El principio de la crisis sanitaria fue dura para todos. El sector hotelero fue uno de los pocos que se adelantó al cierre de sus establecimientos y organizó la salida ordenada de sus clientes, mientras la administración no terminaba de ver la magnitud de la pandemia. El mes de abril fue el primero de la historia donde la ocupación hotelera fue cero.

De esa primera fase, Antonio Mayor, presidente de Hosbec, comparte su experiencia en este cuestionario breve de Economía 3.

-¿Qué ha aprendido de esta crisis? 
-Hemos aprendido que, a pesar de ser fuertes, somos tremendamente vulnerables, y que algo tan pequeño puede resultar catastrófico. Hemos aprendido a no minimizar ni despreciar ningún riesgo, a no infravalorar las amenazas y a que las dudas o el miedo pueden empeorar todavía más la situación.
Hemos aprendido a trabajar duro bajo cualquier circunstancia y en equipo, aunque no nos podamos ver las caras. Hemos aprendido las ventajas de la digitalización.

-¿Qué valores salen reforzados dentro de las empresas de su sector? 
-La unidad de acción y la visión conjunta y adelantada de la situación han sido clave en el sector turístico. Hemos ido una semana por delante de las autoridades y eso ha hecho que pudiéramos acometer la primera fase de la crisis con éxito.
La solidaridad empresarial ha sido uno de los valores que han brotado durante esta crisis y el sector hotelero ha sido el primero en poner a disposición de la emergencia sanitaria toda su infraestructura.
El valor de la profesionalidad, del compromiso y de la ayuda y apoyo mutuo han sido relevantes estos días. En los momentos difíciles es cuando se demuestran. Y por supuesto, el valor de la ciencia y la investigación, que va a ser la que termine con esta amenaza.

-¿Qué mensaje, frase o palabra ha repetido más en estos últimos 20 días a su equipo y asociados?
-Han sido dos tipos de mensajes: uno más positivo y otro más realista.
El positivo ha sido el de ánimo: no hay opción para rendirse, lo tenemos que dar todo. Y el de agradecimiento por toda la colaboración desinteresada que estamos dando y recibiendo.
Y el más realista ha sido reconocer que esto no es ninguna broma, que no se recupera en 45 días y que vamos a tardar muchos meses en ver la luz al final de túnel.