Sábado, 20 de Abril de 2024
Pulsa ENTER para buscar
Club Empresas Infonif Podcast Rankings Eventos Revistas

En la Biblioteca de los Libros Felices, los libros no se tocan, se acarician

En la Biblioteca de los Libros Felices, los libros no se tocan, se acarician

(Efe/ Antonio Martín).-  La ‘Biblioteca de los Libros Felices’ tiene 4.200 volúmenes de entre los siglos XV y XIX (incluidos 16 incunables), unos ejemplares valiosos que viven en ese estado de gracia porque, a diferencia de lo que suele ocurrir, son tratados como seres vivos hasta el punto de que «no se tocan, se acarician«.

Precisamente las suaves caricias a páginas que se han conservado durante cientos de años convierten en «único en el mundo» este nuevo espacio que el Colegio Notarial de Valencia, de la mano del bibliómano Manuel Desantes, abrirá al público en septiembre en 400 metros cuadrados su sede en la alicantina calle Villegas.

Catedrático de Derecho Internacional Privado de la Universidad de Alicante (UA) y ex vicepresidente de la Oficina Europea de Patentes (2001-08), Desantes (València, 1959) ha relatado que el objetivo es que el visitante «pierda la noción del tiempo y no lo olvide jamás».

En las estanterías hay 16 incunables, es decir, libros impresos entre 1455 (la Biblia de Gutemberg) y la Pascua de 1501, como una edición de 1481 de la «Divina Comedia» de Dante, el «Institutio Oratoriae» del preceptor de emperadores riojano Quintiliano, de 1482, o «Física» de Aristóteles publicada por el veneciano Scoti en 1496.

libros-felices

Foto: Efe/Pep Morell

Este singular y aún desconocido lugar está custodiado por ‘Don Biblio‘, una pequeña talla de madera de gran parecido al propio Desantes que, «con todo respeto», pretende enamorar a todas las personas con sensibilidad hacia los libros antiguos, hoy digitalizados en todas las bibliotecas del mundo y encerrados para poder conservarlos.

«Entiendo bien que los libros antiguos deben ser protegidos porque son muy frágiles, pero también es cierto que están muy tristes en todo el mundo porque ya no son acariciados: son enterrados en cámaras, de manera que existen pero ya no están«, ha lamentado Desantes, filántropo de los libros, que teme que estos apreciados volúmenes acaben «haciéndose el haraquiri y suicidándose de pena«.

En visitas organizadas para mejorar la experiencia, parte de ellas orientadas a los niños, el visitante podrá «acariciar, no confundir con tocar», volúmenes con unas hojas hechas de pasta de papel a partir de antiguas tela de ropa vieja, que pese al paso de los siglos siguen «absolutamente impecables«.

Desantes ha insistido en que abre a la sociedad su excepcional biblioteca porque está absolutamente convencido de que el libro antiguo es un ser vivo que «aprecia sobre todas las cosas ser acariciado». «En esta biblioteca se notan ‘superesponjados’ porque cuando acaricias a uno de ellos, todos se sienten acariciados e irradian felicidad«, ha asegurado este mecenas que hace cinco años sintió la llamada «a gritos» de sus libros para salir de su casa porque «no eran felices» encerrados allí.


Entre los ejemplares más curiosos, un «Directorium Inquisitorum» (Directorio de la Inquisición) editado en 1585 en Roma donde se recopilaban todos los motivos para juzgar a infieles en el momento álgido de la Santa Inquisición

Entre los ejemplares más curiosos, un «Directorium Inquisitorum» (Directorio de la Inquisición) editado en 1585 en Roma donde se recopilaban todos los motivos para juzgar a infieles en el momento álgido de la Santa Inquisición.
Está uno de los primeros ejemplares de la Enciclopedia de Diderot y D’Alembert, libros de Cicerón y la primera edición de la primera Historia de España que Juan de Mariana editó en Maguncia en 1605 («Cosas de la Hispania«), así como un cuidado facsímil de la primera Biblia de Gutemberg.

Desantes se ha dejado toda una vida en conseguir estos libros a menudo decorados por «los restos de pequeños animalitos que se enamoraron de ellos» (carcoma) y que estarán a disposición de la sociedad durante los próximos 30 años en un proyecto inclusivo a través de la Fundación Colegio Notarial de Valencia y Familia Desantes de Mergelina, aunque el impulsor prefiere que se conozca como «La Biblioteca de los Libros Felices» (Beatorvm Librorvm Bibliotheca).

Tras pasar de bibliófilo a bibliópata («enfermedad peor que la ludopatía porque sueñas con el libro que no puedes lograr») ahora se reconoce un bibliómano satisfecho que «abre a la sociedad» auténticos tesoros en una iniciativa integradora que se sostiene por sí sola y no concebida como un proyecto de masas porque, apostilla, «los libros se agobiarían».

campanya renda Generalitat
Turismo-sostenible
Caixa Ontinyent emancipar-te
Ruta de las barracas Alcati

Dejar una respuesta