me desperté a las tres de la mañana con esa idea en la cabeza.
A partir de ahí empecé a investigar, con un equipo de voluntarios. Teniendo en cuenta que las baterías biológicas en entornos controlados ya existían desde los años 80, pero que no se podían aplicar a sistemas abiertos naturales porque se contaminaban y, al final, en muy poco tiempo dejaban de funcionar. En esta investigación descubrimos mecanismos con los que conseguíamos que esto no pasara.
Desde 2015, cuando oficialmente fundamos la empresa, la mayoría del tiempo lo hemos dedicado a trabajar en I+D, crecer en equipo, mejorar los laboratorios y cada prototipo y producto…
– ¿Cómo funciona ‘una batería enchufada al suelo’?
Creamos electricidad a partir de la naturaleza y de los entornos naturales. La mayoría de las baterías que creamos funcionan en sistemas de tierra. Las que queremos aplicar a sistemas agrícolas, por ejemplo, funcionan solo con tierra porque necesitamos que sea así. Básicamente, lo que utilizamos como combustible es la materia orgánica que hay en este tipo de espacios.
Cuando irrigas o llueve se arrastra materia orgánica por debajo de la tierra hasta puntos donde acaba no teniendo un propósito muy lógico. Es decir, que acaba haciendo sedimento tras sedimento y poco más. Lo que hacemos es usar esa materia orgánica que hay en esas capas inferiores y la descomponemos con microorganismos naturales. Esos microorganismos ya habitan en esos entornos y lo que hacen en su día a día es comer esa materia orgánica y al comérsela se liberan electrones. Esos electrones son los que utilizamos para nuestras baterías.
Do you want to be part of our tech revolution? 🌿🙌
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Así es la empresa
– ¿Cuáles fueron los beneficios en 2021? ¿Qué expectativas tenéis para 2022?
2020 fue un año de parón por la covid. En el 2021 empezamos a ver un interés creciente a nivel institucional. Sin embargo, el 2021 ha sido un año para focalizarnos en desarrollar un producto que pueda ser utilizado por el consumidor de a pie.
Aunque actualmente, estamos ya vendiendo nuestra tecnología a grandes ciudades. El punto de inflexión en términos económicos será el 2022 cuando activaremos nuestras tres líneas de negocio dónde ya hemos empezado a ver el potencial de nuestras tecnologías.
– ¿A qué tipo de cliente va dirigido el servicio?
Tenemos una línea urbana en la que se transforman edificios o ciudades aplicando diferentes tecnologías para hacer transformaciones biotecnológicas de edificios. Por ejemplo, un banco que te sientas y tiene naturaleza alrededor y puedes cargar tu móvil. O también entrar en la habitación de un hotel, tocar una planta y que se activen las luces.
Luego, tenemos un producto B2C, dirigido al cliente final. Es una lampara hecha de cerámica translúcida que funciona con un interruptor biológico. Es nuestra apuesta para empezar a adoptar estas tecnologías en los hogares.
El otro tema que estamos a punto de lanzar es el del sector agrícola. Estamos haciendo pruebas en campos reales con clientes reales. Básicamente son unas baterías en los campos agrícolas que sirven para alimentar sensores y otro tipo de sistemas que hoy en día se alimentan con pilas. Es un mercado grandísimo y está creando un impacto medioambiental muy fuerte. Tener que reemplazar pilas cada año en millones y millones de hectáreas para este tipo de dispositivos no es sostenible. Además, de que es carísimo.
Cargar el móvil en una maceta
– ¿Puede esta ser una alternativa factible al encarecimiento del precio de la luz?
En según qué casos seremos una alternativa que será mejor que el resto. En otros, una alternativa que será buena utilizarla de forma híbrida. Yo imagino la casa del futuro con un tejado solar, pero con un ‘césped bioo’. Para aplicaciones como la agricultura sí que lo veo muy interesante. Se podrían utilizar campos para hacer energía, por un lado, y, por otro, para cultivar.
– ¿Podremos llegar a cargar el móvil metiéndolo en una maceta?
Claro. Hemos llegado a hacer prototipos que son capaces de eso. Eran sistemas con microorganismos muy específicos. Y todo muy elaborado milimétricamente. Para hacerlo como lo estamos haciendo ahora en entornos abiertos y descontrolados necesitaremos más tiempo. Poco a poco seremos capaces de activar más cosas. Pero, nuestro objetivo es que al menos en los próximos 10 años esta tecnología acabe estando en nuestros jardines.
«Antes de lanzar productos que sean buenos para el medioambiente intenta que todo lo que hagas pueda compensar la huella»
Consejos para hacer tu empresa más sostenible
– ¿Qué pasos debería dar una empresa para ser más sostenible?
Para empezar, hay que ser sostenible en todos los sentidos, no solo en el energético. Por ejemplo, hemos implementado un seguro médico para el planeta, además del seguro médico del trabajador también damos un seguro médico para el planeta. Es decir, cubrir todas las emisiones de CO2 que pueda emitir cualquier persona dentro de nuestra compañía.
No solo lanzamos productos que sean buenos para el medioambiente, también somos coherentes con nuestros valores y compensamos nuestra huella de carbono.
También intentar que cada colaborador que vayas teniendo realmente comparta tu misma filosofía. Si un 30 % de tus colaboradores no creen en ese propósito todo va a acabar desvirtuándose. Uno tiene que intentar ir a una, tanto en propósito interno como externo. Además, que los materiales que se usen no sean solo innovadores, sino también sostenibles y que se intente reducir todo el transporte posible. Muchas empresas se están esforzando en esto, pero pocas lo están consiguiendo de verdad.