Las cremas de Mercadona entran de lleno en la era 4.0: desde cobots a IA en formulación

Las cremas de Mercadona entran de lleno en la era 4.0: desde cobots a IA en formulación

Con la sencilla idea de “hacer cremas para nuestras madres, porque para su madre uno hace siempre lo mejor”, recordaba el presidente de RNB, Vicente Ruiz a Economía 3 sus comienzos, junto a Romualdo Bertomeu, y la filosofía que subyace en esta firma de cosméticos, que de la mano de Mercadona ha crecido hasta estar presente en medio mundo .

Su objetivo este año es superar los cien millones de euros en ventas. Al cierre de 2018, Mercadona suponía el 91% de su facturación. Fabrica productos de tratamiento facial, corporal, fragancias y fotoprotectores en diferentes formatos, desde botellas de cristal, tarros faciales y corporales, a tubos de plástico y de aluminio, pasando por aerosoles –sin propelente–, labiales, sachets y ampollas de cristal y de plástico. Los tamaños también varían, con capacidades desde los 3 ml hasta el litro.

En total, 33 líneas de producción, que fabrican más de un millón de kilo/litros al mes, o lo que es lo mismo, que producen 70 millones de unidades al año en tres turnos de trabajo.

Por ello, aunque la esencia de «la excelencia» se mantiene, el peso de «la tecnología y la innovación» escala hasta adquirir el mismo protagonismo.

Si el pasado año invirtió cuatro millones en innovación y mejora continua, este año lleva ya casi cinco.

«Consideramos que la tecnología nos ayuda a conseguir los mejores resultados en todo lo que hacemos y por eso nos gusta incorporar los últimos avances que nos faciliten el trabajo y nos ayuden a lograr nuestros objetivos», evidencia Aurelio Tornero, director general industrial de RNB a Economía 3.

En este sentido, la industria 4.0 es una forma de entender los procesos y los productos apoyándose en las tecnologías existentes y emergentes, sobre todo uniendo los datos provenientes de distintas fuentes y extrayendo la máxima información de ellos.

La parte más “visual” en su fábrica viene de la mano de los robots colaborativos (cobots). RNB ya cuenta con seis  «debido a su fácil integración en la producción y a que es muy fácil su manejo por gente no experta», indica.

También dispone de vehículos automatizados (AGV) que permiten asumir tareas pesadas o rutinarias que aportan poco valor. Se trata en este caso de vehículos dotados de capacidad suficiente para moverse de forma autónoma por una planta industrial y llevar materiales sobre un pallet de un sitio a otro, sin afectar a la seguridad de los operarios y optimizando las vías de circulación ante posibles obstáculos a su paso.

Pero si interesante es lo que se ve a simple vista, más boquiabiertos si cabe deja saber «lo que no se ve»: la comunicación entre estos elementos y en general entre las máquinas que aportan datos a un sistema central o distribuido que es lo que realmente aporta valor, permitiendo tomar mejores decisiones y de forma más rápida o autónoma.

«Por ejemplo, un robot cobot puede decirle directamente a un AGV que está a punto de llenar un el pallet y que venga a por él. También se puede hacer de forma indirecta: los cobots informan a un sistema central de cómo van los pallets y en función de estos datos, este sistema central asigna distintas tareas a los AGV. Eso mismo se puede hacer por ejemplo con las máquinas avisando al teléfono de un operario para decirle que una fase del proceso ha terminado y que necesita empezar la siguiente o planificando que para el siguiente turno va a necesitar más operarios en un sitio y menos en otro», explica el directivo.

La Inteligencia Artificial (IA) llega a la cosmética valenciana

Si RNB busca la eficiencia productiva, del mimo modo busca la mejora de los activos que utilizan sus productos «con nuevos ingredientes de última generación» en cosmética facial y corporal.

«En estos momentos tenemos más de 500 referencias activas en todo el mundo, entre cosméticos faciales y corporales, fotoprotección, fragancias, higiene corporal y cuidado del cabello. Anualmente, lanzamos una media de 60 novedades».

Esto implica que se lleven a cabo más de 400 nuevas formulaciones al año, tanto nuevos desarrollos como mejoras de productos ya existentes.

Pero, ¿cómo se logra esa fórmula magistral que el cliente necesita?

RNB cuenta con más de 100 profesionales en su equipo de Innovación y Desarrollo de Producto con perfiles tan diversos como farmacéuticos, químicos, ingenieros y especialistas en marketing. Además de colaborar activamente con institutos tecnológicos como ITI o Aimplas.

«Estamos inmersos en nuevos proyectos que utilizan redes neuronales e Inteligencia Artificial, destinados a tareas como verificar que nuestros productos son más seguros o bien a optimizar la información que obtenemos del mercado y traducirla en nuevas formulaciones con mejores propiedades o con validaciones de legislaciones y regulaciones que nuestros clientes nos piden de una forma más rápida», concreta Aurelio Tornero.

«Otro avance que nos permite la IA es predecir las propiedades de ciertos ingredientes. Se trata de ver qué tecnologías podemos adoptar para optimizar nuestros procesos o ver cómo podemos mejorar una fórmula sin tener que llegar a desarrollarla físicamente. Esto no solo nos permite acortar plazos, sino que también nos ayuda a ser más versátiles y ágiles en la llegada al mercado de soluciones para nuestros clientes», añade Tornero.

Y es que la IA se basa en técnicas estadísticas de datos recogidos y supone una forma de predecir propiedades de ingredientes. La otra forma que también se utiliza consiste en simular las propiedades físico-químicas de los materiales químicos en función de la composición molecular de estos productos. Son procesos que una vez están bien ajustados dan resultados más rápidos y económicos que las pruebas en laboratorio. «Una vez se obtienen todos los indicios favorables siempre hay que probar en fórmula el ingrediente, pero estas técnicas nos permiten ahorrar muchas horas de trabajo en pruebas rutinarias de productos», pone de manifiesto el director general industrial de RNB.

Los productos ‘top’

En cuidado corporal su producto más vendido es la crema con aceite de oliva, mientras que en facial destacan las cremas antiedad Oro y Caviar y el agua micelar, en limpieza facial.

En fragancias hay que mencionar la línea Comotú y los lanzamientos más recientes como Ikiru, Él, Élla, Simply Flowers o Capítulo.

En pocas semanas se pondrán a la venta en la cadena de supermercados de Juan Roig las novedades de la campaña de Navidad, que esperan superar «la exitosa campaña del año pasado».

Además, la firma ha desarrollado en los últimos meses una línea de cosmética natural. Se trata de una propuesta de productos faciales y corporales, basados en los beneficios de las plantas y la naturaleza, elaborada con ingredientes naturales.

Y todo ello sin renunciar a nuevos ingredientes de última generación que supongan un paso más: «el uso de factores de crecimiento o de células madre de origen vegetal es una muestra de esta apuesta por situarnos a la cabeza en investigación dermocosmética».

Mirando hacia el futuro

Por otra parte,  su «modelo de éxito desarrollado junto a Mercadona» es el que les ha permitido cerrar acuerdos con otras empresas líderes de la distribución en países como Reino Unido, Francia, Italia, Colombia o Israel.

«Salir fuera nos ha hecho más fuertes, nos aporta un aprendizaje continuo que nos permite seguir desarrollando los mejores productos», añade para Economía 3, Justo Peydro, CEO de RNB.

«Nuestra prioridad no es tanto crecer sino ser cada día mejores; el crecimiento será una consecuencia de hacer las cosas bien. En este escenario primamos continuar nuestra decidida apuesta por garantizar la calidad e incrementar nuestra capacidad de innovación para adelantarnos al mercado», concluye el CEO.

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