Si existe un modo objetivo de medir la dimensión de un artista es la influencia que su trabajo ejerce en generaciones posteriores. Se podría afirmar que el hilo de la influencia es el que sustenta toda la estructura de la Historia del Arte. El IVAM ofrece la oportunidad de comprobarlo explícitamente al visitar su Galerías 1, donde se expone Fernand Léger y la vida moderna y, desde hoy hasta el 8 de septiembre, la pequeña Galería 3 donde se inaugura Caso de Estudio: Equipo Crónica, mirándose en el espejo de la vanguardia. “Las exposiciones no se miden por el espacio que ocupan, sino por las ideas que contienen”, manifestó José Miguel G. Cortés a las puertas de la sala con menores dimensiones del museo.

Según su planteamiento, este nuevo Caso de Estudio se apoya en tres razones: “Para el Equipo Crónica, la obra de Léger fue de grandísimo valor y aquí se ve cómo los artistas se vinculan a través de sus creaciones”. En segundo lugar, es fruto de una “gran labor de investigación. Creíamos que lo sabíamos todo del Equipo Crónica, pero aquí hemos reunido cosas que no se habían visto nunca”.

Entre ellas destaca la escultura de cartón en forma de andamio “que casi parece extraído de la obra ‘Los constructores’ de Léger”. Presentado en la exposición realizada en el Colegio de Arquitectos de Barcelona de 1971, sólo se conocía por fotografías de la época y se dio por desaparecido. El IVAM contactó con Manolo Valdés, éste les remitió al fotógrafo de cabecera del Equipo Crónica, Francisco Alberola, y finalmente se pudo reconstruir el colorido andamiaje que recibe al espectador en el hall del museo. “Debo confesar que no conocía esta obra”, declaró Cortés.

La tercera razón que sustenta este trabajo es la “fuerza e interés que sigue manteniendo el Equipo Crónica. En la sala no hay nada insignificante; todo tiene su valor, desde los objetos cotidianos como carteles o agendas hasta los cuadros y las esculturas”.

Vista de sala. | E3

Tanto los lienzos pop como las figuras tridimensionales -no falta una de sus características Meninas– parecen realizados por la misma mano del pintor cubista. El Equipo Crónica no dudaba en abordar algunas de sus obras “a la manera de Léger” desde el momento de su concepción; sin duda, era una estética que les valía de modo de expresión, décadas después del auge de las vanguardias parisinas. De hecho, “también tenían en común su concepto sobre la visión social del arte, en el sentido de que el arte tiene que ser social porque tiene que ser entendido por el mayor número de gente posible”. En su momento, Léger introdujo obras protagonizadas por obreros y otro tipo de personajes que hasta entonces no habían ocupado el primer plano en la Historia del Arte y los Crónica los tuvieron muy presentes durante todos sus años de actividad.

La comisaria Teresa Millet se encargó de reunir obras tanto pertenecientes a la colección del IVAM como a otras entidades -con un papel destacado de la de la Fundación Bancaja-, además de colecciones particulares, que contuviesen un “algo” de Léger. Así, “sin quererlo”, según Millet, “16 de las 21 series que firmó el Equipo Crónica están representadas en la sala, por lo tanto también puede servir como una exposición restrospectiva”.

Y sin duda, el área más desconocida de la obra del Equipo Crónica es la relacionada con la propaganda política. Se han reunido carteles, páginas de revistas y otro tipo de soportes realizados al servicio del Partit Comunista del País Valencià en tiempos clandestinos. Sin embargo, uno de esos carteles, el más llamativo, fue el que el partido utilizó en las elecciones de 1977, las primeras de la democracia, firmado bajo el seudónimo de Equipo Gráfica. Pero -hoy es fácil adivinarlo-, Solbes y Valdés dejaron alguna pista: una mano sostiene una flor dibujada “a la Léger”.

“No hay exposiciones pequeñas, sino ideas pequeñas”, apreció G. Cortés. Para terminar, dos detalles: algunos lienzos avanzan la gran exposición del otoño en el IVAM, la dedicada a Jean Dubuffet. Y no pasen por alto las fotos del Equipo Crónica en sus años mozos: fueron los maestros del pop art en España, pero cualquiera diría que por su sangre corría puro rocanrol.