La cadena Juguettos, en colaboración con el Instituto Tecnológico de producto infantil y de ocio (Aiju), ha desarrollado el proyecto “Juguete Integrador”, cuyo objetivo es adecuar los juguetes para que puedan ser utilizados por niños con diversidades funcionales, sin la necesidad de crear líneas de producto específicas.

El proyecto realiza un estudio de los juguetes para identificar aquellos que son aptos, o que podrían adaptarse para serlo, en cuatro áreas que aglutinan la mayoría de las diversidades que podemos encontrar: diversidad funcional auditiva, diversidad funcional visual, diversidad funcional motora y diversidad funcional intelectual.

El proyecto se desarrolla bajo la premisa de incluir y no diferenciar

Bajo la premisa “integrar es incluir y no diferenciar”, el juguete integrador tiene en cuenta estas diversidades y adecua sus características para conseguir una jugabilidad correcta en cada circunstancia. Los juguetes que son válidos para tres de las cuatro diversidades se identifican con el sello de “Juguete Integrador”. Además, tanto en el envase, como en el catálogo y la web de Juguettos, se incluyen unos iconos que indican el cumplimiento de altos niveles de accesibilidad.

En una primera fase se ha analizado una selección de productos de las 18 líneas de marca propia Juguettos que, con más de 800 referencias, cubren todos los ámbitos del juego, edades y temáticas. No obstante, el objetivo es poder catalogar toda la oferta de marca propia e ir incorporando nuevos juguetes.

“Juguettos ha asesorado durante más de 40 años a sus clientes teniendo en cuenta las necesidades de la sociedad en cada momento. En la actualidad, en España hay 60.400 niños y niñas de 0 a 6 años con algún tipo de diversidad funcional y estamos trabajando tanto en la adecuación de los productos como en la formación de nuestros profesionales para facilitar el acceso de estos niños y niñas a todos los juegos”, afirma Joaquín M. Polo, director general de la compañía.

El trabajo de identificación y adaptación que se ha llevado a cabo ha tenido en cuenta multitud de parámetros utilizando la herramienta europea TUET (Toys & games Usability Evaluation Tool).

Para la evaluación de los juguetes se ha utilizado la herramienta europea Tuet que contempla multitud de parámetros

En el caso de la diversidad funcional auditiva se requiere, entre otros, que los mecanismos orales de los juguetes se acompañen de una transcripción, las explicaciones gráficas o escritas tienen que ser fáciles de comprender e incluir sistemas de control de volumen para adecuarlo al nivel auditivo o disponer de entrada opcional para auriculares.

Por su parte, debido a que la falta de visión puede provocar un déficit de motivación a la hora de utilizar algunos objetos, es preciso que el juego o juguete tenga efectos sensoriales, realistas y reconocibles; que se utilicen colores vivos y, cuando se trata de una diversidad severa, los componentes deben ser fácilmente identificables mediante el tacto.

La incidencia del juguete en la capacidad motora se tiene en cuenta tanto desde la perspectiva de habilidades como de desplazamiento. Para aquellos casos leves o moderados, el juguete debe ser fácil de manipular, y que sus elementos faciliten que el niño los pueda coger, presionar, activar.., además tienen que ser acolchados o suficientemente ligeros para evitar impactos dolorosos. Las diversidades funcionales más severas requieren diseños con formas que ofrezcan múltiples áreas para su agarre, sus componentes deben ser sencillos de ensamblar, una estructura compacta, etc…

Por último, se contempla la diversidad funcional intelectual identificando aquellos artículos que estimulan las habilidades cognitivas o intelectuales como la atención, la memoria y el refuerzo de los hábitos de autonomía personal.