Susana Lloret: «No somos un museo donde se viene a ver, sino a hacer»
Bombas Gens Centre d’Art cumplirá dos años el próximo 8 de julio. En ese breve periodo de tiempo, la sede de la Fundació Per Amor a l’Art (FPAA) no ha dejado de crecer en relevancia nacional e internacional. Ayer se celebró en su jardín un acto ante la prensa en el que se hizo balance de estos 24 meses. La vicepresidenta de la FPAA, Susana Lloret, afirmó que el éxito se ha asentado en «un cambio de paradigma sobre el museo clásico: aquí, los visitantes tienen una participación más activa en vez de contemplativa, ya que se implican en conferencias, talleres, visitas guiadas para diferentes tipos de público». «Es un espacio que está vivo y genera intercambios», añadió. En definitiva, en vez se ser «un museo donde se va a ver, somos un centro de arte donde se va a hacer. Ese es nuestro objetivo». Y mientras, los visitantes, así como los premios -la Medalla de Honor del Consell Valencià de Cultura y el reciente Premio Turia– no dejan de acudir.
Bombas Gens se ha consolidado a través de numerosas actividades que van más allá de las exposiciones del arte al uso. Iniciativas constantes como charlas y debates, coloquios con los artistas, interpretaciones musicales a partir de las exposiciones, talleres abiertos a todo tipo de públicos, espectáculos de danza que dialogan con las obras, sin olvidar el propio edificio y su ubicación, han conformado una personalidad muy definida y diferenciada. El cambio de paradigma apuntado por Lloret, de “ir a ver” por “ir a hacer” ¿de dónde sale? ¿Cuáles fueron sus referentes?
Según la vicepresidenta de la FPAA, «es un trabajo de equipo donde cada uno ha aportado desde su experiencia y desde su trayectoria. Por mi parte, hay una frase que me gusta mucho repetir, y es que el artista es lo primero. De ahí nace una línea de trabajo en la que quisimos acercar al artista a las personas, que lo pudieran conocer, que pudieran saber cómo trabaja, qué determina su manera de hacer, su modo de enfrentar el arte…Todo eso, comunicado de persona a persona«.
La directora del centro, Nuria Enguita, indicó que «no hubo ningún referente, sino que hubo muchos. Quienes estamos aquí, hemos trabajado también en diferentes ámbitos, y creo que eso es importante».
«Hay que pensar en el contexto para ver las propuestas que se pueden hacer», reflexionó Enguita. «Tenía un edificio magnífico con una colección magnífica, y se abría en València en 2017. Una ciudad donde la cultura había estado muy mal tratada, y ya pensábamos desde el principio que teníamos que hacer una labor distinta. No se podía abrir la puerta, colgar una exposición y esperar. Las personas podían venir, pero no estábamos tan seguras de que fueran a volver».
La coordinadora de actividades de Bombas Gens, Sonia Martínez, abundó en la misma idea: «Cualquier museo que quiera mirar al futuro tiene que pensar que no es suficiente abrir las puertas sin pensar en qué más ocurre. No es sólo venir un día, abrir las puertas y se acabó. Hay que inventar fórmulas para crear relaciones duraderas, ver qué funciona y qué no, y seguir inventando. Intentamos escuchar a cada una de las exposiciones, trabajar y pensar junto a los artistas, y desde ahí, no podemos plantear las mismas actividades para unas que para otras. Me gusta la idea de que la escucha atenta y afectiva permite que el programa y las actividades vayan variando».
Balance expositivo, futuro y microhistora
Nuria Enguita, calificó el balance expositivo como «muy rico». Así, «la exposición dedicada a Anna Eva Bergman ha tenido recorrido. Viajará a Francia, Alemania y el año que viene estará en el Reina Sofía. Que suceda eso a partir de un centro como Bombas Gens es muy poco común”. Lo mismo sucede con la obra del fotógrafo Joel Meyerovitz, al igual que la de Bergman, perteneciente a la Colecció Per Amor a l’Art. En estos momentos, se encuentra en el certamen PhotoEspaña en Madrid. «Y esperamos que de las apuestas personales de los coleccionistas, como Nocolás Ortigosa, también puedan salir su obras y se den a conocer, ya que eso es parte de nuestra misión”. La directora adelantó que en el futuro “seguiremos atendiendo a figuras desconocidas o artistas jóvenes en proceso de ser reconocidos”.
Además, el Centro de Arte presentará mañana a las 19h Bombas Gens 1930-2019. Historia, rehabilitación y nuevos usos. Se trata de una publicación digital a cargo de Nuria Enguita y la arqueóloga Paloma Berrocal que da cuenta del proceso de recuperación de todo el conjunto arquitectónico y arqueológico.
Posteriormente, a las 20h, se inaugurará la exposición Herencias; una muestra dedicada a las alquerías de la huerta de València a través de objetos cotidianos de los siglos XV y XVI que se hallaron en ellos. Según su comisaria, la propia Berrocal, “intentamos poner el foco en aspectos relacionados con la microhistoria y la etnología. Mostramos conocimientos adquiridos a través de la arqueología acerca del uso de los espacios en el interior de estas casas y de sus cambios a lo largo del tiempo. Sobre los diferentes aspectos que tenían sus exteriores en tiempos remotos, sobre los trabajos que se hacían en sus dependencias y sobre algunos de los secretos que escondían en su interior”.
Durante todo el fin de semana se realizará un programa especial de actividades conmemorativas del segundo aniversario de las que les iremos informando. Les adelantamos que la celebración concluirá el domingo con horchata fresca para todos los visitantes que accedan al centro de 11 a 13 y de 18 a 21h. «Se nos percibe como un centro de arte para todos», subrayó Susana Lloret. «El premio más importante es que la misión que nos propusimos se está llevando a cabo».
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