Miércoles, 24 de Abril de 2024
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El año del adiós de David Ferrer, el mejor de los humanos

El año del adiós de David Ferrer, el mejor de los humanos

El año 2019 fue el del adiós del tenista David Ferrer, el número uno de los humanos, como él mismo se definió, tras tener que convivir durante gran parte de su amplia exitosa carrera bajo la ‘dictadura’ del ‘Big Three‘ formado por Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic, lo que unidos a los mejores años de Andy Murray, le impidió sumar algún Grand Slam en su palmarés.

Ferrer se despidió del tenis profesional el pasado mes de mayo en el Master 1.000 de Madrid con 37 años, tras 19 temporadas como profesional, en las que disputó un total de 1.111 partidos y sumó 26 títulos ATP, ganó el Masters 1.000 de París, además de 3 Copa Davis con España y ser finalista de la Copa de Maestros y de Roland Garros (2013).

El tenista de Jávea, que en 2018 anunció que este año sería su último como profesional, no participó en ningún Grand Slam esta temporada y se dedicó a jugar en aquella torneos que habían sido más emotivos en su carrera para despedirse, dejando su bandana en el suelo de la pista en su último partido jugado en cada uno de ellos.

A pesar de no inscribir su nombre en ninguno de los ‘Major’, David Ferrer fue considerado como uno de los grandes del circuito, no en vano fue ‘top ten‘ durante siete temporadas, de las cuales en cuatro estuvo entre los cinco mejores del mundo.


Una década en la élite del tenis, compitiendo con los tres mejores jugadores de la historia


Llegó a ser el número 3 del mundo, su mejor clasificación, en julio de 2013 y desde octubre de ese mismo año hasta enero de 2014, con 31 años. En aquella época y ante la imposibilidad de superar a los tres grandes del circuito, Ferrer soltó una explicación que quedaría para la historia.

«Nadie está al nivel de ellos. Lo que han hecho estos tres jugadores es una barbaridad. Antes, los ‘top ten’ se repartían más los títulos, pero ahora hay tres monstruos que se lo llevan todo y es mucho más difícil. Los demás no es que seamos más flojos que antes, es que ahora han coincidido tres números uno, por eso yo soy el uno de los humanos», explicó.

En 2016 fue considerado por la ATP como uno de los 20 mejores jugadores de la historia que no consiguieron un Grand Slam, además de ser el tercer tenista español con más títulos (27), solo por detrás de Rafael Nadal y Manuel Orantes, y el segundo con más victorias en el circuito tras Nadal.

Ferrer comenzó su carrera como profesional en el año 2000 y a los 17 años se unió a Javier Piles, quien fue su entrenador durante la mayor parte de su carrera, hasta 2014, luego estuvo un breve periodo de tiempo con José Francisco Altur y posteriormente con su hermano Javier, hasta que en 2015 Francisco Nogues fue su entrenador hasta su retirada.


De su voluntad de hierro viene su apodo, Ferru


Durante sus casi dos décadas de profesional, David Ferrer fue evolucionando tanto en su tenis como en su carácter. En su juventud destacó por su carácter rebelde, sus cabreos en las pistas, que pagaba con sus raquetas.

Conocida es la anécdota que harto de los entrenamientos y sacrificios que suponía el tenis, dijo a su padre que lo dejaba y éste le puso a trabajar como albañil para un amigo, al que le dijo que lo apretara. Una semana después el joven David empuñaba de nuevo una raqueta y a los 20 años conquistaba su primer título ATP en Bucarest.

A pesar de no ser muy alto (1,75 ) para el físico que imperaba ya entonces en el circuito profesional, Ferrer fue puliendo año tras año su tenis, en una mejora constante, a la que tan solo le faltaba una mayor confianza en sus posibilidades para dar el salto cualitativo, que llegaría en 2007, cuando alcanzó la penúltima ronda del Abierto de Estados Unidos y meses después fue finalista de la Copa de Maestros.

Su carácter de luchador hasta la extenuación y sus ganas de mejora cada año, llevo a ‘Ferru‘ a ser unos los rivales más incómodos del circuito y a ser elogiado por Toni Nadal, quien no dudó en señalarlo como un referente.


Una bandana en el centro de la pista en el adiós a sus torneos favoritos


Junto a su amigo Juan Carlos Ferrero, el otro gran referente del tenis valenciano masculino, fue socio del torneo de tenis ATP500 de Valencia, el cual ganó en tres ocasiones, hasta que la cada vez menor ayuda institucional y las pérdidas del torneo les llevó a vender los derechos del mismo.

En los tres últimos años los constantes problemas físicos que le llevaron a bajar sensiblemente posiciones en el ránking -jugó su último Grand Slam en Nueva York por encima de los cien primeros-, llevó al ‘gladiador’, a anunciar en el Abierto de Estados Unidos que en 2019 se retiraba y que ese había sido su ultimo Grand Slam.

Las muestras de cariño con las que aficionados y compañeros de todo el mundo le han mostrado este año en su adiós demuestran que con David Ferrer se va a uno de los grandes, el mejor de los humanos. EFE Sergio Morro

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