Škoda-Talgo: la fusión sigue en un limbo, mientras el fabricante checo exhibe músculo
Sigue en el limbo el futuro de Talgo tras la decisión del Gobierno de rechazar la OPA del consorcio húngaro Ganz-Mavag Europe alegando razones de seguridad nacional. Talgo ha estado en busca de un socio o comprador durante más de dos años, ya que necesita inversores que reemplacen al fondo Trilantic Europe, que posee un 40% de las acciones y desea salir del capital.
Después de que el Gobierno rechazara la OPA de Ganz-Mavag, el camino se ha allanado para el fabricante checo de equipos industriales Škoda, que propuso una «colaboración industrial» con la empresa ferroviaria española. Sin embargo, esta propuesta fue desestimada por el consejo de administración de Talgo, ya que Škoda no tenía entre sus planes asumir el control del capital, mientras que los principales accionistas lo quieren es, precisamente, desprenderse de sus acciones.
Pese a este rechazo, Škoda insiste en que la cooperación entre las compañías sería muy beneficiosa para ambas. La empresa checa, que forma parte del consorcio financiero internacional PPF Group, obtuvo el año pasado unos ingresos de 1.382 millones de euros, con un ebitda de 21,8 millones de euros, y emplea a 10.000 personas sus centros de producción.
Škoda exhibe músculo
En medio de los rumores sobre la posibilidad de una colaboración, el grupo checo anunció la semana pasada la firma de un acuerdo con Bulgaria para venderle nuevos trenes eléctricos por más de 500 millones de euros, con el fin de modernizar la flota ferroviaria del país. Con este contrato, Škoda fabricará y suministrará hasta 25 unidades eléctricas sin barreras, que reemplazarán a los trenes antiguos y ofrecerán más de 300 asientos, así como vagones con aire acondicionado.
«Nuestra experiencia en producir unidades eléctricas nos permite ofrecer una solución contrastada, que ya funciona en varios países europeos. Cerca de 400 de nuestras modernas unidades eléctricas estarán pronto en los ferrocarriles de Europa», declaró en un comunicado el presidente del grupo checo, Petr Novotný.
En palabras del presidente de Škoda, este contrato «refuerza» su posición en la modernización del transporte ferroviario europeo. «Bulgaria se suma a la lista de países en los que nuestros trenes contribuyen al atractivo y la accesibilidad del transporte ferroviario», agregó.
Criteria, dispuesta a participar
En esta operación, otro actor relevante es Criteria Caixa, el holding inversor de la Fundación ‘la Caixa’, que en las últimas semanas ha expresado que continúa dispuesta a participar en una operación para entrar en Talgo. No obstante, Criteria pone como condición que aparezca un socio industrial que asuma el liderazgo.
Ahora, el holding inversor catalán se encuentra a la espera de las próximas decisiones que tome el Gobierno. Este último tiene la responsabilidad de abordar urgentemente el reto que tiene Talgo con su capacidad industrial, dado que se enfrenta a una extensa cartera de pedidos.
El Senado pide colaboración para buscar socios
El futuro de Talgo también ha llegado a las Cortes. Esta semana, el Senado ha aprobado una moción del Partido Nacionalista Vasco (PNV) que alerta del «riesgo de la viabilidad futura» de esta empresa estratégica y pide a las distintas administraciones que colaboren para buscar socios financieros e industriales.
La moción, apoyada por el PSOE, ERC, EH Bildu y Geroa Bai, respalda la decisión del Gobierno de rechazar la OPA del consorcio húngaro Ganz-Mavag Europe y subraya que el desarrollo de Talgo es una prioridad para la Unión Europea en las próximas décadas.
El senador del PNV Luis Jesús Uribe-Etxebarria destacó, en su intervención en el Senado, que la empresa necesita disponer de mayor capacidad industrial para responder a unos contratos y pedidos en niveles récord.
Récord de pedidos en Talgo y nerviosismo entre los empleados
Mientras Talgo busca socios o compradores, el número de pedidos no ha dejado de aumentar en la empresa ferroviaria. La cartera supera los 4.000 millones, en máximos históricos, y en el primer trimestre se fabricaron pedidos por 1.923 millones.
Esta carga de trabajo apremia la necesidad de contar con un socio en Talgo, bien un socio inversor que ponga dinero para ampliar las actuales instalaciones y poder producir más o un socio industrial para fabricar en otros lugares.
Tras la negativa del Gobierno a la OPA del consorcio húngaro, la plantilla de la factoría de Talgo en Rivabellosa (Álava) expresó su nerviosismo por el futuro de la empresa. Cabe señalar que Talgo da empleo directo a unas 2.500 personas en España, de las cuales 700 trabajan en Rivabellosa.