Enric Valor viajó a Cuba el pasado lunes. La galería de Jorge Perrugoria, en el barrio de San Isidro de la Habana Vieja acogió un taller cultural y de cine educativo que contó con la presencia de Maria-Lluïsa Gea-Valor, nieta del escritor, en unan actividad enmarcada en la programación de la primera edición de la Mostra Internacional de Cinema Educatiu (MICE) en La Habana.

Una veintena de niños y niñas cubanas conocieron quién era Enric Valor, su lucha por preservar el valenciano y sus famosas rondalles valencianes de la mano de su nieta. De hecho, fue ella precisamente quién contó a los estudiantes la historia del Jugador de Petrer y el Rey Astoret. El objetivo del taller, impartido por Ivette Ávila, consistió en elaborar un corto animado que reflejara los personajes de las historias de Valor. Así, los niños y niñas moldearon a la Bruja Safranera, a Pere el jugador e incluso al diablo que quería llevarse su alma.

Para Gea-Valor, poder trasladar la historia de su abuelo y su legado a “tierras tropicales” es “el mejor homenaje que se le podía hacer”. Y es que, tal como explica la nieta del rondaller, “les rondalles son universales, a todos los niños les encantan los personajes de cuento, que son héroes, heroínas, príncipes, princesas…”. Esta es la primera vez que Maria Lluïsa viaja a la otra parte del mundo para divulgar la literatura valenciana de su abuelo y se reconoce, muchas veces, en cómo están escritas las rondalles. “Leo algunas y pienso ‘això es molt del iaio’, las expresiones, el vocabulario…”. En este sentido, Gea-Valor cree que si Enric Valor viera que su obra se divulga en La Habana “estaría muy contento”.

“Utilizó la riqueza del valenciano en un registro literario y es una pena que ese vocabulario no se exporte al día a día”, añade Gea Valor.

El lunes de la semana grande de la MICE en La Habana no acabó aquí. Por la tarde, la embajada del Sáhara en Cuba acogió la presentación de la edición del festival en el lugar que se celebrará en unos meses. El acto contó con la presencia del embajador del Sáhara, el director de la MICE Josep Arbiol, la actriz cubana Mirta Ibarra y el cantautor Renier Valdés, que hizo un alegato a la solidaridad y el amor entre las personas en forma de canción.

Josep Arbiol celebró que la primera edición en Cuba se haya celebrado al fin y destacó el carácter de “futuro” que tiene la iniciativa donde las acciones “no se mueven con dinero sino con ilusión y ganas”.