El sector de la limpieza ha sido esencial desde la primera fase de la crisis de la COVID-19, a pesar de que no fue declarado actividad esencial desde el comienzo del Estado de Alarma. Los equipos que han estado en primera línea han demostrado compromiso y profesionalidad durante los momentos más críticos. El papel seguirá siendo relevante en los próximos tiempos porque la nueva normalidad viene marcada por dos factores determinantes: viviremos más distanciados y más preocupados por la higiene personal y colectiva.

De hecho, la Comisión Europea ha considerado en la guía para el relanzamiento del turismo y el transporte que los servicios de limpieza son clave en la nueva normalidad para evitar los infecciones por COVID-19.

Aunque socialmente el sector de la limpieza está infravalorado, es innegable su relevante peso en el PIB y en el empleo. Un estudio elaborado por la Comisión Research de IFMA España sobre el sector, que se ha presentado recientemente, confirma que las compañías de servicios de limpieza ocupan al 2,5% de los 15 millones de trabajadores existentes en España y conforman una de las diez principales actividades de servicios, en términos de empleo, del país.

El cambio también ha llegado al concepto de limpieza: ahora es imprescindible desinfectar todo tipo de edificaciones

Estos meses de transformaciones e incertidumbres se están produciendo también cambios en la demanda, pero el incremento de contratos para desinfectar centros de trabajo no compensa el cierre de compañías que han cerrado o reducido gastos, que han generado notables caídas en los servicios habituales. Una buena parte de la actividad de las empresas de limpieza se ha quedado en el dique seco por el parón económico, mientras que la otra asume el aumento de solicitudes de tareas de desinfección de los centros de trabajo para reducir los riesgos de contagio por coronavirus.

El cambio también ha llegado al concepto de limpieza: ahora es imprescindible desinfectar todo tipo de edificaciones. La COVID-19 ha hecho evolucionar la manera de tomar conciencia de cada elemento de nuestro alrededor, haciendo necesario higienizar todo punto caliente. por pequeño que sea (pomos de las puertas, barandillas, botoneras de los ascensores, mostradores, etc).

De la profundidad con la que los profesionales de las empresas de limpieza realicen las labores de higiene y desinfección depende la seguridad en hospitales, residencias, supermercados, centros educativos, transporte, enclaves turísticos, oficinas de las administraciones y otras dotaciones.

A pesar del fin del estado de alarma, la incertidumbre y la falta de demanda de servicios de limpieza por parte de los particulares, las empresas y las instituciones, pone en peligro la continuidad de muchas compañías, puesto que los gastos de personal son más del 80% del total de los costes de las empresas que compiten en un mercado muy maduro de márgenes comerciales exiguos. La inestabilidad y los altos costes hacen que muchas empresas mantengan todavía una parte importante de sus recursos humanos en ERTEs.

Para superar esta situación de inseguridad hacen falta medidas urgentes, entre las que destaca que la Administración haga un esfuerzo para mantener los contratos vigentes y, por lo tanto, todo el empleo de las contratas. Pero también ha llegado el momento de apostar por otras cuestiones clave, como la innovación (de productos y servicios) y la tecnología. De esta manera se equilibraría la importancia del factor precio con otros indicadores que aporten valor en los ámbitos laboral, de la sostenibilidad, de calidad y de integración de servicios, que permitan que las empresas más profesionales también sean más competitivas.

Las empresas de limpieza tenemos la responsabilidad de proteger la salud de las personas ante una pandemia global. Nuestra labor del futuro debe ir encaminada, no solo a combatir el coronavirus, sino también todo el tipo de virus, alérgenos y patógenos definiendo estándares de calidad en los procesos de higiene y desinfección con equipamientos avanzados y equipos humanos cualificados. Los objetivos son claros: dignificar y modernizar el sector, manteniendo vivas las empresas y el empleo.