La reina Letizia ha presidido en València el acto conmemorativo del Día Mundial de la Cruz Roja y la Media Luna Roja. Durante el acto, se ha entregado la Placa de Honor 2022 a la Cruz Roja Libanesa y las Medallas de Oro a cuatro personas (Nilofar Bayat, Ricardo Martino, Angélica Dass y Elena García Armada) y a dos entidades (Fundación Seres y Casa Caridad). La organización humanitaria reconoce así la labor y el impacto social de distintas personas y organizaciones.

Desde el área de Empleo de Cruz Roja en la provincia de Valencia, en 2021 atendieron a más de 2.500 personas; colaboraron con 140 empresas mediante contratos de trabajo, prácticas o talleres de orientación. Además, diversas empresas les apoyan económicamente. Consiguieron el año pasado que cerca de 500 personas encontraran un empleo y cualificaron a 600 personas.

En Economía 3 hemos hablado con Paulina Gómez, directora provincial del área de Empleo de Cruz Roja en Valencia.

Orientación laboral a personas refugiadas desde Cruz Roja

– ¿De qué modo trabaja Cruz Roja en materia de orientación laboral con personas refugiadas?

Tenemos diferentes proyectos. Trabajamos, en general, con personas en situación de vulnerabilidad: mujeres monoparentales, víctimas de violencia de género, mayores de 45 años, jóvenes… Independientemente del país de origen. Sí tenemos un programa específico de solicitantes de asilo y personas refugiadas; porque tiene un peso importante también en el acceso al empleo, pero trabajamos con distintos países y en igualdad.

La labor y la implicación de las empresas es muy importante para nosotros. Intentamos generar alianzas con ellas porque si no es complicado que las personas puedan encontrar un empleo. Y a medida que vamos trabajando con ellas, vamos viendo esa empatía con las personas con las que trabajamos, las conocen y entienden que tienen derecho a tener una oportunidad laboral. Cualquier persona, ya sea española, ucraniana, ecuatoriana o colombiana se puede encontrar a lo largo de la vida en una situación de vulnerabilidad y necesitar apoyo.

«Tenemos un programa específico de solicitantes de asilo y personas refugiadas»

Trabajamos la inteligencia emocional para que se puedan enfrentar a la nueva realidad que viven. Además, trabajamos formaciones específicas con ellos para diferentes puestos de trabajo y se les ofrece también la posibilidad de realizar prácticas no laborales en empresas. A través de estas prácticas se consiguen bastantes inserciones.

– ¿Se está trabajando ya en lograr oportunidades laborales para los refugiados ucranianos?

Ahora mismo están en una fase de cubrir las necesidades básicas: encontrar un alojamiento, que les ayuden con alimentos… Cuando vivimos este tipo de situaciones, trabajamos con ellos primero realizando una cobertura de necesidades básicas. Una vez que ya tienen esto solucionado, se empieza a trabajar con ellos el empleo. El proceso suele ser de unos seis meses mínimo desde la llegada.

– ¿Cómo se articulan?

Mediante convenios. Nuestro trabajo en el día a día es en contacto constante con las empresas, con las que trabajamos la gestión de ofertas de empleo; así como de las prácticas no laborales. Sin el apoyo de las empresas sería muy complicado lograr una inserción laboral. También promovemos acciones de sensibilización empresarial.

Es importante hacerles llegar a las compañías la necesidad de que apoyen la igualdad de oportunidades en el acceso al empleo; independientemente de la situación personal.

Una oportunidad para quien empieza de cero

– ¿Cómo de importante es que consigan un puesto de trabajo? ¿Qué supone para ellos?

Es muy, muy importante. Son personas que empiezan de cero en un lugar totalmente nuevo, donde tienen que buscarse la vida y necesitan medios para vivir. Por tanto, disponer de trabajo es muy importante para poder cubrir sus necesidades básicas y las de su familia. Es algo central en su vida.

Es imprescindible tener empatía con estas personas, desde los técnicos que intervenimos a las empresas. Debemos entender la situación en la que están y ellos tienen que demostrar lo que valen en el día a día. Y lo demuestran.

Obstáculos, según Cruz Roja

– ¿Cuáles son los principales obstáculos que encontráis para su inserción laboral? ¿Las empresas se muestran receptivas?

El obstáculo, en general, es la burocracia administrativa para que tengan el estatuto de refugiado. Hay muchas personas que están en proceso de solicitud incluso durante seis meses. Y se les puede llegar a denegar el asilo incluso habiendo conseguido un trabajo. Pero la concesión del asilo depende también de las circunstancias en las que se encuentre el país de origen.

Otra barrera es el idioma. Las personas que no son hispanohablantes deben aprender el idioma. Nosotros tenemos, hasta Ucrania, muchas personas del norte de África y existe una barrera lingüística, pero les proporcionamos clases de castellano. También apoyamos a las personas que tienen pocos estudios o no tienen para que accedan a puestos de trabajo en el campo, por ejemplo. Eso les ayuda a cubrir sus necesidades básicas.

En el caso de Ucrania, también tenemos la barrera del idioma y se está tratando de dotar de más recursos para que esto no suponga un obstáculo y podamos trabajar con ellos la búsqueda de empleo porque seguramente no puedan volver a su país durante bastante tiempo.

«El obstáculo, en general, es la burocracia administrativa»

– A nivel normativo, ¿qué particularidades tiene la contratación de personas con estatus de refugiado?

Como cualquier persona. Las pueden contratar con la normativa actual una vez que tengan permiso de trabajo. Esto es algo que, concretamente con el colectivo ucraniano, se está acelerando. Está siendo todo mucho más ágil.

Sí quiero trasladar un mensaje para evitar ofertas de empleo discriminatorias. Entendemos perfectamente la situación que se está viviendo en Ucrania, pero en Cruz Roja vivimos estas circunstancias en nuestro día a día desde hace muchos años. Hay muchas personas, de diferentes países, que están viviendo esta situación y, a nivel de empleo, lo vamos a hacer en igualdad de condiciones, sin discriminar a nadie por su origen.