El pasado 20 de septiembre de 2017 entró en vigor provisionalmente el acuerdo de libre comercio entre la UE y Canadá (CETA, por sus siglas en inglés), de forma provisional, ya que queda pendiente la ratificación de sus partes más polémicas y de que una parte de los Estados miembros completen los procedimientos nacionales de ratificación del mismo. A julio de 2018, el Tratado fue ratificado por 10 de los 28 países miembros, entre ellos España. Desde la entrada en vigor del tratado CETA, las exportaciones de la Comunitat Valenciana a Canadá han experimentado un incremento del 24,5%, lo que contrasta con el retroceso experimentado por el conjunto de la economía española en los primeros siete meses de 2018 (-7,7%).

Este comportamiento supone retomar la senda de dinamismo experimentado por las exportaciones valencianas en el mercado canadiense durante el período 2010-2015, en el que se duplicaron. Dicha tendencia se quebró en los ejercicios de 2016 y 2017, con un retroceso de las ventas del 21%.

El progresivo desarme arancelario del mercado canadiense para los productos agroalimentarios e industriales procedentes de la UE, y en concreto, de la Comunitat, animará a medio plazo a nuevas empresas valencianas a entrar en el mercado canadiense, no sólo por el mercado en sí, sino también como plataforma para entrar en el mercado estadounidense. Asimismo, favorecerá la posición competitiva de las más de mil empresas valencianas que ya venden en Canadá.

Durante este último año se aplica el 98% del acuerdo de libre comercio, para bienes y servicios. El pacto implica la reducción de aranceles y contingencias en el 98% del comercio de bienes entre las partes y protege 143 denominaciones de origen e indicaciones geográficas europeas. No obstante, en buena parte de ellos, hay que tener en cuenta que la eliminación de los aranceles pasa por un período transitorio de 7 años, por lo que sus efectos pueden no ser tan inmediatos.