Los mercados europeos amanecían el lunes con cierta calma, pero la respiración contenida, tras conocerse los resultados de las legislativas francesas. Los peores pronósticos de los analistas económicos, opuestos siempre a los radicalismos, finalmente no se cumplieron. La aritmética política surgida de las urnas será difícil de gestionar y, aunque preocupante, un gobierno de corte radical parece poco probable.
Para Juan José Fernández-Figares, director de Gestión e Instituciones de Inversión Colectiva en Link Securities, el actual es «el menos malo de los escenarios malos. Los mercados interpretan esta situación como de parálisis. Tradicionalmente el presidente de la República es el encargado de ofrecer formar gobierno a la candidatura vencedora, pero en esta ocasión el interlocutor es una coalición de varios partidos que, además, se llevan a matar”.
En esa misma línea, el profesor y director del Departamento jurídico en la Universidad Europea de Valencia, Frédéric Mertens, pronostica una situación de parálisis institucional en el país galo derivada de la falta de sintonía entre los partidos de la coalición.
«Para gobernar, el Nuevo Frente Popular (NFP) necesita 89 diputados. ¿Dónde van a lograrlos? Entre las filas de la derecha, ya sea radical o moderada, desde luego no. Pero es que también será difícil reunir apoyos en el campo macronista. Eso nos deja ante un bloqueo que están reflejando correctamente los mercados», afirma el profesor.
Y concluye: «Estamos todos a la expectativa, pero probablemente la situación se prolongue durante semanas. En caso de no lograrse acuerdos, podríamos encontrarnos ante unas nuevas elecciones en el plazo de un año».
Los mercados, en calma pero conteniendo la respiración
Si bien los mercados han amanecido en verde, no han recuperado todo lo caído durante las últimas semanas. La convocatoria de elecciones legislativas anticipadas generó tensiones en los mercados en los días siguientes, que se tradujeron en caídas en bolsa, sobre todo de los valores bancarios, y un incremento de la prima de riesgo francesa.
«No estamos ante un resultado electoral que provoque un derrumbe de las bolsas porque entienden que una Francia paralizada es preferible a un país en malas manos», explica Juan José Fernandez-Figares.
«Desde un punto de vista económico, el programa del NFP es objetivamente peor que el de Agrupación Nacional (AN). Hablamos de unas políticas muy expansionistas en el gasto que, de llevarse a cabo, supondrían la ruina de Francia. Sin embargo, el mercado entiende que no le van a dar la opción de gobernar», continúa el analista de Link Securities.
El país galo tiene en la actualidad un déficit público del 5,5% que debe rebajar. Recientemente la Comisión Europea (CE) “recordaba” al Ejecutivo francés la necesidad de reducir su deuda. Un eventual gobierno liderado por la coalición de izquierdas se situaría en las antípodas de las necesarias medidas que han de devolver el déficit francés a su cauce.
La pregunta del millón es, por tanto, si el NFP será capaz de gobernar. Los182 escaños que han obtenido se encuentran todavía muy alejados de los 289 que constituyen el mínimo de una mayoría absoluta.
Sin embargo, los cuatro partidos que componen la coalición han reclamado a Macron que nombre como primer ministro al que ellos designen esta semana por haber terminado en primera posición.
¿Un gobierno de la izquierda radical?
Aunque los partidos que conforman el NFP lograron tejer una alianza a contrarreloj tras el anuncio de Emmanuele Macron de un anticipo electoral, y pese al escepticismo de los mercados, no cabe descartar la posibilidad de que la coalición logre mantener, de nuevo, la cohesión y hacerse con el gobierno.
Para el ministro francés de Economía y Finanzas en funciones, Bruno Le Maire, un eventual gobierno del NFP no solo es posible, sino también preocupante. Tanto es así, que el lunes advertía del riesgo de «crisis financiera» y de «declive económico» ante la posibilidad de que la coalición de izquierdas se haga con el programa y aplique su programa electoral.
«La aplicación del programa de ruptura del NFP destruiría los resultados de la política que hemos llevado a cabo desde hace siete años y que ha dado a Francia trabajo, atractivo y fábricas», escribió Le Maire en un mensaje en su cuenta personal de X -antiguo Twitter-.
A su juicio, es un proyecto «exorbitante, ineficaz y del pasado» que además tiene una legitimidad «débil y de circunstancias».
Una política de “gasto expansivo”
Entre las medidas económicas de gasto expansivo que figuran en el programa político del NFP, destacan una subida de más del 14 % del salario mínimo a 1.600 euros netos mensuales, así como un aumento del 10 % del salario de los funcionarios.
También el bloqueo de precios básicos, la anulación de la reforma de las pensiones de Macron -que devolvería a edad de jubilación a los 60 años- o un aumento masivo del gasto público de 100.000 millones de euros el año próximo y de 150.000 millones anuales para 2027.
Pese a la alarma generada en los economistas ante un aumento de gasto de ese calado, desde la coalición de izquierda radical afirman que se financiaría con impuestos a los ricos, en particular mediante el restablecimiento del Impuesto sobre la Fortuna (ISF) que suprimió Macron al comienzo de su mandato y más impuestos a las empresas y a los rendimientos del capital.
“Coherencia” y “lucidez”
Le Maire también advertía este lunes del riesgo de «fractura ideológica» del país que podría dar lugar a un «agotamiento colectivo» y señaló que para evitarlo hay que responder «respuestas al enfado y a las inquietudes legítimas» de los 10 millones de votantes de la Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen.
El ministro de Economía y Finanzas, que forma parte del ala derechista del macronismo, afirmó que en la situación actual de dispersión en la Asamblea Nacional, hace falta «coherencia y lucidez» y «volver a lo real» porque «Francia no puede ser espectadora» de los movimientos que vive el mundo.
«Todas las fuerzas políticas que creen en la economía de mercado, en el restablecimiento de las finanzas públicas, en la transición energética, en la construcción europea y en el restablecimiento sin falla de la autoridad del Estado deben salir de sus intereses de partido para continuar la indispensable transformación de nuestro modelo económico y social y afirmar nuestra potencial», concluyó.