Draghi quiere invertir más del doble de lo que destinó el Plan Marshall en los 50
Acelerar la innovación, abaratar la energía sin renunciar a la descarbonización y reducir dependencias estratégicas, incluido el refuerzo de la defensa son las tres grandes transformaciones que debe llevar a cabo la economía europea para ser competitiva en el ámbito internacional, tal y como ha manifestado Mario Draghi, exprimer ministro de Italia y expresidente del Banco Central Europeo (BCE).
En concreto y para poder competir con Estados Unidos y China, Draghi ha calculado que serán necesarios entre 750.000 y 800.000 millones de euros en inversiones adicionales cada año si la Unión Europea quiere aumentar su productividad y poder competir en la escena global.
Lo que equivaldría, -tal y como ha reconocido Mario Draghi- al 4,4% y el 4,7% del PIB de la UE en 2023 y supondría invertir más del doble de lo que el Plan Marshall americano destinó en los cincuenta a reflotar la economía europea tras la II Guerra Mundial, tal y como refleja el informe: «El futuro de la competitividad europea» presentado por el italiano.
En concreto y tal y como ha explicado Jorge Urbaneja, profesor de Derecho Internacional Público y Derecho de la Unión Europea de la Universidad de Alicante, «si lo comparamos con el Plan Marshall entre 1948 y 1951, las inversiones fueron entre un 1 y un 2% del PIB de Europa. Con lo que la propuesta de Draghi es tremendamente ambiciosa», ha subrayado.
Nueva estrategia industrial europea
En su informe, Draghi propone para conseguir ser competitivos adoptar una «nueva estrategia industrial europea» que pasaría por invertir conjuntamente en bienes de interés público y mejorar la coordinación de las políticas industriales, comerciales y de competencia de los veintisiete Estados miembros.
Asimismo, advierte de que la UE afronta el «reto existencial» de aumentar su productividad y su crecimiento económico o, de lo contrario, tener que dar marcha atrás en algunas de sus ambiciones y objetivos, desde la lucha contra el cambio climático hasta la financiación de su modelo social, y defiende que «el único modo de ser más productiva es que Europa cambie radicalmente».
«Debemos entender que somos cada vez más pequeños en relación a los desafíos a los que nos enfrentamos. Por primera vez desde la Guerra Fría tenemos que temer por nuestra supervivencia. La razón para una respuesta unida nunca ha sido tan convincente», ha dicho Draghi en la presentación del informe junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.
Urbaneja ha hecho hincapié también en un dato significativo que recoge el informe como es la brecha entre el PIB de la Unión Europea y el de Estados Unidos. «Este ha pasado en dos décadas del 15% al 30%, siempre a favor de Estados Unidos. Esto quiere decir -ha destacado- que en las últimas dos décadas hemos perdido competitividad con respecto a Estados Unidos».
A todo ello se suma que China va ganando terreno, mientras que factores que lo impulsaban, como el crecimiento demográfico, el auge del comercio internacional o la disponibilidad de energía rusa barata van desapareciendo, recoge el documento.
En este contexto, el expresidente del Banco Central Europeo propone tres áreas de actuación para dar más vigor al crecimiento europeo, con el foco puesto en el aumento de la competitividad y la productividad.
Innovación, energía y seguridad
La primera es acelerar la innovación, en particular en el sector tecnológico dónde la brecha es particularmente grande con otras potencias, reduciendo las barreras que frenan el traslado de las innovaciones al mercado, atrayendo financiación y mejorando la formación de los europeos.
La segunda consiste en rebajar los precios de la energía, que en Europa son hasta cinco veces superiores a los de Estados Unidos, y aprovechar la descarbonización del continente para dar un impulso a industrias como la de las tecnologías limpias, para lo que plantea un «plan conjunto de descarbonización y competitividad» que aúne los esfuerzos de los sectores productores y los que permiten la reducción de emisiones.
Ursula Von der Leyen también se ha manifestado en esta línea recalcando que «caminar hacia la descarbonización es un aspecto innegociable«.
En este sentido, Urbaneja ha puntualizado que no ve «esa tendencia de descarbonización en nuestros competidores principalmente China, Estados Unidos y la India».
Draghi plantea también reducir las dependencias de terceros para suministros estratégicos, como las materias primas o los semiconductores, en un entorno geopolítico internacional crecientemente inestable, en el que potencias como China o Estados Unidos apuestan por políticas más asertivas para competir entre sí, a través de una «política exterior económica» que favorezca acuerdos comerciales con naciones ricas en recursos.
Asimismo, insta a reforzar la seguridad y aumentar la capacidad de la industria de defensa europea, «con lo que es muy posible que en la próxima legislatura de la Comisión Europea la inversión en el ámbito de la defensa, entendida en sentido amplio, se incremente notablemente», ha manifestado Urbaneja.
¿Cómo se van a movilizar esta ingente cantidad de recursos?
El informe concluye con una serie de simulaciones que realiza tanto la Comisión Europea como el Fondo Monetario Internacional sobre las posibilidades de movilizar estos recursos y que puede ser viable a través de la inversión público-privada.
«En este punto -matiza Urbaneja- sobrevuela uno de los problemas que sigue teniendo la Unión Europea, y es que sigue careciendo de capacidad fiscal. Es decir, de un presupuesto propio y genuino de la Unión Europea. Solo hemos tenido algo parecido con los fondos Next Generation pero ha sido algo puntual. Es decir, la Unión sigue careciendo de un instrumento presupuestario para movilizar esas inversiones», ha puntualizado el profesor de la Universidad de Alicante.
Por ello, -ha recordado Jorge Urbaneja- ya están empezando las negociaciones del siguiente marco financiero plurianual «y más cuando se produzca el nombramiento de la nueva Comisión, que tiene como objetivo disponer de una mayor capacidad de recursos para poder realizar este programa de inversiones».
Urbaneja ha señalado que el informe de Draghi «no deja de ser un documento propositivo y la presidenta de la Comisión piensa tomarlo como referencia para guiar las actuaciones legislativas de la Comisión en la próxima legislatura. A lo largo del mes de septiembre y octubre, los diferentes comisarios, cada uno en sus ámbitos de actuación, tomará en cuenta alguno de de los elementos de dicho informe».
Otra de las manifestaciones que recoge el informe pasa por eliminar la excesiva burocracia administrativa. «Resulta curioso,-ha calificado Urbaneja- porque muchas veces estas barreras administrativas vienen de la propia Unión, pero está bien que aparezcan en el informe».