Aumento de pasajeros, incidencias y obras: ¿Qué está pasando con los trenes en España?
Retrasos y averías en trenes, obras en estaciones y una creciente demanda de servicios son algunas de las causas detrás del caos que se ha generado en las últimas semanas en el sistema ferroviario español. Se trata de una situación ha llevado al ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, a pedir disculpas a los usuarios y ha provocado que el Partido Popular pida la comparecencia urgente del titular de Transportes para que dé explicaciones sobre esta cuestión.
¿Qué está pasando con los trenes en España y cómo se ha llegado a esta situación?
Los Talgo S106
Son varias las causas detrás del caos ferroviario en España y una de ellas está relacionada con los nuevos trenes S106 de Talgo, conocidos como Avril. El pasado 21 de mayo, Renfe empezó a operar estos trenes y desde entonces se han registrado más 479 incidencias, las cuales han desplomado la puntualidad en los trayectos que cubren, de manera que solo cuatro de cada diez trenes llegan en hora a su destino, según ha sabido Agencia EFE.
Frente a una puntualidad media en los servicios comerciales de Renfe (AVE, Avlo, Alvia e Intercity) del 76,2 % a 31 de julio, la de los nuevos convoyes S106 fue del 40,7 %. Desde su puesta en servicio hasta el pasado 5 de agosto, los S106 han realizado 1.768 servicios, y en un 27 % de ellos, más de uno de cada cuatro, se registró alguna incidencia.
Entre los motivos principales de estas incidencias se encuentran averías o disfunciones del material motor, así como problemas en la tracción y en las puertas de acceso.
En mayo se lanzaron 22 servicios utilizando los trenes Avril, que han ido incrementándose hasta los 32 servicios actuales, operando tanto en trenes AVE como en Avlo, la marca de bajo coste del grupo. Actualmente, Renfe ofrece 335 servicios de Alta Velocidad y Larga Distancia, lo que significa que los trenes Avril representan el 9,5% del total.
Renfe pide compensaciones
Estas incidencias en los nuevos trenes S106 han llevado a Renfe a exigir a Talgo compensaciones económicas y no descarta emprender acciones legales por ello y por los retrasos en la entrega de los trenes.
«La gota que colmó el vaso», tal y como dijo el ministro Puente, fue la avería en el sistema eléctrico de un tren Avlo que cubría el trayecto entre Valencia y Madrid el pasado 5 de agosto en la entrada de la estación de Chamartín. Un total de 494 pasajeros estuvieron durante más de dos horas sin electricidad en el tren.
En un comunicado, Renfe censuró que esta avería se unía a las «graves» incidencias técnicas en los trenes S106, por lo que considera emprender acciones por responsabilidad contractual y extracontractual contra Talgo.
Respecto a estas incidencias, el ministro Puente aseguró este pasado lunes que, desde que el Gobierno hizo pública la situación con los trenes S106, «Talgo se ha puesto las pilas». En este sentido, el titular de Transportes señaló que Talgo ha puesto un técnico en cada tren y en el centro de control de mando, de forma que se están reduciendo las incidencias. Asimismo, pidió que no se atribuyan a Renfe problemas que no son de ella, y destacó que es la empresa más puntual si se compara con las de otros países europeos similares en tamaño, como Francia, Italia o Alemania.
Las obras de Chamartín
Además de las incidencias en los trenes Avril, las obras en la estación de Chamartín han generado retrasos, especialmente en los últimos meses, afectando tanto a las líneas de cercanías como a las de media y larga distancia.
El proyecto de obra de la estación madrileña comenzó en 2008 con un estudio informativo aprobado por el entonces Ministerio de Fomento, que incluía la construcción de un túnel de ancho estándar entre Chamartín y Atocha, con el objetivo de crear una gran estación ferroviaria que conectase ambas terminales. En 2020, se dio luz verde a la construcción en Chamartín de un máximo de 18 vías de alta velocidad y 13 vías de Cercanías.
Hasta ahora, la obra ha movilizado más de 500 millones de euros, financiados por fondos europeos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, y se prevé que finalice en junio de 2026.
Esta macroobra, que se está llevando a cabo sin interrumpir el tráfico ferroviario, permitirá aumentar la capacidad de la estación y así pasar de 36 millones de viajeros en 2023 a 55 millones en 2030.
Un incremento de pasajeros «bestial»
A las averías en los trenes Avril y a las obras en Chamartín se suma el incremento de pasajeros «bestial» que el sistema ferroviario ha vivido en los últimos años. Según Óscar Puente, la situación mejorará cuando se renueven las flotas de cercanías y avancen las obras en la estación madrileña de Chamartín, dado que se están gestionando unas infraestructuras en plena «transformación».
En palabras del ministro, se están recibiendo inversiones que «no tienen precedentes» para su mantenimiento y renovación, y todo ello está «tensionando» mucho un sistema que en muchos casos tiene «material obsoleto».
Según Puente, desde 2008 «no entra un tren de cercanías nuevo» en España y desde 2010 no entraba un nuevo tren de alta velocidad, hasta la llegada en mayo de los Talgo S106. «A primeros del año que viene empezaremos ya a incorporar una nueva flota de Cercanías y de Rodalies que va a ir reduciendo enormemente el número de incidencias que tenemos por el material rodante», añadió en declaraciones a los medios este pasado lunes.
A todo ello se une una reducida inversión en mantenimiento de las infraestructuras durante «casi una década» que ahora se está intentando paliar, señaló Puente, para luego recordar que se han comprado casi 500 trenes nuevos que van a renovar por completo la flota de Cercanías y de Rodalies.
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