CaixaBank Hotels & Tourism y la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos, Cehat, ponen a disposición del sector hotelero una línea específica de financiación de 3.000 millones de euros con el objetivo de impulsar y dinamizar el sector turístico y hotelero durante los dos próximos años.

CaixaBank ha activado esta línea de crédito que se canalizará a través de las 54 asociaciones hoteleras locales integradas en Cehat. Esta inversión, que se pone a disposición de los 13.000 establecimientos que representan 1.500.000 plazas en todo el territorio nacional, es ampliable si las peticiones de crédito realizadas por las empresas superan la cantidad inicial.

Al acto de renovación del acuerdo, que se ha celebrado en las oficinas de la Confederación, han estado presentes el director de Turismo de CaixaBank, David Rico; y el presidente de Cehat, Juan Molas.

CaixaBank ha cerrado el ejercicio 2017 con una concesión de 1.500 millones de crédito al sector hotelero, una cifra que demuestra el buen comportamiento de la industria en este momento.

CaixaBank Hotels & Tourism prevé un crecimiento del 20% en la producción de crédito al sector en su primer año de actividad. Actualmente, dos de cada tres hoteles son clientes de la entidad financiera lo que se traduce en más del 66% del total de este colectivo.

Un nuevo modelo de proximidad con las empresas y negocios hoteleros

La nueva línea de negocio CaixaBank Hotels & Tourism ha sido creada para consolidar el liderazgo de CaixaBank en el mercado turístico a través de un nuevo modelo de proximidad con las empresas y negocios hoteleros. La entidad apuesta por la especialización territorial con el objetivo de dinamizar e impulsar la actividad comercial del sector hotelero, a través de una potente red de profesionales expertos en esta actividad.

CaixaBank es la entidad de referencia en el sector turístico con una cartera de más de 14.000 clientes y 5.000 millones de euros de volumen de negocio. Uno de los servicios más destacados que pone a disposición de los hoteles la posibilidad de anticipar el cobro de sus reservas de habitaciones. Además de minimizar el riesgo comercial de impago de sus clientes, supone una inyección económica que el hotelero puede destinar a preparar la temporada siguiente o invertir en la mejora de las instalaciones.