El precio de la vivienda en la ciudad de Valencia cerró el mes de enero con una cifra media de 1.411 €/m2, lo que la sitúa en máximos de los últimos doce años, según los datos del portal inmobiliario Idealista. Una deriva alcista que se ha mantenido durante los últimos años y que parece coincidir con la mayor apertura de la ciudad al inversor internacional.

Valencia gusta y cada vez son más los compradores nacionales e internacionales que escogen invertir en activos inmobiliarios o, simplemente, eligen la ciudad para establecerse.

La multinacional Engel & Völkers se especializada en servicios inmobiliarios de alta gama, centrados en propiedades exclusivas y de lujo. Hablamos con su director de ventas en Valencia, Alfonso Casillas, acerca de la situación por la que atraviesa el mercado inmobiliario del lujo en la ciudad.

Valencia quiere jugar en la liga del gran lujo

-¿Cómo valoráis el momento por el que atraviesa el sector inmobiliario?

Dejando de lado el entorno de incertidumbre que está marcando la actualidad y que no podemos prever, lo que estamos viendo durante los últimos años es que Valencia está pasando por el que puede ser su mejor momento en lo que se refiere a llegada de clientes internacionales.

Paralelamente, a nivel turístico la ciudad se ha convertido en una de las más visitada de Europa. Existen otra serie de factores a nivel económico y de disponibilidad de servicios que está haciendo que la ciudad sea cada vez más conocida. Eso está redundando en que mucha gente está descubriendo que, a nivel inmobiliario, seguimos siendo atractivos con respecto a ciudades como Madrid y Barcelona.

Debemos ser cautos, no queremos hablar de implosión, pero pensamos que Valencia puede aspirar a jugar en la liga del gran lujo.

¿Quién llega a la ciudad?

-¿Cómo es el perfil de comprador que os estáis encontrado?

Es cierto que, debido a nuestras características como inmobiliaria, el perfil del comprador internacional que acude a nosotros suele estar cercano al lujo. Sin embargo, en la propia Comunidad Valenciana existen zonas que tradicionalmente han agrupado más este tipo de oferta, como en el caso de la Costa Blanca. En estos lugar encontramos un perfil que viene buscando disfrutar del ocio y de ciertas temporadas del año. Hablamos de Moraira, Denia, Jávea y demás…

Sin embargo, en el caso de Valencia el perfil es un poco diferente, ya que encontramos clientes más variados. Hay muchos más perfiles profesionales, gente que teletrabaja y decide comprar inmuebles en la ciudad porque tienen la visión de emplearlo como activo de lujo, ya que están más protegidos contra tensiones inflacionistas.

Por último está el componente de gente que viene a vivir. Perfiles directivos que tienen mayor movilidad y que pasan gran parte del año viajando. Estos perfiles acuden a Valencia atraídos por la calidad de vida, entre otras ventajas.

¿Puede Valencia responder al lujo?

-¿La ciudad cuenta con capacidad para responder a esta creciente demanda?

Algo que se está haciendo evidente es que existe una descompensación entre el interés y las propiedades disponibles.

Es cierto que esta tipología de activos es más restringido, es un canal distinto a otro tipo de propiedades más comunes. Estos activos son más complicados de gestionar por el nivel de exigencia, los procesos de este tipo de compradores tienen su complejidad. Después de todo, son gente con mayor capacidad financiera pero también mucho más exigentes en los procesos de compra.

Precios en la ciudad, en máximos

Para entender esto debemos volver a la pandemia, ya que fue un momento en el que cambiaron las reglas del juego. Durante esta época se reposicionó la prioridad de la vivienda y el activo residencial y lo llevó a otra dimensión.

Esto llevó a aumentar la demanda y, como consecuencia, se produjo cierta descompensación con la oferta de este tipo de producto. La gente con capacidad económica no se habría planteado ciertas cosas si no hubiera pasado por la pandemia.

Es verdad que existen activos, como en este caso el lujo, que resisten mejor las vicisitudes financieras y suben de forma más sostenida.

-Hay voces que hablan de que nos encontramos ante una nueva burbuja. ¿Seguiremos en históricos o se moderarán los precios?

Es complicado lanzar previsiones en un momento de constante incertidumbre. Pero nuestra opinión es que el mercado continuará con vigor, debido a que la burbuja de 2008 tuvo una serie de característica que hoy día no se dan y por que, en la actualidad, existe más regulación.

Los motivos que han llevado a los precios a máximos en la ciudad de Valencia son diversos y tienen más que ver con que la ciudad lleva muchos años sin aumentar su parque de viviendas, a la vez que aumentaba fuertemente la recepción de nuevos ciudadanos internacionales.

Por ello pensamos que la estabilización entre la oferta y la demanda no hace temer una burbuja, sino que veremos una corrección del precio de mercado a largo plazo.  Aún así veremos un 2024 todavía con mucho vigor.