Calpech, nanotecnología para hacer más eficiente el biogás europeo

La transferencia de conocimiento desde la universidad al mercado volvió a ser protagonista en la última edición de los VII Premios rePCV, impulsados por la Universitat Jaume I (UJI) de Castellón. Entre las iniciativas reconocidas, la categoría Spin-off puso el foco en proyectos que nacen de la investigación académica y logran transformarla en soluciones empresariales con impacto real en la economía y el medio ambiente.

Uno de esos proyectos es Calpech, empresa ubicada en el Parque Científico de la Universidad de Alicante (PCUA), que ha desarrollado una tecnología capaz de transformar residuos agrícolas en nanopartículas de hierro encapsuladas en carbono con aplicaciones en biogás, fertilización y descontaminación ambiental.

Hablamos con Yuriy Budyk, CEO de la compañía, para conocer el origen del proyecto, su grado de madurez y los próximos retos de crecimiento.

Un impulso a la tecnología alicantina

– Para empezar, ¿cómo explicaríais Calpech en una frase a alguien que no conoce nada de vuestra empresa?

Calpech es una spin-off tecnológica que transforma residuos agrícolas en nanopartículas de hierro encapsuladas en carbono para crear soluciones ambientales innovadoras en biogás, fertilizantes y descontaminación.

– Habéis sido reconocidos con el premio en la categoría Spin-off en los VII Premios rePCV. ¿Qué ha significado este reconocimiento?

Este premio ha sido un impulso muy importante para el equipo, porque reconoce años de investigación convertida en tecnología real y aplicada. Para nosotros también refuerza el vínculo con la Universidad de Alicante, que es nuestro origen y nuestro socio científico natural en el desarrollo de soluciones basadas en nanotecnología y economía circular.

Atacar dos problemas a la vez

– Vuestra tecnología tiene varias aplicaciones. ¿Cuál es hoy la más madura y por qué?

La aplicación más madura es el biogás. Hemos logrado industrializar un aditivo 6-en-1 que mejora la producción, elimina contaminantes, estabiliza el digestor y optimiza el digestato. Actualmente estamos presentes en más de diez plantas reales y contamos con una capacidad analítica muy amplia, con más de 400 digestores y más de 50 técnicas de laboratorio.

Todo ello nos ha permitido validar, escalar y demostrar el impacto de nuestra tecnología de forma continua y en condiciones reales de operación.

– ¿Qué problema ambiental os propusisteis resolver cuando nació Calpech?

Desde el inicio quisimos abordar dos problemas de forma simultánea. Por un lado, la gestión de residuos agrícolas, especialmente aquellos que son difíciles de valorizar. Por otro, la eficiencia y sostenibilidad de procesos ambientales como el biogás o la descontaminación.

Nuestra tecnología convierte esos residuos en nanopartículas activas que sustituyen productos químicos tradicionales, reducen emisiones, mejoran procesos industriales y fomentan un modelo de economía circular real, no teórico.

La sostenibilidad, el eje central del proyecto

– La sostenibilidad es un eje central del proyecto. ¿Cómo se refleja en el día a día de la empresa?

En Calpech cada decisión se evalúa según su impacto ambiental y su capacidad de cerrar ciclos. Desde utilizar residuos como materia prima hasta diseñar productos que reducen consumos energéticos, emisiones o costes operativos en las plantas, la sostenibilidad no es un añadido, sino un criterio central en la toma de decisiones.

– ¿Qué papel han jugado la Universidad de Alicante y el Parque Científico en vuestro desarrollo?

La Universidad de Alicante y el Parque Científico han sido fundamentales. Nos han proporcionado el entorno científico, el apoyo en transferencia tecnológica y el acceso a laboratorios avanzados para desarrollar y validar nuestra tecnología.

Su acompañamiento ha sido decisivo para convertir la investigación en un producto industrial y en una empresa preparada para escalar y competir en el mercado.

– Mirando al futuro, ¿cuáles son los principales retos de Calpech?

Nuestros próximos retos se centran en varios ejes. En primer lugar, la internacionalización de nuestros productos de biogás en Europa, donde existe una demanda creciente de soluciones más eficientes y sostenibles.

También estamos trabajando en escalar la producción industrial, incorporando nuevo equipamiento que nos permita aumentar volumen, calidad y complejidad del producto. A medio plazo, queremos ampliar aplicaciones en agricultura y descontaminación, llevando la nanotecnología a sectores que necesitan alternativas sostenibles y competitivas.

Nuestro objetivo final es consolidarnos como un referente en la valorización de residuos agrícolas y su conversión en recursos de alto valor añadido.