La multinacional tecnológica que captura carbono y regenera la posidonia marina
LG Electronics está presente en España desde 1994 y su actividad se centra en la comercialización de una amplia gama de productos electrónicos de sus 4 divisiones: Telefonía móvil, Electrónica de Consumo, Electrodomésticos y Climatización.
Es líder en el mercado de pantallas planas, sistemas de cine en casa y climatización doméstica. Además ocupa la primera posición del mercado de frigoríficos, microondas, reproductores DVD, dispositivos de grabación y almacenamiento óptico.
Cuenta con unos 270 empleados en España, repartidos entre las oficinas centrales de Madrid; las delegaciones comerciales de Barcelona, Bilbao, Sevilla, y Valencia, donde se encuentra también su servicio técnico y su centro logístico de Guadalajara.
Desde 2013 está capitaneada en España por Jaime de Jaraíz, que se incorporó a la compañía en 2005.
Aprovechando su presencia en el World Business Forum impulsado por WOBI, para acercar a empresas y directivos los contenidos y speakers con mayor proyección en el ámbito del liderazgo en los negocios, Economía 3 charla con el presidente de LG Electronics Iberia, Jaime de Jaraíz.
– Más allá de lo puramente económico y de las cifras de negocio de la compañía, Jaime, has venido a este foro a hablar de sostenibilidad. ¿Por qué? ¿Siempre has sido un convencido de ello?
Tengo que decir que no soy particularmente activista o ecologista pero tuve una experiencia personal que me hizo darme cuenta de que el cambio climático es real; mi familia estuvo en una situación límite, de riesgo y mis hijos se podrían haber ahogado. Esto supuso un impacto tremendo y decidí que tenía que hacer algo, pasar a la acción, no sabía ni qué ni cómo, pero tenía que actuar, porque al final se habla mucho, pero se hace poco.
Por el camino, junto a mi organización, me di cuenta de que tenemos poco tiempo para cambiar las cosas, pero precisamente si alguien puede cambiar las cosas en poco tiempo y ejecutar a corto plazo, esas son las empresas. Los individuos lo intentamos, pero el resultado es mínimo, no sabemos; los científicos ya han dicho todo lo que tenían que decir; y los gobiernos actuarán pero no sabemos cuándo, a lo mejor ya es demasiado tarde. Por tanto, si tenemos poco tiempo, las empresas tienen que ser los motores de ese cambio.
– ¿Hablas de un concepto nuevo: sostenibilidad 2.0, en qué consiste?
Desde LG hemos conseguido cosas inimaginables con costes marginales, ¿cómo? aplicando inteligencia y determinación. Por ello queremos regalar a todas las empresas un concepto que es el de Sostenibilidad 2.0.
Se diferencian de la sostenibilidad tal como la conocemos ahora mismo centrada en cumplir la legislación y hacer lo correcto en la ejecución del negocio. Es decir, la ley es la que al fin y al cabo nos dice: “tú no vas a poder producir de esta forma, usar estas materias primas o estos productos contaminantes…” y las empresas se van adaptando.
Pero las buenas empresas van por delante de la ley, y aunque la ley no les obligue a reducir emisiones, ya muchas empresas responsables se han comprometido a reducirlas para 2030.
Si bien, más allá de eso, está el concepto de Sostenibilidad 2.0 que consiste en ejecutar.
– ¿Ejecutar el qué?
Si como he dicho las empresas son claves para empezar a cambiar las cosas, queremos que las empresas empiecen a ejecutar proyectos de regeneración de ecosistemas. Proyectos tan grandes o pequeños como lo sean las empresas.
Es decir, una empresa pequeña de un pueblo de España puede recuperar un ecosistema local, un bosque, una planta, un animal, una reserva hídrica… y una empresa grande lo mismo, pero a mayor escala: puede regenerar un ecosistema marino, terrestre o animal.
Por ejemplo, hay un estudio del CSIC que dice que el Mar Menor se podría regenerar con 55 millones de ostras que volvieran a filtrar el agua y el oxígeno volviera a llenar las aguas del Mar Menor y por tanto, se regeneraría.
Es decir, nosotros animamos a las empresas a que decidan hacer un proyecto, de forma total altruista, sin esperar nada a cambio; aportando a la sociedad; aplicando inteligencia y a unos costes marginales, de una forma simple.
– ¿Es factible reunir todas esas cualidades?
Yo creo que sí, y es más, creo es necesario para que pueda funcionar y persistir en el tiempo.
El coste tiene que ser marginal y la ejecución simple porque las empresas deben dedicarse a sus negocios; es bueno que se dediquen a ello y tengan éxito, porque de ese modo podrán ser generosas e implicarse en mayor medida con la sociedad. Por eso estos proyectos tienen que ser fáciles de ejecutar y sostenibles en el tiempo, para que todos los años y todas las empresas puedan comprometerse.
Y es verdad que nosotros apostamos por la colaboración con otras empresas, para que sean varias las empresas que se impliquen en un proyecto, de manera que este se haga más grande y tenga un mayor impacto. Una vez que el proyecto ya se ha puesto en marcha, pensamos que se ha de regalar a la sociedad para que los ciudadanos lo podamos sostener de forma continuada.
– ¿Cómo podemos conseguir convencer a las empresas para que entren en la Sostenibilidad 2.0?
Hay una cosa que las empresas hacemos muy bien y es copiar a otras empresas que lo hacen mejor.
Es decir, si hay empresas que empiezan a hacer este tipo de acciones, lo hacen bien y lo ven otras empresas, al final unas irán imitando a las otras, y se empezarán a ejecutar esos proyectos que necesitamos y que no podemos demorar.
Porque si no ponemos el dinero en solucionar el problema, no nos quedará más remedio que ponerlo para pagar las consecuencias, como se ha visto en la COP27, recientemente.
Creo que las empresas pueden ayudar a empezar a cambiar las cosas y acelerarlas porque somos grandes ejecutores.
– En concreto, ¿en qué estáis trabajando desde LG España?
– Pusimos un primer foco en reducir la cantidad de CO2 que había en la atmósfera, es decir había que absorber y volver a meter bajo tierra ese CO2. ¿Qué tecnología podíamos utilizar para capturar carbono? Nos dimos cuenta de que había muchas tecnologías en laboratorio pero realmente no había ninguna que pudiéramos aplicar a nivel planetario a un coste competitivo.
Pero sí hay una alternativa efectiva y accesible, la tecnología más eficiente es la natural, la plantación de vegetación. Plantar árboles y arbustos para volver a absorber CO2.
Un estudio de las universidades de Zürich y Yale asegura que si plantáramos un billón de árboles en el planeta en los próximos 5 años podríamos absorver el 30% de las emisiones que el hombre ha hecho adicionalmente sobre las naturales. Esto nos haría ganar tiempo para acometer la transición que tenemos que hacer.
47 millones de árboles al año en España
– ¿Así nace en 2017 el Movimiento Smart Green España, una iniciativa que LG España ha abierto a otras empresas, organismos e instituciones?
Smart Green nace plantando 500 árboles a mano con Carrefour en Las Rozas, los suficientes para darnos cuenta de que el movimiento acababa de empezar y quedaba por hacer mucho más.
Plantamos 5.000 y nos dimos cuenta que teníamos que encontrar una tecnología para abarcar mucho más. Apostamos por la plantación estadística con semillas inteligentes y drones. Hicimos una reforestación en Guadalajara donde esparcimos, a través de drones y utilizando la Inteligencia Artificial, una mezcla de semillas inteligentes de árboles, arbustos y herbáceas para regenerar el ecosistema y en poco tiempo ya contábamos con 1,5 millones de árboles. Abrimos el proyecto a otras empresas, y plantamos otros 3 millones de arboles más. Con más de 4,5 millones de árboles reforestados, quisimos involucrar también a la sociedad.
Y nos fijamos el reto de reforestar 47 millones de árboles al año en España, uno por cada habitante.
Nendo Dando
– ¿Cómo pensastéis en llegar a la sociedad?
La implicación de las empresas no era suficiente, era el momento de hacer de este proyecto un movimiento trasversal, reconstruyendo la tecnología de las semillas inteligentes a su forma más simple: la técnica del Nendo Dando.
Esta técnica japonesa, barata y sencilla, consiste en hacer bombas de semilla con arcilla y compost. Recalco de una forma simple, básica y a costes marginales, el Movimiento Smart Green quiere llegar a todos los ayuntamientos y extender estos talleres de creación de bombas que incluyen herbáceas, arbustos y árboles, a los colegios públicos y residencias de ancianos de todos los municipios de España, uniendo a las dos generaciones con el mismo objetivo: reforestar nuestros bosques.
– Pero además vuestros proyectos de regeneración de ecosistemas no se han detenido ahí, ¿cuéntanos en qué más estáis trabajando?
– Tenemos el compromiso de repoblar masivamente de abeja ibérica nuestro ecosistema. Esta población está retrocediendo en España al no ser la especie más eficiente en la producción de miel. Pero a nosotros no nos interesa la miel, queremos recuperar la vegetación y flora de nuestro país. Queremos que de cada colmena se generen tres más, porque la abeja ibérica no rechaza ningún elemento de nuestra flora, es la que más poliniza. Nuestro objetivo es llegar también a los 47 millones, una abeja por cada ciudadano.
Smart Green Bees arrancó con apicultores locales de la localidad de Montroy (Valencia), y se ha expandido a otros puntos de España también en colaboración con otras empresas.
Y por último, el proyecto más reciente consiste en recuperar los fondos marinos. Smart Green Seas quiere recuperar el hogar de miles de especies animales y vegetales.
– ¿Cómo lo pensáis hacer?
– Hemos descubierto que los pastos marinos, la posidonia oceánica del Mediterráneo la podemos repoblar. Y hemos hecho el mismo proceso que con los árboles, recuerda que primero pusimos los árboles a mano, pues en este caso una gran compañía como Red Eléctrica ha demostrado que es posible hacerlo, con una tasa de éxito del 90%, aunque es algo muy costoso al hacerlo bajo el agua.
Si bien, nosotros junto a biólogos marinos, hemos descubierto que las semillas de posidonia se pueden germinar de una forma muy simple y se pueden plantar en el lecho marino a través de las escuelas de buceo de todo el Mediterráneo. Así podremos repoblar la posidonia oceánica por un coste marginal.
Por tanto, recalco, las empresas sí pueden cambiar las cosas; somos los que sabemos ejecutar; pero tenemos muy poco tiempo para hacerlo, apenas una década, porque como no empecemos ahora no tendremos futuro.
Yo siempre digo que la década de 2010 a 2020 ha sido la década de la digitalización y en eso en LG sabemos mucho; pero la década del 2020 a 2030 es la de la sostenibilidad y no porque yo sea un gurú y sepa más que nadie; sino porque si no es así, la década de 2030 a 2040 o no será o será una década que no nos gustará a nadie. El verdadero sentido de la vida es plantar árboles bajo cuya sombra no te cobijas.
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