Veinticuatro años después la Diputación de Castelló vuelve a tener un presidente socialista, Josep Martí, alcalde de Sueras y profesor de filosofía. Accede al cargo con 14 votos, los 12 del PSPV y los dos de Compromís. Lo hace con la intención de aplicar los valores de la filosofía, que lleva años inculcando a los alumnos del Instituto Penyagolosa de Castellón.  En su mandato pondrá en práctica la racionalidad, el dialogo, la reciprocidad  y el reconocimiento del otro. Su política apuesta por el humanismo en la gestión y la defensa de los municipios y de Castellón.

En su toma de posesión tuvo palabras de recuerdo para Francisco Solsona, su antecesor socialista en el cargo en esta etapa democrática iniciada en 1978, y también recordó a los portavoces de su formación política en los años de la oposición, empezando por Ximo Puig, presente en la sala en su condición de presidente del Consell, sin olvidarse de Enrique Navarro, Francesc Colomer, José Benlloch, Antonio Lorenzo o Santiago Pérez.

En su discurso de toma de posesión, el nuevo máximo dirigente de la corporación castellonense ha destacado que la institución debe ser «el instrumento para afrontar la despoblación y aportar calidad de vida a los ciudadanos» de la provincia.  Insistió en que la institución “será un organismo intermunicipal más que supramunicipal, porque las diputaciones no son un nivel superior a los municipios, sino que son parte del gobierno local. Son necesarias para garantizar la existencia de la autonomía local”.

Asumió el compromiso de actuar en favor de los municipios, en particular los más pequeños, aquellos que sufren el fenómeno de la despoblación, que tienen menos de mil habitantes -95 de los 135 ayuntamientos-. Por eso, esta casa, “ha de ser un ayuntamiento de ayuntamientos y ayudar a los pequeños municipios a ofertar servicios”. Todo ello sin perder autonomía, porque “ellos han de decidir cómo distribuyen sus presupuestos”.

Martí conoce bien las dificultades de gestionar que afrontan los pequeños municipios, lo sabe desde su experiencia en Sueras. Por ello, plantea “una diputación de la concertación”. Una institución que, apuntó, dejará de ocuparse de proyectos impropios.

Tanto Martí como su socio de gobierno, Compromís, plantean una diputación cercana a los ciudadanos, a las necesidades de los municipios, alejada de los grandes proyectos que marcaron la gestión de otras épocas. De hecho, el portavoz de la formación valencianista, Ignasi Garcia, mostró su interés en que el Hospital Provincial de Castellón se integre ya en la Conselleria de Sanidad. Ahora con gobiernos del mismo signo político en Diputación de Castellón y Consell pueden hacer más fácil esa transición.

Los portavoces de Ciudadanos, Cristina Fernández, y PP, Vicent Sales, plantearon al nuevo presidente la necesidad de seguir impulsando el diálogo y la apuesta por la provincia desde la Diputación. Buscando potenciar valores patrimoniales, culturales, medioambientales y el turismo. Al tiempo que le plantean retos como luchar contra la despoblación. Temas en los que coinciden con las directrices expuestas por el nuevo equipo de gobierno provincial.

Prometer y jurar, en valenciano y castellano

La votación final con 14 votos para Marti, 11 para Vicent Sales y 2 para Cristina Fernández, fue el resumen de una sesión institucional que comenzó con los nuevos diputados recibiendo su condición. Los Populares juraron, en su mayoría en castellano, el cargo sobre una Biblia de tapas rojas, en tanto que los socialistas y Compromís optaron por el valenciano y la fórmula del prometo. Sólo una variación introducida por Ignasi García al prometer por imperativo legal.

El color blanco primó en los vestidos de las diputadas provinciales, en tanto que los diputados optaron por unos atuendos oscuros, más formales.

El encuentro de discípulo y maestro

El pleno contó con muchas caras conocidas, desde el presidente del Consell, Ximo Puig, o la vicepresidenta de les Corts, María José Salvador, pasando por diputados y senadores; la rectora de la UJI, Eva Alcón, o el presidente de la Diputación de Valencia, Antonio Gaspar, y una amplia representación de la sociedad civil. 

Un pleno en el que el nuevo presidente de la Diputación tuvo palabras de elogio a la tarea de su predecesor, Javier Moliner-con quien entró en el salón de recepciones-, quien, dijo fue alumno suyo en el IES Penyagolosa. Así que ahora, dijo, “el maestro viene a relevar al discípulo”. Y no fue el único alumno de Martí presente, porque en Compromís y el PSPV también había representación.