El respaldo al proyecto de la CEV en Alicante hoy se ha visto doblemente respaldado. Por un lado, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha señalado a la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana y a la ejecutiva en Alicante como única interlocutora patronal. Lo mismo ha hecho Rafael Climent frente a Uepal.

Ambos se han reunido con los empresarios con pocos minutos de diferencia, pero se ha cuidado la puesta en escena final. Puig ha recibido al presidente de Cev Alicante Perfecto Palacio y a la ejecutiva en la sede del Consell en la ciudad; mientras que Climent se ha reunido con Juanjo Sellés y parte de su ejecutiva en el edificio Prop.

Mientras que el jefe del Consell no ha dudado en deshacerse en elogios hacia el proyecto de la CEV, el titular de Industria ha hecho reiterados llamamientos al acuerdo intra empresarial. En dos comunicados, la Generalitat ha sabido -al menos de puertas afuera- generar una única postura en una polémica empresarial que viene de largo.

Ximo Puig y Perfecto Palacio, tras la reunión mantenida en Alicante. |E3

Partícipes en acciones estratégicas

Además de las alabanzas, Puig no ha dejado dudas sobre quién es el interlocutor para la administración autonómica. El apoyo explícito se ha materializado con dos frases. La primera por los asuntos tratados que el máximo responsable del Consell ha calificado como de un «altísimo grado de coincidencia«. La segunda: «La Comunitat Valenciana es mejor ahora, desde la nueva CEV«.

Sin embargo, lo realmente importante ha sido la confirmación de que el gobierno de Puig cuenta con CEV Alicante para proyectos estratégicos. El primero es el del Distrito Digital. La Generalitat prevé desarrollar la iniciativa a través de una sociedad o entidad y ha anunciado que la CEV Alicante estará en su consejo de administración o junta directiva. La patronal ha propuesto como representante al colectivo de Terciario Avanzado.

Su inclusión sirve también de respuesta a Palacio, que desde el minuto uno de su toma de posesión, reclamó «aterrizar los proyectos». Con esta decisión, la Generalitat no sólo contesta a la demanda, sino que hace partícipes a los empresarios en la toma de decisión y corresponsables del avance del futuro del Distrito Digital.

También ha mostrado total sintonía alrededor de otra de las cuestiones que ha planteado Palacio y es un acuerdo sobre infraestructuras en la provincia de Alicante. Puig ha bendecido la idea y ha dado por buena la intención de la patronal de repetir el modelo empleado para el «finançament just«. En este caso concreto, Palacio ha avanzado que la propuesta es no sólo recoger las necesidades en esta materia, sino establecer unas prioridades. El jefe del Consell ha reconocido que es «interesante» para «dar estabilidad con un horizonte determinado«, es decir, más allá de una legislatura.

Agua y brexit

Los otros dos temas puestos encima de la mesa han sido el agua y el brexit. En ambos casos, los empresarios ha reiterado su apoyo en la demanda por el último trasvase aprobado por el Gobierno de España. Puig ha recordado que la transferencia de agua del Tajo al Segura es «irrenunciable» y que el Gobierno valenciano ha recurrido porque consideró que «no se ha actuado de manera razonable en cuanto a la planificación«, pues «los agricultores tienen que tener a su disposición un calendario; no se puede improvisar, sobre todo cuando en este caso hay agua disponible» en cantidad, ha argumentado.

«No nos gusta ir a los tribunales, queremos que desaparezca la confrontación en el ámbito del agua«, ha manifestado, para acabar incidiendo en que las «guerras del agua han sido profundamente estériles, pero nosotros no vamos a dejar de defender aquello que consideramos justo«.

Por último, respecto a la salida del Reino Unido de la UE. El jefe del Consell viajará la próxima semana a Londres para reunirse con el embajador español y con una asociación de valencianos residentes en la City. Actualmente, 13.000 valencianos viven en el país vecino. En este caso, Ximo Puig espera que, independientemente de los acuerdos, se logre esa reciproducidad de derechos para los ingleses aquí como a la inversa.