La fecha en la que el brexit se hará realidad, si nada cambia, se acerca cada vez más, apenas cuatro meses faltan para que la salida del Reino Unido sea una promesa cumplida. La duda es si será una transición moderada y pautada, tal y como pretende el acuerdo propuesto por la Unión Europea, o si será una salida brusca como desea el ala más euroescéptica del partido de Teresa May.

El 60% de las empresas valencianas exportan productos al Reino Unido, por ello los expertos recomiendan a las compañías empezar a estudiar los posibles cambios que deberán adoptar suponiendo lo peor.

Sector agroalimentario
Si el acuerdo para una salida ordenada y paulatina no prospera, a partir del 29 de marzo de 2019 las empresas valencianas del sector agroalimentario tendrán que superar controles aduaneros de la Unión Europea y del Reino Unido incrementando formalidades y con tempos mayores.

En los controles aduaneros de la UE los operadores deberán tramitar sus solicitudes de inspección a cada uno de los servicios de inspección actuantes, a través de los diferentes sistemas informáticos existentes.

Por su parte, el Reino Unido está desarrollando un sistema análogo a Traces, las plantas y productos que requieran pasaporte fitosanitario serán controlados en el proceso de importación y requerirá notificaciones previas y el embalaje de madera podría necesitar una verificación.

En cuanto a los aranceles, estos podrían ser de hasta el 25% y las indicaciones geográficas y las marcas solo estarán garantizadas las reconocidas hasta el final del periodo transitorio. Además, a medio plazo podrían surgir divergencias regulatorias y podría dejar de aplicarse el principio de reconocimiento mutuo.

Productos de Nuevo Enfoque
La evaluación de conformidad realizada por organismo notificados del Reino Unido dejaría de ser válida y los productos deberán ser marcados de nuevo con los 4 dígitos de un organismo de evaluación de la UE-27.

El Reino Unido aceptará por un tiempo la evaluación de conformidad realizada por organismo notificados de la UE-27, pero al igual que en el caso de los productos agroalimentarios, los aranceles, la divergencia regulatoria y los controles aduanero dificultarán el proceso que hasta ahora amparaba la libre circulación de la Unión.

Además, la logística y la distribución también sufriría alteraciones y un mismo camión no podría hacer cargas y descargas en diversos países en un mismo recorrido, como sucede ahora, entre otras dificultades.

Sector químico
Tras el brexit sin acuerdo, el Reino Unido dejaría de formar parte de la Agencia Europea de Productos Químicos (ECHA), por lo que su evaluación no se reconocería por la legislación Reach. Asismismo, la Health and Safty Executive (HSE) desarrollará en el Reino Unido una legislación equivalente a la Reach europea con exención de registro para empresas con base en Reino Unido ya registradas en Reach.

Sin embargo, las empresas de la UE tendrán que abrir una cuenta en el nuevo sistema británico y proporcionar la información básica en un plazo de 60 días a partir de la salida del Reino Unido de la Unión. Además, deberán informar al Reach de su inscripción en un plazo de dos años.

En relación con los biocidas, el importador deberá asegurarse de que los poseedores de autorizaciones de productos biocidas y los proveedores de sustancias activas con sede en Reino Unido se establezcan o tengan un representante establecido en la UE-27.

Por último, para la importación desde Reino Unido de sustancias químicas peligrosas, las empresas de la Unión deberán informar a su autoridad nacional según el reglamento de consentimiento fundamentado previo.

Sector de Transporte
Una de las principales consecuencias del brexit en el sector del transporte es que los certificados de competencia profesional para transportistas y gestores de transporte expedidos por Reino Unido dejarán de ser válido en la UE. Así, los conductores nacionales de Reino Unido que trabajen para un transportista de la UE que tenga licencia de la Unión requerirán certificado de conductores.

Por otra parte, los certificados de aptitud profesionales expedidos por el Reino Unido o por un centro de formación autorizado por el país birtánico dejarán de ser válidos en la UE-27. Los conductores nacionales de Reino Unido trabajando para una empresa de transportes ubicada en la UE necesitarán acreditar formación en un centro de la Unión, y el reconocimiento de los permisos de conducción se regirá por la Convección de Ginebra sobre la Circulación por carrtera de 1949.

En la misma línea, las licencias comunitarias de transporte expedidas por el Reino Unido dejarán de ser válidas y pasarán a regirse por el sistema de cuotas multilateral del Foro Internacional de Transporte. Los transportistas del Reino Unido dejarán de poder realizar transporte de cabotaje en el territorio de cualquiera de los Estados miembros de la UE-27.