Pablo Neruda, un personaje muy interesante, senador, diplomático, premio Nobel de literatura en 1972 y uno de los más grandes poetas del s. XX, tomó la decisión de comprar un pequeño terreno con el fin de construirse una casa en compañía de su amor secreto, la que fue su tercera mujer, Matilde Urrutia. El terreno se ubica a los pies del cerro de San Cristóbal, y a la casa construida la bautizaron con el nombre de «La Chascona». Actualmente es una casa museo cuyo fin es difundir la vida del poeta.

Este es el barrio de Buenavista, en Santiago de Chile, una zona ideal para salir a tomar una copa o cenar ya que está lleno de locales, de vida, música, buen ambiente… No creo que Neruda lo conociera así. También hay galerías de arte, tiendas de artesanía, teatros… Se trata de la zona más bohemia de la ciudad. Me encanta venir a cenar aquí, y la verdad, es que soy muy clásico, un buen ceviche y pisco sour (que aquí siempre te preguntan si chileno o peruano, pero en Perú nunca me preguntan lo mismo).

El núcleo central es el Patio de Bellavista, sobre el que pivotan multitud de locales, tanto alrededor como en el interior. No se me ocurre recomendarte uno, paséalos, date una vuelta y entra en el que te parezca más adecuado para ti.

Mucho más que una ciudad

Pero Santiago de Chile es mucho más, me parece una ciudad moderna, grande, fácil de transitar y con grandes contrastes desde la Dehesa hasta la Pintana, hay multitud de barrios, con grandes diferencias entre ellos. Por eso, vale la pena visitar varias zonas, o la impresión que te llevarás de Santiago de Chile será diferente y sesgada, según donde te encuentres. A mí hay varias zonas que me gustan, como Providencia o el barrio Italia.

Es interesante acercarse andando al Mercado Central, bullicioso y lleno de lugares para comer, aunque la intensidad de los olores no es bien llevada por muchos.

Una visita imprescindible, al menos por el valor histórico que tiene, es el del Palacio de la Moneda, (en el barrio Cívico) la sede del presidente y donde Salvador Allende murió en 1973, tras el golpe de Estado que dio paso a una dictadura durante 20 años. También es interesante acercarse andando al Mercado Central, bullicioso y lleno de lugares para comer, aunque la intensidad de los olores no es bien llevada por muchos. Y ya que estamos por esta zona, hay que visitar la Plaza de Armas, es el corazón histórico de la ciudad y fue construida en la época colonial, así que aquí tienes lo importante que se consideraba en su época: correos, museo histórico nacional, el edifico de la municipalidad y la catedral metropolitana.

Y una imagen de gran belleza que te llevarás en la mente es la “imponencia” de la cordillera que se vislumbra por detrás de la ciudad, la veo en estos momentos desde la ventana, enorme, nevada y parece una autentica postal.

Un país que descubrir

Pero Santiago de chile, aun siendo el corazón del país, donde viven en torno a 6 millones de habitantes de los 19 que tiene, no es representativo de lo que el país es en sí, sus recursos, paisajes y atractivos. Es un país francamente “largo” y fascinante por sus contrastes y riqueza, con 4.200 km de norte a sur (si pensamos que de València a Moscú hay 4.000 km, nos podemos hacer una idea), y una anchura media de 180 km.

Y aquí llega lo difícil, realizar una visita a las tres áreas más atractivas del país: en el norte, el desierto de Atacama; en el sur, los parques nacionales, glaciares, ríos, paisajes de ensueño, como el del parque nacional de las Torres del Paine; y en el Océano Pacífico, la Isla de Pascua, “a cinco horas y media” en avión de Santiago. Así que recorrer el país ¡es toda una proeza!

Si estas en Santiago de Chile tendrás la tentación de visitar Valparaíso, pero desde luego mucho tiene que cambiar para que valga la pena. Tal vez algo mejor está Viña del Mar, pero me parece un poco colapsado de edificios, aunque puestos a ir, si te desplazas un poco más por la costa hasta Concón, tienes que reservar mesa en “Aquí Jaime”, un atractivo restaurante sobre el mismo océano que vale la pena visitar.