Martes, 16 de Abril de 2024
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Mario Alberto Kempes: «El Valencia debería cuidar más su Historia»

Mario Alberto Kempes: «El Valencia debería cuidar más su Historia»

Mario Alberto Kempes (Belle Ville, provincia de Córdoba, Argentina, 15 de julio de 1954). El futbolista con la pinta más molona desde George Best; uno de los más grandes artilleros de la Historia del Fútbol; el héroe definitivo del controvertido Mundial de Argentina 78; y el mejor jugador del mundo entre el declive del inmortal Johan y un poco antes de la apoteosis de Diego Armando Maradona, lució el Escudo del Murciélago en el pecho entre 1976 y 1984. ¿Cómo fue eso posible?

Editorial Sargantana ha puesto hoy en el mercado el libro Matador. Mi autobiografía, firmado por Kempes y elaborado en colaboración con varios periodistas. A continuación, ofrecemos una charla introductoria, y mañana profundizaremos en las entrañas de las cuestiones más importantes que forman la existencia singular de Mario Alberto Kempes. Una lectura divertida, donde se rememoran los grandes partidos con memoria HD, sentido del humor, con una reivindicación conmovedora -ojo a su relato del polémico Mundial del 78-, y que, además, contiene algún lobo que puede morder.

-El grave episodio de salud que sufriste en 2014, ¿fue el causante de que decidieras abordar tus memorias en este libro?

-No, el problema que tuve de corazón no me ha cambiado realmente la vida para nada. Lo curioso es que fui para operarme de la cadera y salí con seis by-pass. Pero nunca me sentí mal, ni en ningún momento sentí nada. Me agarró más que de sorpresa.

-Es alucinante que te dijeran que habías tenido un infarto y no te hubieras enterado.

-No me enteré, para nada. Bueno, tampoco sé lo que es una infarto, pero uno normalmente ve en las películas eso de que la gente se lleva la mano al pecho…

-Entonces, ¿cuál ha sido el motivo de sacar estas memorias tan minuciosas, en las que se cuenta quién remató, hasta con qué pierna…?

-Empezó un día en que estaba trabajando en la ESPN, donde soy comentarista deportivo, y el periodista Luciano Wernicke me dijo “yo a vos tengo que escribirte un libro”. ¡Con lo que a mí me gusta hablar, imaginate! Le que dije que adelante y pasó el tiempo, dos, tres años. Un buen día me llamó, empezamos a hablar, me lo volvió a proponer y lo hablé con mi mujer. “Si querés hacerlo, hacerlo”, me dijo. Empezamos a la semana siguiente. Fueron muchas horas, hasta que se acababa la batería del teléfono. Prácticamente tres horas diarias, y así todas las semanas. A veces le decía “che, vamos a descansar unos días…” Tras tres meses, cuando ya estaba todo dicho, se vino una semana a mi casa y le dimos los últimos retoques.

-Deduzco que tampoco está vinculado con el Centenario, ha sido una feliz casualidad.

-Sí, totalmente. Aparte fijate: Fallas, Día del Padre, presentación y todos los festejos del Centenario. Ha sido completito.

-Puede que sea una pregunta tópica, pero no puedo estar delante de Mario Kempes y no preguntarle si abruma ser la gran referencia de un club que cumple un siglo de Historia.

-Eso es cosa de los hinchas. Yo acá hice lo mejor que pude, y los hinchas lo han agradecido. Pero asimismo, cuando las cosas no iban bien, el hincha igualmente se acordaba más de mí que de los demás. De cualquier manera, eso no quita que yo haya estado a gusto, que lo esté cada vez que vengo y que me sienta muy feliz acá. Fue un orgullo llevar el lunes la bandera. Los que estuvimos la llevamos un ratito cada uno, no porque yo haya sido el mejor la lleve más, ni nada de eso.

Kempes

Mario Alberto Kempes. | E3

-Así como el cariño que el valencianismo siente por ti es máximo, pienso que el Valencia como entidad no ha estado a la altura.

-Hay muchos clubes que cuidan a los que han vestido su camiseta. Y hay otros que no. Creo que el Valencia debería cuidar más su Historia, que no es fácil, ni mucho menos. Es muy bonita para contarla, para vivirla, pero a lo mejor no se están haciendo las cosas bien. Yo no vivo acá, me refiero estrictamente a lo deportivo.

-Es verdad que tampoco sé qué fórmula sería la correcta, pero tú eres el Di Stéfano del Valencia, o el Cruyff…A ellos les llenaron de oropeles, fueron nombrados presidentes de honor, aunque también hubo episodios polémicos en el caso de Johan, que no era alguien muy facilón. A ti se te nombró embajador del club, luego la cosa acabó de forma rara…

-Sí, por manifestar mi opinión sobre la marcha del equipo en un momento determinado. Me refería a lo deportivo, no insulté a los jefes. Sólo dije que a nivel deportivo las cosas no estaban funcionando, y como se estaban haciendo, tampoco se iban a arreglar. Quizá me equivoqué y tendría que haberlo hablado con ellos directamente, pero bueno, estando allá no se me ocurrió otra forma.

-Hombre, yo no firmaría una cláusula en que pusiera “te vamos a hacer embajador, pero no puedes decir lo que piensas…”

-Me pasé un poquito, también es verdad (ríe) –En febrero de 2017 tras una derrota 0-4 ante el Eibar, Kempes tuiteó: «Señores, lamentablemente, estamos en presencia de un equipo que está perdido. No hay juego, no hay dirección y son pocas las ganas que se ven-. Aunque las cosas hay que decirlas, principalmente, a la cara. Por suerte, al poquito tiempo cambió todo y las cosas fueron bien.

-Ya sabes que somos muy ciclotímicos. En fin. Nací en el 75, un año antes de tu llegada. Por eso no tengo apenas recuerdos nítidos de tu primera etapa en el Valencia. Yo estaba organizado mi mente y la gente repetía sin parar no diga Kempes, diga gol, por lo que tardé en distinguir los conceptos, no sabía si un gol había metido un Kempes, o cómo iba eso…¿Cómo viviste esos años de los pichichis consecutivos?

-Con los pies sobre la tierra. Siempre fui el mismo, nunca me creí otra cosa que no fuera el mismo que salió de Belle Ville. Afortunadamente, tuve una familia que me tranquilizaba. Casi nunca leía los diarios, sabía si había jugado bien o mal. De cualquier manera, nunca me creí el monstruo, el fenómeno, el goleador…Hay dos aspectos. El jugador, que es importante dentro de la cancha. Cuando sales afuera, está la persona, que es totalmente diferente, porque el jugador en algún momento se va a terminar. Claro que vas a seguir siendo jugador toda tu vida, pero sin jugar. Respecto a lo otro, dependiendo de la cantidad de años que te deje vivir el “barbudo”, vas a tener que seguir conviviendo con los demás. Eso es lo que quise manejar mejor. Quién no tiene equivocaciones, cuando sos joven metés la pata, vale, y algunas equivocaciones te hacen reaccionar.

-Ganaste con el Valencia la Copa del 79. Había pasado tiempo desde el último título, aunque no tanto como ahora. Aún falta mucho para el día de la próxima final…

-…Qué va, abro y cierro los ojos y ya está ahí…

-Hemos celebrado mucho que volvemos a una final, ¿crees que nos queda poco más por celebrar?

-Si el Valencia juega los partidos como viene haciendo en la Liga contra el Barça y contra el Madrid, no va a tener problemas, porque ahí se agranda. Si fuera contra un equipo ante el que se sintiera superior, no funcionaría igual. Contra equipos grandes juega partidazos, contra otros, se relaja.

-Lo que pasa es que para el Barça es un día más en la oficina…

-Es un monstruo de siete cabezas. Pero ahora no tiene descanso, con partidos muy peligrosos en la Champions. La Liga la tiene casi ganada pero debe seguir, Valverde no es amigo de las rotaciones…Creo que las posibilidades del Valencia son grandes. Pero que juegue como el Valencia y no quiera hacer cosas raras.

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