El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, ha comparecido esta mañana para hacer balance de los primeros seis meses de legislatura. En su intervención, ha hecho hincapié en la aprobación del nuevo Salario Mínimo Interprofesional (SMI) que se va a aprobar hoy en el Consejo de Ministros que se celebra en Barcelona. «Un sueldo mínimo de 900 euros no es suficiente en el contexto en el que nos movemos. Es sólo un primer paso, porque un país que se considera rico no puede tener trabajadores pobres que no llegan a fin de mes».

El aumento del 22% del sueldo mínimo es el mayor desde 1977. Fulgencio ha indicado que los países del entorno europeo asciende a 1.500 euros de media. «Los que piensen que la subida es exagerada, que piensen también en la subida del alquiler de vivienda». Ha añadido que con esta medida «iniciamos una recuperación de los derechos perdidos durante la crisis que no se debe quedar ahí; la cifra del SMI irá aumentando en los próximos años».

Según cálculos realizados por el Gobierno, esta medida afectará directamente a algo más de 143.000 valencianos y a 1,3 millones de ciudadanos a nivel nacional, y repercutirá «en mayor seguridad, estabilidad y circulación de dinero». Además, el delegado del Gobierno espera que afecte «especialmente» a las mujeres que sufren discriminación salarial y a los jóvenes que accedan a su primer empleo, quienes «podrán tener más posibilidades de proyección personal».

Respecto al aumento del techo de gasto propuesto por el Gobierno -un total de 6.000 millones de euros más, de los que 2.500 irían a parar a las autonomías-, Fulgencio ha manifestado que «apoyarlo no significa apoyar al Gobierno, sino al estado de bienestar». Se ha referido al efecto significativo que puede causar en los ayuntamientos, ya que muchos de ellos, pese a presentar unas cuentas saneadas, «no se pueden permitir destinar el superavit a políticas sociales».

«Si el Senado bloquea los PGE será una anormalidad democrática»

Respecto a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), Fulgencio ha puesto el acento en la circunstancia de que, si se aprobasen en la Cámara baja, el Senado podría bloquearlos. Ha resaltado que «el acuerdo de los PGE es el único que puede ser vetado por el Senado», una condición que ha calificado de «anormalidad democrática que no forma parte del espíritu de la Constitución». Ha recordado que la senda del déficit que parte de estos PGE «obtuvo el visto bueno de la UE». Por tanto, ha exhortado a «las derechas»  a que «se dejen de lado las las encuestas y piensen en dar oxígeno a quienes más sufrieron los recortes».

Como es sabido, la negociación de los PGE no está resultando nada fácil para el Gobierno de Sánchez. «En política, la negociación ha venido para quedarse. A partir de ahora, serán necesarios los pactos de Estado y no la imposición por parte de las mayorías parlamentarias. La nueva forma de hacer política no está pensada para beneficiar la pervivencia de los gobiernos, sino de aplicar las políticas correctas para que los ciudadanos recuperen el bienestar».

El delegado del Gobierno también ha querido resaltar la nueva relación existente entre la Comunitat y el Gobierno central: «Si echamos la vista atrás, nos encontramos con una Comunitat que casi parecía huérfana, sin conexión con Madrid». A su juicio, en los últimos seis meses, «hemos conectado de forma muy intensa al Gobierno con la Comunitat».