El teatro Rialto acogerá, del 3 de octubre al 3 de noviembre, la nueva producción del Institut Valencià de Cultura (IVC), Dinamarca, un texto de los hermanos Josep Lluís y Rodolf Sirera que transcurre durante la ocupación nazi en el país nórdico y con la que cierran la trilogía Europa en guerra.

Según ha informado la Generalitat en un comunicado, la obra inaugurará el 9 de noviembre la Mostra d’Autors Contemporanis de Alicante, se representará también en el Teatro Principal de Castelló y se ofrecerá en todas las poblaciones del circuito cultural para propiciar una gira.

Dinamarca cierra la trilogía de los hermanos Sirera, inciada con Silenci de negra, que transcurre en la Francia de la resistencia, y Benedicat, que ocurre en la Croacia gobernada por Pavelic. La obra fue planteada de manera conjunta antes de la repentina muerte de Josep Lluís, y ha sido acabada por Rodolf como homenaje a su hermano, por lo que será la última obra de dos de los más grandes autores de teatro valenciano. Estará interpretada por Paula Braguinsky, Sergio Caballero, Cristina García y Raúl Navarro y dirigida por Carles Alfaro.

| Foto: Teatro Rialto

Los seis personajes entretejen, en esta esperada pieza, una telaraña de relaciones y conflictos que se mueven de la esfera más íntima y familiar a la lucha entre la resistencia y los grupos paramilitares pronazis, del universo sentimental a la ambición profesional y de los deseos sexuales más escondidos a la crisis de la fe religiosa.

La historia de Dinamarca durante la guerra es un caso curioso: al principio era un país ocupado por los nazis pacíficamente, pero en 1943 el partido nazi no obtuvo buenos resultados en las elecciones. A partir de ese momento, el gobierno alemán decidió gobernar directamente. La resistencia, que fue muy activa, hizo un acto heroico y consiguió sacar del país a la mayor parte de los 80.000 judíos que vivían allí.

En este marco temporal, Dinamarca presenta la historia de unos personajes en una situación límite en la que los secretos y las mentiras llevan la fatalidad y la desgracia a sus vidas, movidas por el destino y sus contradicciones. En palabras de Rodolf Sirera, «la situación política es el infierno en el que los condenados se mueven».

Carles Alfaro, por su parte, ha asegurado que ha sido uno de los montajes más complejos en los que ha trabajado porque, ha explicado, «es como una serie de instantáneas que forman un rompecabezas, casi son fotogramas que muestran unas vidas interconectadas de manera trágica».