En un mundo cada vez más digitalizado, todos los sectores se transforman y cambian sus estrategias. El mundo del marketing también es uno de ellos. Los hábitos de consumo van cambiando y las redes sociales entran a formar parte del juego. Con ellas, los influencers adquieren cada vez más relevancia para las marcas y sus estrategias.
Hace unos años, cuando todo esto surgió, la creación de contenido era muy poca y, si las marcas se interesaban por ellos, era sin darles un pago a cambio. Simplemente les regalaban productos para que los promocionaran en sus redes sociales. Poco a poco, se ha profesionalizado y han surgido agencias que les asesoran y que actúan de conector entre ellos y las marcas. “Existe muchísimo trabajo detrás de cada campaña y el influencer debe ser una persona que sea constante y muy trabajadora”, explica Paloma Miranda, CEO de Go Talents, una de estas agencias.
La desregularización que ha primado durante todo este tiempo parece que va llegando a su fin. De hecho, desde el pasado 1 de enero de 2021 los influencers deben advertir de los contenidos publicitarios. Y ahora, la Comisión Nacional del Mercado de Valores se está planteando si deberían estar regulados por la ley de publicidad de la televisión. Tanto las marcas como los influencers han visto esto como algo natural. Paloma Miranda nos cuenta que “ha habido mucho revuelo con este tema, pero en el lado profesional no ha supuesto un gran cambio. No tenemos problema en decir cuándo es publicidad y cuándo no. Incluso había marcas que ya nos lo ponían por contrato”.
¿Por qué las empresas deciden contactar con los influencers para sus campañas?
“La respuesta es muy sencilla, porque es una inversión muy rentable. Al final el objetivo de las marcas es vender y los influencers lo hacen. Además, si hacemos una buena estrategia, transmiten valores compatibles con la marca”, explica Miranda.
Las campañas de marketing de las empresas cada vez tienen mayores partidas dedicadas a los influencers. “Son muy atractivos para las marcas porque llegan a miles de personas, son el altavoz perfecto. Les da visibilidad, posicionamiento y transmite valores”, aclara Miranda.
¿Es rentable para las empresas?
Los precios que se pagan en las campañas son muy variados. Las empresas pueden encontrar ‘micro influencers’ que cobren 300 euros por hacer un post, hasta otros más importantes que pueden llegar a cobrar hasta 10.000 euros. Sin embargo, es un negocio más que rentable.
Según la CEO de Go Talents, “por un presupuesto, generalmente menor al que destinaban antiguamente, las empresas pueden hacer campañas mucho más visibles. Además, gracias a redes sociales como Instagram, son capaces de ver la visibilidad de la campaña en datos reales y la venta directa es más sencilla”.
Una clara muestra de ello, es el crecimiento de un 80% de facturación, que ha tenido la agencia Go Talents en este último año. «Con la llegada de la pandemia, la digitalización se ha acelerado y el marketing online se ha convertido en algo fundamental para las empresas», asegura.
Con cerca de 2.000 campañas ha experimentado un crecimiento del 40% en volumen y un aumento del ticket medio en un 12%, superando la cifra total de 1.200 clientes.