El presidente de BBVA, Carlos Torres anuncia que las personas que «dirigimos el banco a nivel global y en los distintos países, hemos decidido renunciar a toda nuestra retribución variable del año 2020«, como acto de responsabilidad con la sociedad, con sus clientes, accionistas y empleados en el contexto actual.

Así lo ha expresado en un vídeo dirigido a los empleados del Grupo donde asegura que BBVA se enfrenta desde una posición de fortaleza a la crisis del COVID-19, que ha obligado, para salvar vidas, a que se tomen medidas «que tendrán un impacto económico fuerte”.

A su juicio, la entidad tiene que “dar un paso al frente” y usar todas sus capacidades y recursos “para salvar vidas, aliviar el impacto económico y ayudar a otros a superar este difícil bache”.

“Podemos y debemos hacer todo lo que está en nuestra mano, que es mucho, para ayudar a superar el problema, y sin duda superaremos el problema“, ya que “los bancos somos parte importante de la solución”, señala.

Torres ha lanzado un mensaje claro: “BBVA es un banco sólido, un banco fuerte”, con una “cómoda posición de capital y de liquidez”. “No es la primera vez que nos enfrentamos a una crisis. Nuestras fortalezas se han puesto de manifiesto ya en anteriores ocasiones”, ha recalcado.

Y recuerda que BBVA fue de los pocos bancos europeos que no reportaron pérdidas en ninguno de los años de la crisis que empezó en 2008. Asimismo, en los test de estrés a la banca europea BBVA siempre ha destacado “por la resistencia de nuestros resultados, por nuestro capital, ante potenciales situaciones de recesión económica”. Y esto es así, destaca, “gracias a nuestro modelo de negocio diversificado, a la recurrencia de nuestros ingresos, a la rentabilidad, a la eficiencia que tenemos”.