Las empresas biotecnológicas, por su facilidad para reconvertirse y apostar por otro tipo de productos o servicios, no han notado tanto la crisis como las compañías tradicionales. Sin embargo, dentro de este sector también se dan situaciones diversas. Andrés Antón, presidente de la Asociación de Empresarios de Biotecnología de Alicante (AEBA), apunta que, en el ámbito biotecnológico, son mayoritarias las empresas que no han notado la crisis económica provocada por la COVID-19, aunque admite que en la biotecnología roja, en concreto las empresas sanitarias, sí hay incertidumbre.
«En la parte industrial, de biotecnología blanca, hay incertidumbres de cómo va a evolucionar la situación, porque estos sectores dependen de otros más tradicionales, aunque las industriales han sabido reconvertise. En agroalimentación, acuicultura, tecnología verde y azul, tienen confianza en que se va a recuperar muy rápidamente. Son empresas que no han notado la bajada de producción o han subido sus ventas porque han sabido leer bien la demanda y piensan que no van a notarlo. Las que tienen más incertidumbre son las empresas que trabajan en biotecnología roja, empresas sanitarias», lamenta.
A este respecto, señala que el distanciamiento social va a hacer que los hábitos de acceso a hospitales y servicios sanitarios cambien, lo que «puede afectar a la generación de muestras». Además, en cuanto a la sanidad privada, reproductiva o ginecológica, indica que es posible que el paciente se retraiga y no inicie nuevos tratamientos o los posponga. Además, cobra importancia la capacidad de pago de la sociedad, «que se va a encontrar muy empobrecida para acceder a servicios sanitarios privados». «Ahí es donde vemos la mayor incertidumbre», admite Antón.
Antón: «Cada empresa busca la manera de encontrar su nicho de mercado, aunque algunas nos dicen que los próximos meses van a ser muy duros»
En concreto, en cuanto a las empresas asociadas a AEBA, resalta que casi todas han tendido a buscar otros nichos de mercado. «Las empresas del sector industrial, que se dedican a la fabricación de productos de limpieza ecológicos, han reconvertido su actividad a la fabricación de hidrogeles o las relacionadas con la alimentación o suplementos nutritivos se han focalizado en productos que refuercen el sistema inmunitario», puntualiza.
Asimismo, destaca que Genetic PCR Solutions (PCR), que se dedica a realizar pruebas PCR, está preparando un kit para tener un diagnóstico del coronavirus en menos de media hora. Bioarray, empresa de la que Antón es cofundador y gerente, ha ampliado su actividad hacia los análisis clínicos para procesar estas pruebas. Además, destaca que también hay compañías que han lanzado proyectos de investigación para paliar la pandemia.
En concreto, detalla una iniciativa para dotar a los hospitales de minisecuenciadores, para que tengan capacidad de secuenciar el virus. «Los virus tienen una longitud y su secuenciación es relativamente rápida y sencilla. Con el secuenciador, seremos capaces de secuenciar el virus, ver si el virus ha mutado y que mutación es, porque hay distintas cepas. En España vamos a tener por comunidades autónomas un mapa. Esto permitiría identificar las cepas que hay en territorio nacional», explica.
«Ante la caída de la demanda, estamos tratando de adaptarnos. Somos empresas que, por nuestra estructura, es relativamente fácil la reconversión a otro tipo de servicios, algo que es más complicado en sectores tradicionales. Cada empresa busca la manera de encontrar su nicho de mercado en esta situación. Aunque hay empresas que nos dicen que los próximos meses van a ser muy duros, incluso para compañías como las nuestras, que tenemos facilidad de reconversión», matiza Antón.
Aunque todavía no tengan datos económicos precisos -en los próximos meses realizarán una encuesta sobre expectativas de futuro y otra más cuantitativa-, esta situación ha provocado que varias empresas hayan presentado ERTE y muchas busquen financiación para los próximos meses. «En función del tamaño de la empresa, algunas tienen una situación más delicada y necesitan más financiación, hay un espectro muy amplio», explica.
Antón: «Los procesos están siendo bastante lentos, pedimos que las medidas anunciadas se concreten en medidas reales»
En este sentido, subraya que los procesos están siendo «bastante lentos». «Demandaríamos, por parte de la Administración, que lo que se anuncian como medidas se concreten en medidas reales. En ocasiones, cuando vas a hacer trámites de financiación en el Institut Valencià de Finances (IVF) te dicen que tardan de dos a tres meses. El banco suele ser más ágil, pero presta el dinero a quien cree que se lo va a devolver, como es normal. Esto limita las posibilidades de liquidez. Por ello, demandamos más agilidad en los procesos, porque puede suponer un problema para muchas empresas», resalta.
Por ello, desde AEBA tratan de orientar a las compañías asociadas en la búsqueda de financiación y realizar reuniones de trabajo para crear sinergias dentro del sector, uno de los objetivos por el que nació la asociación. Además, añade que también han propuesto medidas a la Administración para ayudar a la vuelta al trabajo, en las que reclaman que se realicen test de forma masiva, no solo al personal esencial, para garantizar la seguridad.
«Pensamos que se debe cambiar la normativa y permitir que el personal no esencial tenga acceso, aunque sea pagando, a los test. Hemos propuesto que, si es necesario para evitar la especulación, se limiten los precios de las pruebas, igual que se ha hecho con otros productos», destaca Antón.