Hace unas semanas se dio a conocer una inesperada noticia: «El Gobierno prevé una convocatoria de más de 30.000 plazas en la Administración General del Estado«. Estas elevadas cifras han sorprendido a gran parte de la población por el momento en el que llega el anuncio.

En el mes de julio, el paro registrado en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) descendió un -5,47 % respecto al mes anterior gracias, en parte, a las medidas de vacunación y a los empleos estivales. Estos datos positivos hacen pensar que la recuperación económica española está a punto de comenzar. Sin embargo, José D. Canseco, experto en Relaciones Laborales y profesor de Recursos Humanos en la EAE Business School, tiene algo más que añadir sobre esta noticia.

¿Qué se esconde detrás de las oposiciones con más vacantes de la historia? ¿Es este el comienzo de una nueva etapa para la Administración Pública? A continuación, Canseco analiza todos los detalles de esta cuestionada decisión.

Incremento de la oferta de empleo en un 8,5 %

– La oferta de empleo es muy elevada, pero se prevé que va a ser insuficiente para la demanda, ¿está de acuerdo?

La oferta se ha incrementado desde el año pasado un 8,5 %. Por lo tanto, es positivo. En el fondo, de esas 30.000 plazas, 23.000 son puestos ordinarios y las otras 7.000 son para Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado incluidas las fuerzas armadas, policía…

Cabe destacar que esta oferta publica de empleo cubre y sustituye como ‘tasa de reposición’ los puestos de trabajo que en los próximos años van a quedar vacantes debido a la jubilación o casuísticas diferentes. Lo que se garantiza con estas acciones es que se cubran al 100 % estas posiciones que van a quedar libres. Realmente, no se están creando más puestos de trabajo más allá de los que van a quedar vacantes.

– ¿Es realmente necesario ampliar la oferta de plazas?

Sí, por supuesto. La Administración Central del Estado tiene un volumen de funcionarios muy alto, una de las ratios más altas de la Unión Europea. Deberíamos bajar este volumen, pero habiendo creado previamente las estructuras, metodologías y herramientas de trabajo que permitan, por una parte, digitalizar y dar un servicio al ciudadano más inmediato y económico, Por otra parte, educar de otra manera a los funcionarios y, además, que la forma de potenciar y evaluar sus hábitos también varíe.

Esto podría a medio y largo plazo disminuir la ratio de funcionarios españoles simplemente dejando de cubrir o reponer estas posiciones que se van quedando vacantes. Hasta que este tipo de cambios más estructurales no se den, debemos seguir reponiendo porque si no, estaríamos reduciendo fuerza de trabajo y dejaríamos de atender las necesidades de los ciudadanos.

«El objetivo es equilibrar los números»

– ¿Existe una razón “oculta” para que el Gobierno lleve a cabo esta medida?

Siempre existe una razón oculta. Tradicionalmente, la Administración Pública de cualquier signo político, y tanto si es central, autonómica o local, ha utilizado esta arma legítima que tiene para sacar puestos de trabajo a oferta pública con el objetivo de equilibrar los números.

En el fondo no se sabe si esta es una de las razones, es difícil saberlo previamente y durante. A posteriori sí, por eso podemos saber que históricamente se ha hecho. Es cierto que son 30.000 puestos, que simplemente es tasa de reposición… También es cierto que tenemos una tasa de desempleo elevada, ha salido la EPA recientemente con datos positivos, pero muy estacionales y temporales.

¿Elevar 1.000, 2.000 o 3.000 posiciones el número de funcionarios para que la ratio cambie? No tendría un impacto significativo en los datos de desempleo de la EPA. Hace 5 años, antes de la pandemia, quizás podría haber tenido un efecto para aumentar o retraer alguna décima, pero en este caso, no tiene sentido decir que existe un motivo ‘oculto’.

Una administración «sencilla» y «100 % electrónica«

– ¿Qué está pasando en el resto de países? ¿Deberíamos seguir su ejemplo?

En muchos casos sí que hay que seguir el ejemplo del resto de países, pero no de todos. Hay que ver cuál es el promedio y seguir a los líderes, a quienes mejor lo hacen, sean grandes o pequeños. Quienes mejor lo hacen coinciden en realizar cambios estructurales en la forma de trabajar, herramientas y metodologías.

En España, la Ley de Función Pública que tiene muchos años funcionó muy bien y sigue funcionando relativamente bien, pero necesita adaptaciones de mucho nivel y calado para poder estar a la altura de los tiempos. Y también para que todo el mundo, independientemente de la edad, pueda acceder a determinados servicios de forma ágil y adaptada a las necesidades de cada ciudadano.

Hablamos de los problemas que existen en España (y que seguirá habiendo en los próximos años) con los certificados digitales, DNI electrónicos, firmas, etc. Todos los procesos de validación que dan muchísimos problemas a personas, profesionales y empresas y que en muchas ocasiones no garantizan que esa sea la persona que lo está haciendo. Por lo tanto, sí. Hay que fijarse en lo que hacen otros países que tienen una administración sencilla y 100% electrónica que ya no es que sea el futuro, sino el presente.

Los puestos más demandados

– ¿Cuáles son los sectores de los puestos de trabajo más demandados?

El mayor volumen de oferta pública de empleo en esta edición son los 7.000 puestos de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y policías de orden público, es la ratio más significativa. Hay un porcentaje del 87 % que tiene que ver con la tecnología, la ingeniería, las matemáticas… Tienen que ver con la parte digital de la Administración.

Insisto en que son puestos para sustituir a los que se quedan libres. No es que estemos dando pasos acertados hacia ese cambio positivo en la Administración. Simplemente, estamos cubriendo plazas.

– ¿Cree que este tipo de medidas seguirán aumentando año tras año?

Históricamente, ha ido avanzando. Este año aumenta significativamente respecto a años anteriores, tanto en números absolutos como en porcentaje relativo. Estas cifras seguirán aumentando en función de si se realizarán o no los cambios estructurales de fondo anteriormente comentados.

Con cambios que se adapten a la digitalización de los procesos, no de las formas, no habrá tanta necesidad de aumentar la oferta pública de empleo. Sacando menos plazas año tras año, la Administración se acomodará naturalmente a esas necesidades.

Si esta digitalización no avanza aceleradamente o de forma programada (que es lo que debería ocurrir), seguiremos reponiendo plazas y siguiendo lo que estamos haciendo hoy en día.

Previsiones de futuro en la administración

– ¿Cuáles son las previsiones para los próximos meses?

En definitiva, la presión por la ratio ciudadana del número de funcionarios y cómo se trabaja la administración va a venir por parte de la Unión Europea. La UE está en un proceso de modernización importante con los últimos fondos, ayudas y planes estratégicos derivados, en parte, de la pandemia. Eso va a obligar a todos los países miembros, sobre todo, a España a acelerar determinadas medidas. Esta podría ser una de ellas. Estaremos pendientes de verlo.